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El tercer mes de embarazo tiene que ver con transiciones. Como bien es sabido, el periodo de embarazo suele dividirse por trimestres, así que este mes correspondería a la conclusión del primero de ellos.
En este tiempo la madre seguirá sintiendo, aunque en algunos casos en menor medida, los síntomas que venían del primer y segundo mes de embarazo como los vómitos, mareos y el cansancio.
Comenzará a notarse levemente el crecimiento de la barriga y los senos, y como factor común el aumento del apetito dado el crecimiento del embrión, que pasará a llamarse feto, y por ende necesitará un mayor consumo de ciertos alimentos que veremos más adelante.
El primer tercio está por concluir. El avance sigue paso a paso, examinemos un poco lo que trae este tercer escalón.
¿Qué le ocurre a la madre en el tercer mes de embarazo?
Para el tercer mes de embarazo el asunto del aumento de peso en la madre se hace notorio: algunas prendas de vestir comienzan a quedar ajustadas y preferirán dejar de usar otras.
Todo esto se debe obviamente al crecimiento del bebé, quien para el tercer mes de embarazo ya tiene huesos cada vez más sólidos y órganos en proceso de formación.
Síntomas del tercer mes de embarazo
Como ha venido ocurriendo desde el primer mes de embarazo, los senos se ven muy afectados durante el embarazo, pues aumenta su sensibilidad al tacto y al roce con la ropa. Además, puede que se siga apreciando un aumento en su tamaño y alteración en el color de los pezones.
Las náuseas y los vómitos persistirán, aunque puede que para para el final del tercer mes de embarazo vayan disminuyendo hasta desaparecer.
Como se mencionó al comienzo, el proceso de gestación se divide en tres trimestres. El paso del primero al segundo es identificado por los especialistas como etapa de transición en el que los primeros síntomas van quedando atrás y surgen otros nuevos.
El aumento de peso va más allá de no poder utilizar ciertas prendas de vestir, cada vez se ganarán más libras al punto de que algunas madres incrementan su peso hasta en 35 (al final del embarazo, claro está).
Este peso se distribuye de acuerdo con la contextura física, genética, como también la alimentación y la actividad física. Pero generalmente se encuentra que el bebé y las reservas de grasa, los nutrientes y las proteínas llegan a alcanzar el 50 % de ese peso.
El otro 50 % se distribuye entre la placenta, el líquido amniótico, los senos (de uno a dos kilos), flujo sanguíneo, útero (un kilo aproximadamente) y la retención de líquidos.
Con el aumento del flujo de la sangre por el cuerpo, algunas venas se hacen notorias en las piernas y el abdomen. Otros síntomas son dolores de cabeza, aumento de la frecuencia urinaria, indigestión y acidez, fatiga, también la atracción (antojos) o rechazo hacia ciertos aromas y alimentos, variación en el ánimo a causa de los cambios hormonales, cambios en el flujo vaginal y también estreñimiento.
¿Qué le ocurre al bebé en el tercer mes de embarazo?
Para el tercer mes de embarazo ahora se le llama feto y los cambios siguen su curso: los órganos que venían desarrollándose evolucionan aún más y aparecen nuevas partes del cuerpecito del bebé, que en promedio alcanza a medir entre una y tres pulgadas y llegará a pesar aproximadamente 1.5 onza.
Empezando de arriba hacia abajo tenemos que:
- La cabeza del bebé posee una forma mucho más redondeada y su tamaño sigue siendo casi el mismo que el del resto del cuerpo, por lo que se ve muy grande.
- Los lóbulos de las orejas, la nariz y los labios ya han aparecido, como también los párpados, que cubrirán los pequeños ojos del bebé todo el tiempo.
- El feto posee su función auditiva desarrollada y en su cerebro se han empezado a formar las primeras células nerviosas.
- Los ojos, los oídos y la boca –que ya puede abrir y cerrar- se encuentran prácticamente en su sitio. En otras palabras, el rostro del bebé tiene una mayor definición y esto puede apreciarse en las ecografías. Por cierto, como es capaz de abrir y cerrar la boca, muy probablemente tragará líquido amniótico, pero esto no será un problema puesto que éste será eliminado por medio de la orina.
- La cabeza, que venía siendo sostenida por los hombros, ahora es soportada por el cuello.
- Para esta etapa de crecimiento del feto, su piel es transparente, lo cual posibilita divisar los vasos sanguíneos.
- Debido a que algunos huesos del feto empiezan a volverse más duros, la madre deberá consumir más calcio.
- Con el desarrollo muscular viene también la posibilidad de un movimiento progresivo del feto, el cual también podrá verse a través de las ecografías.
- En las extremidades superiores los dedos empiezan a separarse y las uñas a crecer. Como hay un desarrollo muscular significativo y las articulaciones ya son funcionales, el bebé es capaz de llevarse el pulgar a la boca.
- En este mes suele aparecer por todo su cuerpo un vello bastante delgado denominado lanugo, cuya función es protectora. Con el paso del tiempo desaparecerá por sí solo.
- Los intestinos siguen desarrollándose.
