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El embarazo es uno de los períodos más especiales – si no el más especial – en la vida de toda mujer. Llevar una vida dentro de sí genera un conjunto de cambios y situaciones complejas que hacen de esta una etapa singular y llena de detalles imborrables que permanecerán anclados en la memoria.
Como bien es sabido, un embarazo normalmente transcurre en un periodo de nueve meses, y en cada uno de ellos ocurren muchas cosas de índole fisiológica, morfológica y emocional. Vamos a examinar los eventos más relevantes que acontecen mes por mes hasta llegar al nacimiento de ese nuevo ser. A continuación, el primer mes.
¿Qué le ocurre a la madre en el primer mes de embarazo?
Es habitual que durante el primer mes de embarazo muchas mujeres ni siquiera sean conscientes de que están embarazadas, ya sea porque no lo planearon y por tanto no se encuentran en estado alerta frente al más mínimo síntoma, o sencillamente porque no hay síntomas. Pero, si hay una señal que suele ser clave, esa es la ausencia de la regla.
Si pasadas cuatro o cinco semanas no hay rastros, existe la posibilidad de estar embarazada, no obstante, para confirmarlo es mejor acudir al ginecólogo o practicarse una prueba de embarazo que se consigue fácilmente en las farmacias, pues también puede tratarse de un simple retraso (falsa alarma).
Si se confirma que es embarazo, ¿qué pasa generalmente en el primer mes? Aquí vienen algunos síntomas habituales:
Dolor
Es probable que con el paso del primer mes de embarazo surjan dolores en diferentes partes del cuerpo, como en los senos, donde por causa de la hipersensibilidad que se produce en ellos pueden doler con el tacto y el roce de prendas de vestir; además se sienten más grandes y los pezones comienzan a tornarse más oscuros.
La zona de los riñones sufre una leve tensión ya que hay un ser en desarrollo que empieza a abrirse campo poco a poco dentro del organismo. Dicha tensión se acentúa un poco más durante los días en los que normalmente debería venir la regla, pero no hay de qué preocuparse, de hecho las madres suelen adaptarse a esa sensación que las acompaña hasta aproximadamente el cuarto mes de gestación.
Vómito
Los mareos y las náuseas serán un síntoma casi ineludible. Por lo general aparecen desde los primeros días y pueden prolongarse hasta el tercer mes del embarazo o incluso un poco más. Quizás se sientan durante la mañana a la hora de levantarse, o en cualquier momento del día.
Sensación de cansancio
Otro de los cambios que sufre la madre durante el primer mes de embarazo está asociado con una sensación de cansancio y la necesidad de dormir en horas del día que antes no lo requerían. Esto se debe a que los órganos deben adaptarse a un funcionamiento distinto y esos reajustes provocan fatiga.
Sentidos más afinados
Durante el primer mes de embarazo las mamás suelen experimentar una mayor sensibilidad hacia algunos olores y sabores, entonces no soportarán ciertas comidas y ciertos aromas, y sentirán hartazgo más rápido que antes. Por otro lado, también desarrollarán un gusto hacia determinadas comidas, lo que se conoce como filias.
¿Qué le ocurre al bebé en el primer mes de embarazo?
Durante el primer mes de embarazo, no se habla todavía de feto sino de embrión. Habrá que esperar semanas hasta que éste comience a tomar forma y los órganos se desarrollen.
Al final del primer mes de embarazo los latidos del recién formado corazón llegan a unos 150 por minuto, que si bien son imperceptibles al oído, están allí. Este diminuto corazón está rodeado de un sistema circulatorio primitivo y otras partes del cuerpo que empiezan a crecer como:
- El cordón umbilical
- Las piernas y los brazos
- La cabeza y médula
- El paladar
Con todo esto, el embrión usualmente no alcanza a medir más de un centímetro, y pesa menos de un gramo.
Recomendaciones para el primer mes de embarazo
Como hemos mencionado, la formación de una nueva vida dentro de otra desencadena una serie de cambios y adaptaciones que a su vez generan nuevas necesidades al organismo de la madre.
Por ejemplo, hay hormonas que son segregadas para evitar que haya ovulación y para preparar el útero donde crecerá el bebé. Otras sustancias del cuerpo como el ácido fólico deben estar en niveles adecuados para evitar problemas en la formación del feto.
Todo esto implica que la madre debe recurrir a suplementos alimenticios y a un estilo de vida muy saludable para que el proceso de gestación sea exitoso. ¿Qué implica eso de estilo de vida saludable? Vamos a ver algunos aspectos esenciales a tener en cuenta:
Dieta equilibrada
Hay que prestar especial atención a la palabra equilibrio, pues no se trata de saturar el cuerpo de sustancias sino de consumirlas en las medidas adecuadas. Para esto es muy importante la visita al nutricionista, quien te podra crear una guía alimentaria perfecta para tu embarazo y aportará lineamientos muy valiosos que se ajustan a cada madre en particular desde el primer mes de embarazo.
