Publicado: 22 febrero, 2023
Actualizado: 26 abril, 2023
La anemia es un problema de salud común y muy prevenible en los niños que puede causar fatiga, dificultad para concentrarse y complicaciones a largo plazo.
Aunque la anemia puede estar causada por diversos factores, hay muchas maneras de ayudar a garantizar la salud óptima de su hijo y prevenir el desarrollo de la anemia.
Una buena nutrición y una ingesta adecuada de hierro son importantes para prevenir la anemia en los niños, así como conocer los signos a los que hay que prestar atención si aparecen síntomas.
En este artículo
¿Qué es la anemia?
La anemia es una afección en la que el número de glóbulos rojos o su capacidad de transporte de oxígeno es inferior a lo normal, lo que provoca fatiga y otros síntomas. Para prevenir la anemia en los niños es importante asegurarles una dieta equilibrada rica en hierro, folato, vitamina B12 y cobre.
El hierro ayuda a producir hemoglobina, que transporta el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo; el folato ayuda a formar glóbulos rojos sanos; la vitamina B12 contribuye a la salud de los nervios y las células; y el cobre ayuda a la producción de glóbulos rojos. Según la edad, los niños deben tomar entre 10 y 18 mg de hierro al día.
Los alimentos ricos en estos nutrientes incluyen carnes magras como el pollo o el pescado; verduras de hoja verde como las espinacas o la col rizada; alubias, frutos secos y semillas como las almendras o las pipas de calabaza; cereales enriquecidos; frutas como las naranjas o las fresas; productos lácteos como la leche, el yogur y el queso; huevos; cereales integrales como el germen de trigo o la avena.
También se recomienda que los niños eviten el exceso de alimentos procesados con alto contenido en azúcar y sodio, que pueden contribuir a la anemia. Además, fomentar la actividad física puede ayudar a aumentar la producción de glóbulos rojos y a mantener altos los niveles de hierro.
Causas de la anemia en los niños
Anemia ferropénica: La anemia ferropénica es el tipo más común de anemia en niños, causada por una falta de hierro en el cuerpo. Esto puede deberse a que no se obtiene suficiente hierro de la dieta, a la dificultad para absorber el hierro de los alimentos o a la pérdida de sangre.
Algunos factores de riesgo para desarrollar anemia ferropénica son ser menor de cinco años, tener bajo peso al nacer, tomar leche de vaca antes de los 12 meses de edad y vivir en la pobreza. Para prevenir este tipo de anemia es importante que los niños tengan acceso a alimentos sanos que contengan niveles adecuados de hierro y otras vitaminas y minerales esenciales necesarios para su crecimiento y desarrollo.
Anemia por carencia de vitamina B12: La deficiencia de vitamina B12 es otra causa de anemia en los niños. Se produce cuando no hay suficiente vitamina B12 en el organismo, lo que puede provocar una disminución de la producción de glóbulos rojos.
Los factores de riesgo asociados al desarrollo de este tipo de anemia incluyen la desnutrición o mala alimentación, enfermedades gastrointestinales crónicas como la enfermedad de Crohn o la celiaquía, la anemia perniciosa (una afección en la que el revestimiento del estómago no absorbe adecuadamente la vitamina B12), así como determinados medicamentos.
La prevención incluye asegurarse de que los niños reciben niveles adecuados de vitamina B12 a través de su dieta, ya sea mediante alimentos enriquecidos o suplementos, si es necesario.
Anemia por deficiencia de folato: La anemia por deficiencia de folato está causada por una ingesta o absorción inadecuada de folato (vitamina B9).
Dieta sana y nutrientes
Una de las mejores formas de prevenir la anemia en los niños es asegurarse de que siguen una dieta sana con suficientes nutrientes. Deben incluir en su dieta alimentos ricos en hierro, como cereales integrales, carne roja, verduras de hoja verde, frutos secos y semillas.
El consumo de estos alimentos les proporcionará las cantidades adecuadas de hierro necesarias para la producción normal de hemoglobina. Otros nutrientes importantes son la vitamina B12 y el folato, que pueden encontrarse en los productos lácteos, los cereales y panes enriquecidos, los huevos y el hígado.
Comer una comida equilibrada que incluya estos micronutrientes puede ayudar a prevenir la anemia en los niños. Además de proporcionar al organismo las vitaminas y minerales esenciales para la producción de glóbulos rojos, también es importante que los niños se mantengan hidratados bebiendo mucho líquido a lo largo del día.
Esto ayuda a que sus cuerpos absorban todos los nutrientes necesarios de los alimentos de forma más eficaz para que puedan mantenerse fuertes y sanos.