- Los órganos genitales estarán ya presentes externamente, no obstante, no todos los médicos optarán por realizar el examen de ultrasonido para conocer el género del feto.
- El cordón umbilical le sirve al bebé para recibir la sangre rica en nutrientes proveniente de la madre, como también oxígeno para respirar.
Recomendaciones para el tercer mes de embarazo
Ahora sí, en el tercer mes de embarazo los cambios en el peso de la madre son más notorios, por lo cual es importante cambiar buena parte del closet y utilizar prendas cómodas y necesariamente más amplias.
Como los senos aparte de ser más sensibles aumentan su tamaño, habrá que conseguir sostenes de maternidad y de materiales suaves para evitar la incomodidad resultante del roce con la ropa.
Frente a los síntomas que aparentemente pueden solucionarse con alguna pastilla como los dolores de cabeza, el estreñimiento y las náuseas, quizás la madre sienta la tentación de acudir a algún medicamento para aliviar sus males.
Lo mejor es evitar caer en tales tentaciones y acudir al consejo del doctor, ya que como hemos venido insistiendo, los medicamentos contienen sustancias químicas capaces de afectar al feto.
Por tanto, hay que evitar la auto-medicación y acudir a la orientación de un profesional calificado.
La hidratación sigue siendo un pilar de los cuidados y las recomendaciones para el tercer mes de embarazo.
Sabiendo de antemano que los vómitos persisten (aunque puede que cada vez menos) y la frecuencia urinaria también es mayor, es necesario tener líquidos a la mano, especialmente los sueros y las bebidas (recomendadas por el doctor) que reponen sales minerales y electrolitos.
Es fundamental evitar las bebidas gaseosas y los refrescos que por un lado no hidratan, y por el otro, están cargadas de azúcar y otras sustancias enemigas de la buena salud.
El cuerpo de la madre adopta un mecanismo de reservas por si llega a ser necesario, dicho mecanismo se conoce como disminución del metabolismo basal.
Frente a este proceso automático del organismo, una buena medida a tomar es procurar mantener la actividad física (como siempre bajo la orientación y supervisión de entrenadores y profesionales del tema), seguir con la dieta balanceada y como fue dicho anteriormente, evitar las comidas cargadas de azúcar como las bebidas gaseosas y los dulces.
La recomendación con relación a los snacks es llevar siempre en el bolso o morral una fruta fresca, ya que aportará más vitaminas y nutrientes que una galleta o golosina por ejemplo.
Definitivamente es mejor sacar del menú las comidas rápidas y empaquetados, ya que su contenido es mayormente grasas y sustancias químicas como nitritos (carnes procesadas de las hamburguesas, salchichas, etc.) que no aportarán un valor nutricional significativo sino daños potenciales a la salud de la madre y del feto.
Para aumentar el abanico de opciones entre comidas desde el tercer mes de embarazo, sugerimos los siguientes:
- Frutos secos: maní, nueces, almendras, pistachos y avellanas. Además de ser ricos en antioxidantes, reducir el colesterol “malo” y aportar minerales como el calcio (fundamental para el desarrollo óseo del bebé), hierro, potasio y fósforo entre otros, son una gran ayuda contra la fatiga y el estrés, y ayudan a subir las defensas. Mejor evitar aquellos que vienen cubiertos de sal.
- Frutas con yogur: además de los nutrientes y la fibra que aportan frutas como la manzana, papaya y el melón, el yogur aporta calcio y favorece el tracto intestinal, lo que en consecuencia te ayudará con el estreñimiento.
- Jugos de fruta: aunque lo mejor siempre será consumir la fruta entera para no desaprovechar ninguno de sus beneficios, los jugos son también una opción muy viable.
- Combinaciones con vegetales: ensaladas de tomate y aguacate; emparedado de pollo con lechuga, cebolla y tomate; patatas con cilantro; en fin, hay muchas combinaciones deliciosas y muy nutritivas a considerar. Puedes usar tu imaginación o consultar algunas recetas especiales para el periodo de gestación.
- Miel: este es un alimento ideal durante el embarazo por su aporte energético y nutricional, sólo que debe consumirse en las cantidades correctas, no excederse. Entre otros beneficios, la miel aporta ácido fólico (fundamental para prevenir defectos congénitos severos), favorece la formación de anticuerpos y ayuda a tener una buena digestión.
¿Cómo prepararse para el tercer mes de embarazo?
Durante el embarazo es importante ganar peso para favorecer el desarrollo del bebé. No es que las mujeres embarazadas ganen kilos única y exclusivamente porque hay una nueva vida creciendo dentro de ellas, es que deben proponerse aumentar su peso para un embarazo óptimo.
Ahora, no es tampoco ganar peso como sea y comiendo de todo. Se trata de comer bien, balanceado y saludable durante el embarazo para que la pérdida de peso posterior al parto sea más sencilla. Si la ganancia de peso no se da bajo estos parámetros, existe el riesgo de obesidad, la cual puede generar problemas y complicaciones como la diabetes gestacional, preclamsia, necesidad de practicar cesárea, entre otras.