Por lo general, dentro de los nutrientes más importantes para esta etapa están: el calcio que se encuentra en la leche y sus derivados, el omega 3 del pescado, y la hidratación, que es fundamental. También es esencial el consumo de frutas y verduras, las cuales poseen muchas vitaminas para el cuerpo.
Ejercicio
Muchas mujeres ven con cierto recelo el hacer actividad física pues creen que el bebé se verá afectado. Pero el ejercicio adaptado a las necesidades de las madres durante el primer mes de embarazo es un gran aliado contra los síntomas, ayuda a prepararse para el parto y a recuperarse después del mismo.
Hoy en día hay rutinas disponibles que trabajan la resistencia y elasticidad, como los Pilates, excelentes para desarrollar fortaleza en los músculos de la zona pélvica por ejemplo.
Evitar sustancias tóxicas
Las sustancias tóxicas como el cigarrillo, el alcohol, las comidas procesadas, medicamentos y alucinógenos definitivamente deben estar lejos durante el periodo de gestación, aunque en realidad deberían estar siempre lejos, pero más aún en esta etapa.
El cigarrillo por ejemplo, contiene alrededor de 4000 sustancias que son altamente nocivas para el organismo, es causante de todos los tipos de cáncer y al consumirlo durante el embarazo se reduce la cantidad de oxígeno que recibe el feto, lo que hace que su pulso cardiaco se acelere, el tamaño de los pulmones aumente, disminuya la circulación de sangre en la placenta y por consiguiente que el bebé no reciba los nutrientes suficientes para una formación óptima. Tanto fumar como recibir humo es muy nocivo.
Otros riesgos a los que se expone una mujer embarazada que haga uso de sustancias tóxicas son:
- Parto prematuro
- Malformaciones congénitas del bebé
- Muerte súbita del lactante
- Enfermedades respiratorias
- La capacidad de amamantar disminuye y la leche portará toxicidad
- El bebé nacerá con bajo peso
El consumo de alcohol por su parte genera otros riesgos para el bebé, éstos están relacionados con anomalías cardiacas, cambios en la morfología del rostro, problemas de crecimiento, problemas de equilibrio, tono muscular precario y problemas de aprendizaje.
Así como el tabaquismo y el consumo de alcohol solo provocan efectos negativos para la salud de la madre y del bebé, otros elementos mencionados como las comidas procesadas y sustancias alucinógenas también son muy perjudiciales. Podríamos enumerar muchas consecuencias más, pero lo más indicado es llegar a una sencilla conclusión: evitarlas por completo.
Hidratación
El ser humano está compuesto en un 70 % de agua, así que hidratarse es siempre vital. Procura llevar suero, agua y/o jugos naturales, además porque los vómitos constituyen una pérdida considerable de líquidos. Evita las gaseosas, los jugos pasteurizados, el té en botella y las bebidas energizantes, que aparte de tener un alto contenido de azúcar, poseen otros elementos dañinos para la salud.
Reducir o eliminar el consumo de cafeína
Los especialistas afirman que el organismo necesita bastante tiempo para eliminar los efectos de la cafeína y que las mujeres embarazadas requieren aún más. Entre otras razones, la cafeína es capaz de cruzar la placenta y por tanto puede llegar a influenciar el desarrollo del feto, afectando su crecimiento y provocando incluso anormalidades.
No obstante, un consumo moderado no tiene por qué afectar al bebé. El mejor consejo es consultar con el médico para llegar a un consenso.
Descanso
El descanso es fundamental para el ser humano. Durante los períodos de reposo se llevan a cabo procesos de regeneración celular, se producen hormonas que contribuyen con la reparación corporal, se fortalece el sistema inmune, se estabiliza el sistema nervioso y se reduce el estrés.
Es necesario aprovechar la noche para descansar bien, pues es durante los períodos de oscuridad total en los que se ejecutan procesos bioquímicos claves para el buen funcionamiento del cuerpo.
¿Cómo prepararse para el primer mes de embarazo?
Hay varias cosas a tener en cuenta con relación a la preparación durante el primer mes de embarazo.
Como bien se dijo en las recomendaciones, es importante realizar actividad física pero con moderación. Así que, si practicas deportes de contacto como el básquet o el fútbol, lo mejor es que sacrifiques un poco esas disciplinas por otras menos riesgosas para el bebé que está empezando a formarse.
Obviamente hay otros deportes que no se practican en equipo pero tienen un buen grado de peligrosidad durante el embarazo, como los deportes extremos, las artes marciales e incluso la equitación.
Entonces, una buena preparación puede incluir el programar actividades físicas y rutinas deportivas que no disparen el riesgo de un aborto natural.
Otro asunto que debes tener en cuenta son las mascotas que tienes en casa, en especial los gatos.
¿Qué hay de malo con los gatos durante el embarazo?
En realidad no se trata de condenarlos sino de adoptar todas las medidas necesarias para proteger al bebé desde el primer momento.
Resulta que los gatos pueden ser portadores de un parásito llamado toxoplasma gandii, el cual se encuentra en la carne cruda de vaca y otras que no atraviesan un proceso de cocción suficiente; también se ha hallado en frutas y verduras mal lavadas, el polvo, la tierra, y en general todo sitio que pudiese haber tenido contacto con heces de gato.
