Publicado: 1 enero, 2023
Actualizado: 9 mayo, 2025
¡Felicidades, mamá! Has llegado a la semana 36 de embarazo, un momento realmente especial en tu viaje hacia la maternidad.
Estás en la recta final, transitando el último mes antes de conocer a tu pequeño. En esta etapa, tu bebé está prácticamente listo para nacer y tu cuerpo está haciendo los ajustes finales para el gran momento.
Aunque puedas sentirte algo incómoda o ansiosa, recuerda que cada día que pasa te acerca más a tener a tu bebé en brazos.
Este artículo te guiará a través de todo lo que necesitas saber sobre esta importante semana. ¡Vamos a descubrirlo juntas!
En este artículo
Desarrollo del bebé
En esta etapa tan avanzada del embarazo, tu bebé está experimentando cambios significativos que lo preparan para su vida fuera del útero. Veamos con detalle cómo se está desarrollando tu pequeño.
Tamaño y comparación con una fruta/objeto cotidiano
Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de una lechuga romana o un melón pequeño. Mide cerca de 47-49 centímetros desde la coronilla hasta los talones y pesa alrededor de 2.5 a 2.7 kilogramos.
¡Es impresionante pensar que ese pequeño ser que comenzó como una célula microscópica ahora ocupa gran parte de tu útero!
Órganos y sistemas que se están desarrollando esta semana
Los sistemas de tu bebé están casi completamente desarrollados. Sus pulmones continúan madurando y produciendo surfactante, una sustancia que permitirá que los alvéolos pulmonares se expandan correctamente al respirar después del nacimiento.
Su hígado está trabajando para procesar los desechos, y su sistema digestivo contiene su primer meconio (las primeras heces).
El sistema inmunológico sigue fortaleciéndose, ya que continúa recibiendo anticuerpos a través de la placenta. Estos anticuerpos le brindarán protección durante sus primeros meses de vida.
Hitos importantes del desarrollo fetal
Un hito crucial en la semana 36 es que tu bebé ha descendido más hacia la pelvis, una posición conocida como «encajamiento», especialmente si es tu primer embarazo. Este movimiento ayuda a preparar tanto a tu bebé como a tu cuerpo para el parto.
El bebé está perfeccionando sus reflejos de succión y deglución, fundamentales para la alimentación después del nacimiento. Su coordinación mejora, permitiéndole girar la cabeza de lado a lado y realizar movimientos más controlados con sus extremidades.
Además, el lanugo (el fino vello que cubría su cuerpo) está desapareciendo, aunque puede quedar un poco en los hombros y la espalda.
La vernix caseosa (la sustancia blanca y cremosa que protege su piel) también está disminuyendo, pero todavía hay suficiente para facilitar el paso por el canal de parto.
Cambios en el cuerpo de la madre
La semana 36 trae consigo cambios significativos en tu cuerpo mientras se prepara para el gran día. Tu bebé y tu cuerpo están coordinándose para el inminente nacimiento, lo que puede causar tanto emoción como incomodidad.
Transformaciones físicas visibles
Tu vientre ha alcanzado un tamaño considerable y puede que notes que su forma ha cambiado ligeramente a medida que el bebé desciende hacia la pelvis. Este descenso puede hacer que tu vientre parezca más bajo y puntiagudo que antes.
Es posible que notes más estrías en el abdomen, los senos, los muslos y las caderas debido al estiramiento de la piel. Tus senos continuarán preparándose para la lactancia, pudiendo secretar calostro (la primera leche) ocasionalmente.
Tu ombligo probablemente esté completamente hacia afuera, y la línea alba (la línea oscura que va desde el ombligo hasta el pubis) puede ser más pronunciada que nunca.
Cambios hormonales y fisiológicos internos
Hormonalmente, tu cuerpo está produciendo más relaxina, que afloja las articulaciones y ligamentos para facilitar el parto. La hormona oxitocina comienza a aumentar, preparándose para estimular las contracciones cuando llegue el momento.
Tu útero ha crecido enormemente y ahora llega hasta el esternón. La presión sobre tu diafragma puede disminuir a medida que el bebé desciende, pero aumentará en la parte inferior del abdomen y la pelvis.
El volumen sanguíneo sigue siendo un 40-50% mayor que antes del embarazo, ayudando a transportar nutrientes y oxígeno a tu bebé y preparándose para la pérdida de sangre durante el parto.
