Publicado: 22 febrero, 2023
Actualizado: 26 abril, 2023
Tener un niño pequeño puede ser una experiencia emocionante pero abrumadora. No sólo tienes que mantener a tu pequeño seguro y sano, sino que también tienes que asegurarte de que sus dientes están bien cuidados.
A esta edad, los dientes de tu hijo son extremadamente vulnerables a los daños y las caries, por lo que es importante tomar las medidas necesarias para protegerlos. En este artículo, hablaremos de varias estrategias que los padres pueden utilizar para asegurarse de que los dientes de sus hijos pequeños se mantienen en buen estado.
En la mayoría de los casos las familias dan por sentado la higiene bucal de los niños de la casa, pensando que es muy temprano para pensar en cepillos de dientes, odontólogos y enjuague bucal pero realmente es un tema de cuidado y debemos estar muy atentos de cómo apoyarlos en ese aspecto.
En este artículo
Por qué es importante el cuidado bucal
El cuidado bucal es importante para los niños pequeños porque sus dientes son propensos a sufrir caries. Deben establecerse hábitos de cepillado adecuados a una edad temprana para garantizar que los dientes se mantengan sanos, y deben programarse revisiones periódicas con un dentista para controlar cualquier posible problema dental.
Una buena rutina de higiene bucal debe incluir cepillarse los dientes dos veces al día (por la mañana y por la noche), usar hilo dental a diario, utilizar una pasta dentífrica adecuada con flúor, evitar los tentempiés azucarados entre comidas, enjuagarse después de comer o beber alimentos o bebidas azucaradas y limitar las bebidas ácidas como los refrescos. Además, los padres pueden ayudar supervisando siempre la rutina de cepillado de sus hijos pequeños hasta que tengan edad suficiente para hacerlo solos de forma fiable.
También es importante que los niños visiten al dentista con regularidad; la Academia Americana de Odontología Pediátrica recomienda visitar al dentista a los 6 meses de la aparición del primer diente de leche y cada seis meses a partir de entonces. Esto permite realizar revisiones periódicas de los dientes del niño y educarle en prácticas de higiene bucal adecuadas para su edad.
Medidas preventivas: Dieta y flúor
Una dieta sana es esencial para unos dientes fuertes y para la salud en general. Los alimentos y bebidas azucarados pueden provocar caries, así que anime a su hijo a optar por frutas frescas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. El flúor también ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes y previene la formación de caries.
Beber agua del grifo que contenga flúor o utilizar dentífricos fluorados son dos formas estupendas de aportar suficiente flúor a la dieta de tu hijo. Asegúrese de que su hijo se cepilla los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos cada vez con un dentífrico apropiado para su edad que contenga flúor.
Además, puede hablar con su dentista sobre la aplicación tópica de flúor en los dientes de su hijo cada seis meses. Por último, limite los tentempiés azucarados entre comidas y asegúrese de que beben mucha agua a lo largo del día para que su boca se mantenga limpia e hidratada.
Conceptos básicos del cepillado: Frecuencia y técnica
A la hora de cepillar los dientes de tu hijo, la frecuencia y la técnica son fundamentales. Se recomienda cepillar los dientes de tu hijo dos veces al día -una por la mañana y otra antes de acostarse- durante dos minutos cada vez. Esto ayuda a reducir la acumulación de placa, que puede provocar caries.
Cuando se cepille los dientes, utilice un cepillo de cerdas suaves y un dentífrico que contenga flúor para una mayor protección contra la caries. Sujeta el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia la línea de las encías y cepilla en pequeños círculos ejerciendo una suave presión.
Asegúrate de cepillar todas las superficies de los dientes, incluidos los molares posteriores y los incisivos anteriores, así como la línea de las encías. Termina cepillando la lengua, que ayuda a eliminar las bacterias de la boca. En el caso de los niños de entre 18 meses y 6 años, es posible que tengas que ayudarles a sujetar el cepillo correctamente o incluso hacerlo tú mismo si no se resisten demasiado, ¡así te asegurarás de que utilizan la técnica adecuada cada vez que se cepillen los dientes!
Hábitos saludables: Revisiones rutinarias
Las revisiones rutinarias son una parte importante del desarrollo de hábitos saludables para los dientes de tu hijo pequeño. Durante estas visitas, su dentista podrá evaluar el desarrollo y la salud de los dientes de su hijo, aconsejarle sobre las mejores formas de mantener su boca limpia y discutir cualquier posible área de preocupación.