Entonces, como ya hemos dicho, lo mejor es la dieta balanceada, la guía del nutricionista, dietista o el mismo ginecólogo, y evitar al máximo las comidas cargadas de grasas, azúcar y los empaquetados, que aparte de los inconvenientes que pueden generar, el peso que se gana gracias a su consumo es muy difícil de eliminar.
Sin embargo, para dar una idea de los requerimientos nutricionales de la mujer en estado de embarazo, vamos a presentar una pequeña lista que puede servir de guía:
- Los carbohidratos son los nutrientes que más deben consumirse a diario: unos 175 gramos. Éstos se hallan en alimentos como el arroz, la pasta, el maíz, y el pan.
- Las proteínas siguen en la lista y las cantidades que suelen recomendarse oscilan entre 70 y 80 gramos. El aporte de este nutriente va desde contribuir con la formación celular hasta favorecer la lactancia natural. Las proteínas se encuentran en las carnes blancas (pollo), pescado y carne de res (liviana, hay que evitar las carnes con alto contenido graso). Hay vegetales como las lentejas, arvejas y los frijoles que también pueden suministrar proteínas.
- Otro nutriente indispensable es el calcio. Unos 800 miligramos diarios en promedio pueden satisfacer los requerimientos de este elemento. El calcio contribuye a la buena formación de los huesos, dientes, músculos, el sistema nervioso y corazón del feto, y está presente en alimentos como la leche y sus derivados: yogurt, queso, kumis, etc. Otros alimentos que contienen calcio son la col rizada, el repollo chino, las sardinas, la leche de soya, el jugo de naranja, la espinaca y el huevo. Consumir calcio es crucial, puesto que de no hacerlo, éste se tomaría de los huesos de la madre, lo que los debilitará y los dejaría propensos a fracturas y hasta la osteoporosis.
- Las vitaminas C y B6 deben consumirse en cantidades aproximadas de 70 y 1.9 miligramos respectivamente para satisfacer los requerimientos del organismo. La vitamina C es indispensable para el fortalecimiento del sistema inmune y puede hallarse en el jugo de naranja, la papaya, el brócoli, y la coliflor. La vitamina B6 es esencial para sintetizar las proteínas, grasas y los carbohidratos, como también para la formación de glóbulos rojos. Ésta vitamina se puede encontrar en el pescado, el pollo, huevos, garbanzos, lentejas, espinaca y banano.
- En el organismo de la mujer en embarazo hay más sangre circulando, por lo cual requiere un consumo mayor de hierro para formar más hemoglobina; si falta, puede producir anemia. El hierro está presente en el pollo, pescado, la carne de res (preferiblemente baja en grasa); y vegetales como el frijol y la espinaca. El requerimiento de hierro está entre 22 y 27 miligramos.
- Otras vitaminas necesarias y que requieren un menor consumo son la vitamina A (alrededor de 550 microgramos), presente en frutas de color verde y amarillo como el mango, limón, las naranjas, los pomelos, los albaricoques; y vegetales como la zanahoria, calabaza, espinaca, col rizada, el brócoli y la remolacha. La vitamina B12 (2.3 microgramos), importantísima para evitar problemas del tubo neural, se encuentra en el pollo, huevos, leche de vaca, yogur y queso; y la vitamina D está en pescados como el atún, el salmón y otros alimentos como el hígado, los cereales y el queso. Cabe recordar que se recomienda tomar el sol para un aprovechamiento completo de esta vitamina. La combinación de vitamina D más sol ayuda a mantener huesos fuertes.
- El ácido fólico requiere unas cantidades diarias que oscilan entre los 400 y 600 microgramos. Éste se puede encontrar en suplementos vitamínicos y en algunos granos y cereales (hay que fijarse en la etiqueta para corroborar que lo contengan).
Por favor, ten en cuenta que los valores anteriores no son para aplicar a todas las mujeres por igual, ya que las variables como la estatura, el peso, grado de actividad física y la etapa del embarazo influyen notablemente en las necesidades individuales.
Como mencionamos arriba, el propósito es ilustrar un poco los valores aproximados pero de ninguna manera debes obviar el consejo profesional y personalizado.
Con el final del tercer mes de embarazo se acerca también la terminación de algunos síntomas persistentes como los vómitos y las náuseas, que irán desapareciendo a partir del cuarto mes. El desarrollo físico del bebé permitirá incluso conocer el género, un momento que es muy esperado por los padres.
El camino debe continuar. Mucho ánimo para lo que viene que será cada vez más emocionante. No olvides los consejos y nunca bajes la guardia con los cuidados, recuerda que todo lo que te afecta a ti afectará también al pequeño ser que llevas en tu vientre, sea de manera positiva o negativa.
Pregunta al médico todo cuanto quieras. No guardes dudas ni temas revelarle cosas que por más íntimas que parezcan, pueden tener incidencia en el embarazo. Cualquier inquietud debe ser resuelta para bien de la madre, el bebé y la familia.
Se vienen seis meses cargados de emociones. Entre más se acerca el día, más se olvidan los momentos no tan gratos que hayas tenido que atravesar y se fortalece la ilusión.
¡Muy pronto tendrás en tus brazos a una criatura que te cambiará la vida!