Posibles molestias o síntomas comunes
Es normal experimentar contracciones de Braxton Hicks más frecuentes e intensas, que son como «ensayos» para el parto real. Puedes sentir presión pélvica debido al descenso del bebé, lo que también puede causarte la necesidad de orinar con mayor frecuencia.
El insomnio es común en esta etapa, ya sea por incomodidad física, ansiedad o simplemente por la dificultad para encontrar una posición cómoda para dormir. Los dolores de espalda, especialmente en la zona lumbar, pueden intensificarse debido al peso adicional y cambios en tu postura.
La acidez y la indigestión pueden persistir o incluso empeorar debido a la presión del útero sobre el estómago, mientras que el estreñimiento puede ser un problema debido a la presión sobre los intestinos y los efectos de las hormonas del embarazo.
Aumento de peso esperado hasta esta semana
Para la semana 36, el aumento de peso total esperado es de aproximadamente 11 a 15 kilogramos para mujeres que comenzaron con un peso saludable. Es importante recordar que estas son solo pautas y que cada mujer y cada embarazo son diferentes.
La mayor parte de este peso se distribuye entre:
- El bebé: aproximadamente 2.5-2.7 kg
- La placenta: alrededor de 0.7 kg
- El líquido amniótico: cerca de 0.8 kg
- Aumento del tamaño del útero: 0.9 kg
- Aumento del volumen sanguíneo: 1.8-2 kg
- Aumento del tejido mamario: 0.4-0.5 kg
- Reservas de grasa maternas: 2.7-3.6 kg
Consejos de bienestar
En esta etapa avanzada del embarazo, cuidar de tu bienestar físico y emocional es más importante que nunca. Tu cuerpo está trabajando duro y necesita todo el apoyo que puedas darle para mantener tu energía y prepararte para el parto.
Recomendaciones nutricionales específicas para esta semana
La nutrición sigue siendo crucial en la semana 36. Tu bebé está ganando peso rápidamente, por lo que necesita un suministro constante de nutrientes.
Enfócate en consumir:
- Proteínas de alta calidad para el desarrollo muscular continuo de tu bebé (carnes magras, huevos, legumbres, lácteos).
- Calcio para fortalecer los huesos de tu bebé y mantener los tuyos (lácteos, vegetales de hoja verde, almendras).
- Hierro para prevenir la anemia, especialmente importante antes del parto (carnes rojas, espinacas, frijoles, cereales fortificados).
- Ácidos grasos omega-3 para el desarrollo cerebral del bebé (pescados grasos como el salmón, nueces, semillas de chía).
- Fibra para combatir el estreñimiento (frutas, verduras, granos enteros).
Es recomendable realizar comidas más pequeñas y frecuentes para evitar la acidez y la sensación de llenura rápida.
Mantente bien hidratada bebiendo al menos 8-10 vasos de agua al día, lo que también puede ayudar con la retención de líquidos.
Ejercicios seguros y beneficiosos
El ejercicio adecuado puede aliviar muchas molestias del tercer trimestre y preparar tu cuerpo para el parto.
Actividades recomendadas incluyen:
- Caminatas suaves a un ritmo cómodo, preferiblemente en lugares frescos.
- Natación o ejercicios acuáticos, que alivian la presión sobre las articulaciones.
- Yoga prenatal, que mejora la flexibilidad y enseña técnicas de respiración útiles para el parto.
- Ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico, importantes para el parto y la recuperación posterior.
- Estiramientos suaves para aliviar la tensión muscular, especialmente en la espalda y las piernas.
Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y detenerte ante cualquier signo de malestar. Evita ejercicios que requieran equilibrio, movimientos bruscos o que impliquen acostarte boca arriba por períodos prolongados.
Consejos para el descanso y manejo del estrés
Descansar adecuadamente puede ser un desafío en esta etapa, pero es fundamental para tu bienestar:
- Utiliza almohadas para el embarazo o cojines regulares para apoyar tu vientre, espalda y entre las rodillas al dormir.
- Establece una rutina relajante antes de dormir: un baño tibio, música suave o lectura pueden ayudar.
- Intenta acostarte sobre tu lado izquierdo para mejorar la circulación hacia la placenta.