Además, las revisiones periódicas pueden ayudar a detectar posibles problemas antes de que se agraven. Se recomienda que los niños visiten al dentista al menos una vez al año o cada seis meses si tienen un alto riesgo de caries o enfermedad de las encías.
En estas revisiones rutinarias, los dentistas realizarán una serie de exámenes que incluyen radiografías si lo consideran necesario. Las radiografías pueden ayudar a detectar caries y otros problemas que no se aprecian fácilmente con una simple inspección visual.
El dentista también puede utilizar herramientas como pequeños espejos dentales para obtener mejores vistas del interior de la boca y comprobar si hay signos de caries o problemas con la alineación de los dientes. Además, el dentista puede aplicar tratamientos tópicos de flúor para fortalecer el esmalte dental y proteger contra la caries.
Por último, su dentista debe orientarle sobre cómo cuidar los dientes de su hijo entre visita y visita; esto incluye cepillarse los dientes con regularidad (idealmente dos veces al día), usar hilo dental a diario si es posible, limitar los tentempiés y bebidas azucaradas entre comidas, evitar la alimentación nocturna prolongada con biberón (hasta los 3 años), así como enseñar técnicas adecuadas de limpieza lingual si es necesario.
Pide cita con un Dentista Pediátrico
Es importante programar una consulta al momento que tú hijo cumpla su primer año, la atención temprana es totalmente preventiva ahorra dinero a largo plazo y además reduce exponencialmente el índice de enfermedades dentales en los pequeños como las caries.
El dentista pediátrico es el profesional indicado para ayudarte ya que se especializa en el trato de niños así que su consultorio estará adaptado con peluches, diferentes colores y tendrá mucha paciencia para abordar tanto bebés como adolescentes, no pongas la salud de tú hijo en manos de una persona que no esté registrado oficialmente en tú país.
Práctica y enseña buenos hábitos de higiene dental
Al principio es importante usar una gasa enrollada en el dedo índice humedecida con agua tibia y pasarla con movimientos circulares por todas las encías, de esta forma se mantiene la boca limpia y libre de bacterias en los primeros meses de vida del bebé.
Al aparecer el primer diente ya se puede usar un cepillo de cerdas suaves dos veces al día para ir acostumbrando al bebé a este hábito, luego cuando sea capaz de seguir instrucciones es vital enseñarlo a cepillarse indicando como, cuando, donde pero de una forma divertida y si es posible usando el juego en todo momento.
En el caso de la pasta dental debe ser fluorada y la cantidad a colocar en el cepillo es de un grano de arroz debes consultar cuando empezar a usar enjuague bucal, cada niño presenta condiciones diferentes por eso solo su médico conoce sus necesidades y en base a eso te recomendara el tratamiento más indicado.
Evita las caries por biberón
Por ningún razón dejes a tú bebé dormir con su biberón en la boca lleno de jugo, formula, leche o bebidas azucaradas, ya que sus partículas se aferran a los dientes alimentando a las bacterias que causan caries dentales, si ya creaste este habito en tú hijo al ir a dormir llena el vaso con agua es mucho más sano y evitará este problema.
No usar chupones o chupetes
Existen infinidad de razones anatómicas, fisiológicas y psicológicas para que un niño no use chupón pero además a largo plazo puede afectar la alineación de los dientes sobre todo frontales, cambiar la mordida y hasta disposición de la mandíbula dando como resultados problemas de simetría facial.
Mientras puedas evitar y restringir su uso será mucho mejor para la salud bucal de tú bebé y finanzas familiares ya que en un futuro no necesitará ortondoncia, consulta con un especialista si el uso de chupón se extiende después de los 3 años de edad.
Ten cuidado con los dulces
Existe la falsa concepción que solo los caramelos contienen dulce pero existen infinidad de productos que son ricos en componentes azucarados artificiales, el mayor riesgo es que se pegan en los dientes cambiando el pH bucal mientras alimentan a las bacterias bucales generando caries dentales, debes tener cuidado con algunos jarabes infantiles aromatizados, antibióticos y otros medicamentos ya que mejoran el sabor del producto pero al mismo tiempo aumentan el riesgo de padecer infinidad de enfermedades.