Alimentos ricos en hierro
Las vísceras, como el hígado de buey, son una fuente de hierro especialmente rica para los niños. Otras fuentes animales son el pollo, el cerdo y el pescado. Para los vegetarianos o veganos, las legumbres como las lentejas, las alubias rojas y los garbanzos son buenas fuentes de hierro.
Los frutos secos como los anacardos o las almendras también contienen altos niveles de hierro, al igual que las semillas como las de calabaza y calabacín. Los cereales integrales como la avena y la quinoa también son excelentes fuentes de hierro en la dieta.
Las verduras de hoja verde como las espinacas, la col rizada y las acelgas también aportan algo de hierro; sin embargo, su contenido es inferior al de otros alimentos de esta lista.
Por último, los cereales enriquecidos para el desayuno pueden ser una forma sencilla de aportar hierro adicional a la dieta de su hijo. Si le preocupa la cantidad de hierro que su hijo ingiere en la dieta, es importante que hable con un profesional sanitario que pueda aconsejarle en consecuencia.
Fuentes de vitamina B12
La vitamina B12 es un nutriente esencial que ayuda a prevenir la anemia en los niños. Ayuda a producir glóbulos rojos sanos y puede encontrarse en una gran variedad de alimentos. Los alimentos de origen animal son las mejores fuentes de vitamina B12, como la ternera, las aves de corral, los huevos, el pescado, la leche, el yogur y el queso.
Los veganos y vegetarianos deben considerar la posibilidad de tomar suplementos de B12, ya que los alimentos de origen vegetal no suelen contener suficiente cantidad de esta vitamina. Los cereales enriquecidos y la levadura nutricional son dos buenas fuentes para quienes siguen dietas basadas en plantas.
Las vísceras, como el hígado, también son buenas fuentes de vitamina B12, pero pueden no ser adecuadas para los niños pequeños debido a su fuerte sabor. Además, algunas multivitaminas también contienen cantidades suficientes de este nutriente, por lo que es importante leer las etiquetas al comprar estos productos o pedir consejo a un médico o nutricionista si es necesario.
Hábitos de vida
Los niños pueden prevenir la anemia desarrollando hábitos de vida saludables. Es esencial seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en hierro, como las verduras de hoja verde, las judías y los cereales enriquecidos.
Además, los niños deben evitar consumir demasiados alimentos ricos en calcio o fibra, ya que pueden inhibir la absorción del hierro de la dieta.
Garantizar una ingesta diaria adecuada de vitamina C también puede ayudar a aumentar la absorción de hierro. También es importante asegurarse de que los niños reciben suficiente vitamina B12 y ácido fólico, ya que estas vitaminas también desempeñan un papel en la prevención de la anemia.
La actividad física es otro factor clave para que los niños prevengan la anemia. El ejercicio ayuda a mejorar la circulación, lo que aumenta los niveles de oxígeno en el torrente sanguíneo y, en última instancia, mejora la salud en general y reduce las probabilidades de padecer anemia.
Por último, las revisiones periódicas con el médico son necesarias para controlar cualquier posible cambio en la dieta o en los hábitos de vida que puedan afectar al riesgo de padecer anemia y otras enfermedades. Tomar medidas como éstas puede ayudar mucho a los niños a mantener una buena salud y evitar enfermedades como la anemia.
Conclusión: Estrategias de prevención
Una de las mejores estrategias para prevenir la anemia en los niños es asegurarse de que tienen acceso a una dieta sana y equilibrada. Ésta debe incluir alimentos ricos en hierro, como carnes magras (especialmente hígado), verduras de hoja verde, frutos secos y semillas, alubias, lentejas y legumbres.
Consumir alimentos que contengan vitamina C junto con alimentos ricos en hierro también puede ayudar a aumentar su absorción. Además, incorporar cereales enriquecidos con hierro a sus comidas también puede ser beneficioso.
Otra estrategia de prevención importante es identificar cualquier enfermedad o infección subyacente que pueda causar anemia en los niños y trabajar con un médico o profesional sanitario para tratar estos problemas.
También se recomiendan las revisiones médicas periódicas, sobre todo en el caso de los niños pequeños, que corren más riesgo de desarrollar anemia debido a su rápido ritmo de crecimiento. Si es necesario, el médico puede recetar suplementos de vitamina B12 u otros nutrientes para prevenir la aparición de anemia en determinados casos.
Por último, es importante que los padres y cuidadores se informen sobre los signos y síntomas de la anemia para que puedan solicitar atención médica inmediata en caso necesario. La detección y el tratamiento precoces son fundamentales para prevenir las complicaciones a largo plazo asociadas a esta enfermedad.