- Si no puedes dormir, levántate y realiza una actividad tranquila hasta que sientas sueño nuevamente.
Para manejar el estrés:
- Practica técnicas de respiración profunda y meditación diariamente.
- Mantén un diario para expresar tus pensamientos y emociones.
- Comunica tus preocupaciones con tu pareja, amigos cercanos o un profesional de la salud mental.
- Dedica tiempo a actividades que disfrutes y te relajen.
Autocuidado emocional
El final del embarazo puede traer una mezcla de emociones intensas:
- Reconoce y acepta tus sentimientos, ya sean de entusiasmo, miedo, impaciencia o ansiedad; todos son normales.
- Conéctate con otras madres que estén en una etapa similar o que hayan pasado por esta experiencia recientemente.
- Considera participar en clases de preparación para el parto si aún no lo has hecho, lo que puede aumentar tu confianza.
- Establece límites saludables con personas o situaciones que te causen estrés.
- Celebra este momento especial de tu vida: considera hacer una sesión de fotos de maternidad o un ritual significativo para honrar esta transición.
Pruebas médicas y visitas
En la semana 36, las visitas médicas se vuelven más frecuentes para monitorear de cerca tu salud y la de tu bebé mientras te acercas al parto. Es un momento crucial para asegurarse de que todo progresa correctamente.
Exámenes que podrían realizarse esta semana
Durante tu visita de la semana 36, tu médico probablemente realizará:
- Medición de la altura uterina para verificar el crecimiento del bebé.
- Control de los latidos cardíacos fetales para asegurar que sean fuertes y regulares.
- Verificación de la posición del bebé mediante palpación abdominal o ultrasonido para confirmar si está en posición cefálica (cabeza hacia abajo).
- Control de tu presión arterial, peso y análisis de orina para detectar signos de preeclampsia u otras complicaciones.
- Examen vaginal para verificar si hay dilatación o borramiento del cuello uterino, especialmente si has tenido síntomas de trabajo de parto prematuro.
En algunas situaciones, podrían realizarse pruebas adicionales:
- Prueba de estreptococo del grupo B (GBS), si no se realizó en la semana 35.
- Monitoreo fetal no estresante (NST) para evaluar la respuesta cardíaca del bebé a sus propios movimientos.
- Perfil biofísico que combina un NST con un ultrasonido para evaluar varios aspectos del bienestar fetal.
Preguntas importantes para hacerle al médico
Aprovecha esta visita para aclarar todas tus dudas:
- ¿Cuál es la posición actual de mi bebé y cómo podría afectar al parto?
- ¿Hay señales de que el parto podría adelantarse?
- ¿Cuándo debería dirigirme al hospital o llamar si creo que estoy en trabajo de parto?
- ¿Cuál es su opinión sobre mi plan de parto? ¿Hay algo que deba reconsiderar?
- Si llego a la semana 40 o 41 sin señales de parto, ¿cuáles serían los siguientes pasos?
- ¿Hay alguna actividad específica que recomiende o desaconseje en este momento?
- ¿Qué puedo hacer para aliviar las molestias que estoy experimentando?
- ¿Cómo puedo distinguir entre contracciones de Braxton Hicks y contracciones de parto real?
Señales de alerta que requieren atención médica inmediata
Es fundamental que conozcas las señales que indican que debes buscar atención médica de inmediato:
- Sangrado vaginal rojo brillante (más que un manchado).
- Pérdida de líquido amniótico: puede ser un chorro repentino o un goteo constante.
- Contracciones regulares y dolorosas que ocurren cada 5 minutos durante una hora o más.
- Disminución notable de los movimientos fetales (menos de 10 movimientos en 2 horas).
- Dolor abdominal intenso y persistente que no está relacionado con contracciones.
- Dolor de cabeza severo que no se alivia con acetaminofén, especialmente si se acompaña de visión borrosa, sensibilidad a la luz o hinchazón repentina.
- Hinchazón repentina en la cara, manos o pies.
- Fiebre superior a 38°C o escalofríos.
- Vómitos persistentes o diarrea severa.
- Sensación de que «algo no está bien», incluso si no puedes identificar exactamente qué es.
Preparativos prácticos
A estas alturas del embarazo, es el momento perfecto para finalizar los preparativos para la llegada de tu bebé.