Los gatos se hacen portadores de este parásito por medio de los animales que cazan y por la carne cruda que comen. Se dice que el gato es portador porque no necesariamente lo sufre pero es capaz de transmitirlo a las personas, quienes sí se enferman.
La enfermedad que transmite este parásito se llama toxoplasmosis, la cual puede causar síntomas que van desde fiebre y jaquecas, hasta dolores musculares y cuello rígido. Pero el peligro va más allá puesto que la sangre infectada de la madre puede llegar al bebé y ocasionarle pérdida auditiva, de visión, y retraso mental. En ciertos casos, los bebés nacen aparentemente bien pero los problemas mentales o de visión pueden aparecer con el paso del tiempo.
¿Qué hacer entonces?
Hay que evitar a toda costa el contacto con los desechos del gato. Para ello, la mujer embarazada no debería limpiar las heces del animal, y si lo hace, que sea utilizando guantes desechables y luego lavarse las manos con bastante jabón.
En caso de tener jardín en la casa, también es prudente adoptar cuidados al realizar trabajos allí, como podar el pasto, manipular las plantas, sembrar, etc. Ya que es posible que haya restos de desperdicios del gato.
Al entrar en contacto con el animal hay que estar atentos para evitar mordeduras y/o rasguños, también es necesario abstenerse de llevarse las manos a la nariz y los ojos después de manipularlo. Siempre se debe lavar las manos luego de jugar con él o simplemente tocarlo.
Como dijimos arriba, hay otras formas de infectarse con el parásito que produce la toxoplasmosis: carne cruda, vegetales y/o frutas sin lavar, y leche sin pasteurizar. Por tanto, hay que evitar consumir carne que no esté bien cocinada, lavar muy bien las frutas y los vegetales y consumir leche de proveedores de confianza.
Hay una cosa más para mencionar que tiene mucho que ver con la preparación para la llegada de un miembro más de la familia y tiene que ver con aquellas madres que ya tienen uno o más hijos (sobretodo hijos pequeños, niños aún).
Probablemente este consejo sea más útil para aquellas mujeres que sólo tienen un hijo, pues las que tienen dos o más seguramente conocen lo que comentaremos a continuación.
Es bastante recomendable que desde un principio se les hable a los niños acerca del bebé que viene en camino para que sepan que alguien más va a llegar a ocupar su espacio. Coméntales que vas a experimentar unos cambios en tu cuerpo que pronto serán evidentes.
Como nos referimos principalmente a hijos menores de edad, niños para ser más exactos, es importante hacerlos parte del proceso en vez de ocultarles lo que ya está pasando, pues podrían sentirse marginados y al nacer su hermanito o hermanita sentirse invadidos y hasta sustituidos.
Hazlos consentir tu barriga, que le hablen al bebé, que lo llamen por nombre (obviamente cuando se conozca su género, a eso del cuarto mes), y en general hacerlos partícipes de diversas actividades maternas, así va a resultar provechoso porque tendrán la oportunidad de manifestarle afecto desde mucho antes de nacer.
El Ácido Fólico
Una última cosa con relación a la preparación es el tema del ácido fólico.
Esta sustancia es necesaria incluso para aquellas mujeres que están buscando quedar embarazadas, es decir, desde antes del inicio de la gestación.
En el bebé, el ácido fólico (también llamado vitamina B9) previene defectos en el tubo neural, cerebro, labio leporino, algunos defectos del corazón, entre otros. En la mamá, este ácido ayuda a crear glóbulos rojos y por ende favorece la prevención de la anemia, como también la preclamsia.
¿Cuánto, cómo y desde cuándo consumir ácido fólico?
Se recomienda comenzar a consumirlo alrededor de un mes antes del embarazo (antes de comenzar a intentar quedar embarazada). El ácido fólico puede encontrarse en forma de suplemento vitamínico o en alimentos como los frijoles, las arvejas, lentejas, el brócoli y los espárragos; en cuanto a las frutas, los cítricos contienen ácido fólico también. Sin embargo, algunas investigaciones han arrojado que el organismo absorbe mejor el ácido fólico contenido en los suplementos vitamínicos que en los alimentos de origen natural. A este respecto, muchas entidades reconocidas motivan a las mujeres a ingerir esta sustancia en forma de suplemento así no tengan la intención de quedar embarazadas.
El primer mes de embarazo es el comienzo de un camino que normalmente durará nueve meses. Desde ese momento en el que te enteras que llevas una vida dentro -que no necesariamente es el día uno de embarazo, puede haber pasado ya incluso más de un mes o más- hasta que ya tienes al niño o la niña en brazos, pasarán muchas cosas que te enseñarán y te harán sentir cosas nuevas. Ármate de paciencia, valor y mucho amor para dar; vincula a los tuyos: pareja, padres, hijos, y hazlos partícipes de esa aventura que te hará vivir emociones de todos los colores: ansiedad, impaciencia, ilusión, felicidad, nostalgia, etc. Por eso es una etapa única y especial que debes valorar.
¡Ánimo y adelante!