No se trata solo de las caries, algunos medicamentos también aumentan el crecimiento de la Candida un tipo de levadura que se encuentra en la boca y es capaz de conducir a una infección por hongos llamada Candidiasis, los signos son parches blancos cremosos en la lengua y dentro de la boca además de mal olor, si tú hijo consume medicamentos para el corazón, asma y otras afecciones consulta con el dentista para saber si debes modificar algún paso en la higiene bucal para estar seguros que todo estará bien.
Materiales para la limpieza: Cepillos de dientes, pasta de dientes
Los cepillos de dientes y la pasta dentífrica son materiales esenciales para limpiar los dientes de tu hijo pequeño. Es importante elegir el tipo de cepillo adecuado: uno lo bastante pequeño para que quepa cómodamente en la boca del niño y con cerdas suaves para no dañar sus delicadas encías ni su esmalte.
Del mismo modo, es importante encontrar un dentífrico específico para niños, con baja concentración de flúor, sin edulcorantes artificiales y sin colorantes ni aromas añadidos. Busque productos etiquetados como «sin flúor» si desea evitarlo por completo. Además, también puede buscar alternativas naturales como bicarbonato sódico mezclado con agua o aceite de coco mezclado con extracto de menta.
Cuando cepilles los dientes de tu hijo, es importante que no te olvides de la lengua. Las bacterias pueden acumularse rápidamente en la superficie de la lengua; utiliza un cepillo o un rascador de goma diseñado específicamente para este fin (a menudo se venden con los kits dentales infantiles) al menos dos veces al día después de las comidas.
Esto ayudará a eliminar la placa de sus dientes y a reducir el mal aliento. Por último, no olvides las revisiones periódicas al dentista -normalmente cada 6 meses- para poder detectar a tiempo cualquier posible problema y tratarlo con prontitud.
Establecer una buena actitud: Recompensas y elogios
Las recompensas y los elogios son dos métodos eficaces para establecer una buena actitud con los niños pequeños. Los premios ayudan a reforzar los comportamientos deseados, como lavarse los dientes dos veces al día.
Cuando tu hijo cumpla las expectativas que le has fijado, ofrécele algo que le guste y le resulte gratificante, como pegatinas o juguetes pequeños. Los elogios también pueden ayudar a fomentar el buen comportamiento de tu hijo. Mientras su hijo se cepilla los dientes, refuércelo positivamente con palabras de afirmación como «has hecho un trabajo excelente cepillándonos los dientes» o «¡estoy tan orgulloso de ti por cuidarte los dientes!». El uso constante de recompensas y elogios ayudará a crear hábitos saludables en lo que respecta a la higiene dental que durarán hasta bien entrada la edad adulta.
Busca alternativas para motivar a tú hijo
Si a tú hijo no le gusta cepillarse y siempre forma un alboroto debes tener a la mano diferentes herramientas pero la última opción es dejar a un lado el cepillado, cuando son muy pequeños y no siguen instrucciones puedes apoyarte en el juego siendo la mejor forma de hacerlo con diversión y sin llantos, más adelante puedes agregar competencias, retos y otras actividades que vayan acorde con la edad de tú pequeño, integra a su súper héroe favorito, hermanos, primos, canciones y otros gustos que estén presentes en el momento.
No es una tarea fácil así que debemos ser pacientes lo niños suelen comenzar a cepillarse los dientes con la ayuda de un adulto alrededor de los 2 o 3 años de edad, pero no estarán listos para hacerlo totalmente por su cuenta alrededor de los 6 años pero en algunos casos toma hasta los 10 años para que los niños perfecciones sus habilidades, el uso del hilo dental también requiere tiempo al igual que el enjuague donde en la mayoría de los casos no saben escupir y terminan tragándose toda la mezcla.
No esperes hasta el final del día para motivarlo a cepillarse pues ya estará cansado y la cooperación será mínima, busca una hora donde esté alerta y dispuesto a colaborar recuerda que no debemos hacer de esta actividad una pelea todo lo contrario más bien debe ser parte de la rutina diaria, existen pastas dentales infantiles con sabor muy rico que hacen de ese momento un espacio de disfrute al igual que incluir premios y motivación adaptada a la edad e interés del infante.
Recuerda que una mala higiene bucal conduce no solo a caries dentales también a mal aliento, formación de infecciones, alteración en las encías, cambio de color en los dientes e infinidad de enfermedades dentales que desde temprana edad terminan siendo una pesadilla para el niño y toda la familia porque en muchos casos se acompañan de dolor, inflamación e implicaciones psicológicas.