Organizar todo con antelación te permitirá disfrutar más de los primeros días con tu recién nacido sin preocupaciones adicionales.
Tareas de preparación para la llegada del bebé según la etapa
En la semana 36, estas son las tareas prioritarias que deberías completar:
- Finaliza la preparación del espacio para el bebé, asegurándote de que la cuna o moisés esté lista y en un lugar seguro.
- Prepara y organiza la ropa del bebé: lava las prendas con un detergente suave para bebés y organízalas por tamaño y tipo.
- Prepara el bolso para el hospital o centro de nacimiento si planeas dar a luz fuera de casa. Incluye documentos importantes, ropa cómoda para ti, elementos para el posparto y primeras prendas para el bebé.
- Si tienes otros hijos, organiza quién se hará cargo de ellos durante el parto y los primeros días.
- Prepara algunas comidas y congélalas para tener alimentación fácil durante las primeras semanas posparto.
- Confirma los arreglos de transporte para ir al hospital o centro de nacimiento, incluyendo rutas alternativas y diferentes horarios.
- Realiza una limpieza profunda de tu hogar o considera contratar ayuda para esto, ya que será difícil hacerlo en las primeras semanas con el recién nacido.
Compras recomendadas para esta fase
Si aún no has adquirido estos elementos esenciales, es el momento de hacerlo:
- Pañales para recién nacido y toallitas húmedas (considera tener tanto desechables como de tela si planeas usar ambos).
- Productos para el baño del bebé: jabón suave, champú, toallas, bañera.
- Elementos para la lactancia: sostenes de lactancia, almohadillas absorbentes, crema para pezones, almohada de lactancia.
- Si planeas usar fórmula, biberones, tetinas y esterilizador.
- Kit de cuidados básicos: termómetro, cortaúñas para bebé, aspirador nasal, cepillo suave.
- Monitor para bebé si lo deseas.
- Silla de auto para bebé, instalada correctamente y lista para usar.
- Portabebé o fular para llevar al bebé.
- Elementos de confort posparto para ti: compresas grandes, ropa interior desechable, almohadillas de gel refrigerante, spray o baño de sitio.
Consejos para la organización del hogar
Estos ajustes en tu hogar facilitarán los primeros días con tu bebé:
- Crea «estaciones» en diferentes áreas de la casa con los elementos que necesitarás frecuentemente: pañales, toallitas, cambios de ropa, etc.
- Organiza un área cómoda para la alimentación del bebé con todo lo necesario al alcance (agua, bocadillos, control remoto, cargador de teléfono, libros).
- Asegura que los elementos de uso frecuente estén a una altura accesible para evitar agacharte o estirarte demasiado durante tu recuperación.
- Instala luces tenues o lámparas con luz cálida para las alimentaciones nocturnas.
- Coloca cestos de ropa sucia cerca de las áreas donde cambiarás al bebé.
- Prepara un espacio para las visitas donde puedan interactuar con el bebé sin invadir tu espacio de recuperación.
- Considera reorganizar temporalmente tu dormitorio si el bebé dormirá allí las primeras semanas.
- Simplifica tu rutina diaria anticipando que tendrás menos tiempo: programa pagos automáticos de facturas, considera servicios de entrega a domicilio, etc.
Conexión con el bebé
En estas últimas semanas de embarazo, la conexión con tu bebé adquiere una nueva dimensión mientras ambos se preparan para conocerse cara a cara. Fortalecer este vínculo ahora puede facilitar la transición al mundo exterior.
Actividades para fortalecer el vínculo
Aprovecha estos últimos momentos en que tu bebé está dentro para conectarte profundamente:
- Habla o canta suavemente a tu bebé regularmente, especialmente cuando estés tranquila y relajada. Tu voz es familiar y reconfortante para él.
- Practica la visualización positiva: imagina el momento del nacimiento, cómo será sostener a tu bebé por primera vez y los primeros días juntos.
- Escribe cartas o mensajes a tu bebé expresando tus sentimientos y esperanzas; podrás compartirlas con él cuando crezca.
- Crea un ritual diario para conectarte, como acariciar tu vientre mientras escuchas música relajante o lees un cuento en voz alta.
- Toma fotografías de tu embarazo para documentar esta etapa especial.
- Practica mindfulness centrado en tu bebé: dedica unos minutos cada día a estar completamente presente, sintiendo sus movimientos y respirando conscientemente.
Desarrollo de los sentidos del bebé esta semana
Tu bebé está experimentando el mundo a través de sentidos bien desarrollados:
- Visión: Aunque dentro del útero hay poca luz, los ojos de tu bebé ya responden a cambios de luminosidad y podrá distinguir luces brillantes si apuntas una linterna hacia tu vientre.
- Audición: El sistema auditivo está completamente desarrollado. Tu bebé no solo escucha tu voz y latidos cardíacos, sino que puede reconocer y responder a voces familiares y músicas que escucha regularmente.
- Tacto: Su sentido del tacto está muy refinado. Puede sentir cuando acaricias tu vientre y responde a diferentes presiones y estímulos.
- Gusto: Las papilas gustativas funcionan y tu bebé puede percibir los sabores que pasan al líquido amniótico a través de lo que tú consumes.
- Olfato: El sentido del olfato está desarrollado y tu bebé está familiarizándose con olores que pasan al líquido amniótico.
Cómo puede participar la pareja o familia
Involucrar a tu pareja y familia en esta etapa final fortalece los lazos familiares:
- Tu pareja puede hablar directamente al bebé colocando su boca cerca de tu vientre, creando una conexión vocal que el bebé reconocerá después del nacimiento.
- Pueden participar en sesiones de «tocar la barriga» para sentir los movimientos y responder a ellos con suaves caricias o palabras.
- Invítalos a asistir contigo a las últimas citas médicas para escuchar el latido del corazón del bebé y hacer preguntas al profesional.
- Planifiquen juntos el nacimiento y las primeras semanas, asignando roles específicos para el parto y el postparto inmediato.
- Si hay hermanos mayores, ayúdalos a conectarse con el bebé permitiéndoles sentir los movimientos, hablar al vientre o dibujar imágenes para el bebé.
- Realicen juntos algunas de las tareas de preparación: armar la cuna, organizar la ropa o preparar el espacio.
- Creen tradiciones familiares que puedan continuar después del nacimiento, como leer un libro especial o escuchar cierta música juntos.
¡Felicidades por haber llegado a la semana 36! Estás muy cerca de conocer a tu bebé. Recuerda que cada embarazo es único, así que algunas experiencias pueden variar.
Confía en tu instinto maternal y mantén una comunicación abierta con tu equipo médico ante cualquier duda o preocupación.
Este es un momento mágico lleno de expectativas y emociones; permítete sentirlas plenamente mientras te preparas para recibir a tu pequeño. ¡La aventura más hermosa está a punto de comenzar!
Preguntas frecuentes sobre la semana 36 del embarazo
¿Cuánto mide el feto en la semana 36 del embarazo?
El feto mide alrededor de 47,8 centímetros de largo y pesa aproximadamente 2,7 kilogramos.
¿Cuáles son los síntomas comunes en la semana 36 del embarazo?
Los síntomas comunes en la semana 36 son el aumento del tamaño del abdomen, la necesidad de orinar con mayor frecuencia, el cansancio, dificultad para dormir, calambres en las piernas y contracciones de Braxton Hicks.
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks son contracciones uterinas que no son regulares ni dolorosas. Estas contracciones ayudan al útero a prepararse para el parto.
¿Cuándo debo llamar a mi médico si tengo contracciones?
Debe llamar a su médico si las contracciones son intensas, regulares y dolorosas. También es necesario llamar si tiene cualquier sangrado vaginal.
¿Es normal tener secreción vaginal en la semana 36 del embarazo?
Sí, es normal tener secreción vaginal en la semana 36. Sin embargo, si la secreción vaginal es excesiva, tiene un fuerte olor o está acompañada de picazón, puede ser una infección y debe contactar a su médico.
¿Puedo seguir haciendo ejercicio en la semana 36?
Sí, siempre y cuando su médico no haya recomendado lo contrario, es seguro hacer ejercicio ligero en la semana 36. Es importante escuchar a su cuerpo y no hacer ejercicio agotador o de alto impacto.
¿Cuándo debo empezar a preparar mi hospital y la bolsa de la maternidad?
Debe comenzar a preparar su hospital y la bolsa de la maternidad alrededor de la semana 36. Es importante tener todo listo en caso de que su bebé decida llegar temprano.