Publicado: 25 febrero, 2023
Actualizado: 9 mayo, 2025
Los cólicos son una experiencia común para muchas embarazadas, y aunque pueden ser incómodos, en la mayoría de los casos son completamente normales.
En este artículo, te acompañaremos paso a paso para entender qué son los cólicos durante el embarazo, por qué ocurren, cómo puedes aliviarlos de forma segura y, lo más importante, cuándo deberías consultar con tu médico.
Recuerda que cada embarazo es único, así como cada mamá, pero contar con información clara y confiable puede marcar la diferencia en tu experiencia. ¡Estamos juntas en este hermoso viaje maternal!
En este artículo
¿Qué son los cólicos durante el embarazo?
Los cólicos durante el embarazo son dolores abdominales tipo calambre que pueden variar en intensidad, desde una ligera molestia hasta un dolor más intenso que te hace detenerte momentáneamente.
A diferencia de otros dolores, los cólicos suelen tener un patrón ondulante: aparecen, aumentan de intensidad, disminuyen y luego desaparecen temporalmente.
Durante el embarazo, estos cólicos pueden sentirse diferentes a los que experimentabas antes. Algunas mujeres los describen como similares a los dolores menstruales, pero pueden ubicarse en diferentes zonas del abdomen y presentar características distintas según la etapa del embarazo en la que te encuentres.
Es importante entender que el término «cólico» suele usarse de manera general para describir diversos tipos de dolor abdominal, pero médicamente puede referirse a diferentes situaciones como las contracciones de Braxton Hicks, dolores ligamentarios, gases intestinales o verdaderos cólicos digestivos.
Causas comunes de los cólicos en el embarazo
Los cólicos durante el embarazo pueden tener múltiples causas, y generalmente están relacionados con los cambios naturales que experimenta tu cuerpo. Entre las causas más frecuentes se encuentran:
- Cambios hormonales: El aumento de progesterona ralentiza tu sistema digestivo, lo que puede generar gases, estreñimiento y, consecuentemente, cólicos.
- Estiramiento del útero: A medida que tu bebé crece, el útero se expande y estira los ligamentos que lo sostienen, provocando lo que se conoce como «dolor ligamentario».
- Contracciones de Braxton Hicks: Son contracciones «de práctica» que aparecen especialmente en el segundo y tercer trimestre. No son contracciones de parto, pero pueden causar molestias similares a cólicos.
- Cambios digestivos: El embarazo puede alterar tu digestión, provocando gases, estreñimiento o indigestión que se manifiestan como cólicos.
- Cambios en la circulación sanguínea: El aumento del flujo sanguíneo y la presión que ejerce el útero sobre ciertos vasos sanguíneos pueden generar molestias en la zona pélvica.
- Infecciones urinarias: Las embarazadas son más propensas a desarrollar infecciones en las vías urinarias, que pueden manifestarse como dolor tipo cólico en la parte baja del abdomen.
- Estrés y ansiedad: Los factores emocionales también pueden manifestarse físicamente, incluyendo tensión muscular que puede sentirse como cólicos.
Es importante recordar que identificar la causa de tus cólicos puede ayudarte a encontrar el alivio más adecuado, algo que discutiremos más adelante en este artículo.
¿Cuándo ocurren y cómo identificarlos?
Los cólicos pueden presentarse en cualquier etapa del embarazo, pero sus características suelen variar según el trimestre:
Primer trimestre (semanas 1-12):
- Suelen ser leves a moderados
- Pueden acompañarse de náuseas matutinas
- A veces se confunden con dolores de implantación
- Suelen ser intermitentes y de corta duración
- Frecuentemente se sienten en la parte baja del abdomen
Segundo trimestre (semanas 13-26):
- Aparecen los dolores ligamentarios, especialmente al cambiar de posición
- Pueden sentirse al costado del abdomen
- Las primeras contracciones de Braxton Hicks pueden comenzar
- Suelen ser menos frecuentes que en el primer trimestre
- Pueden intensificarse después de actividad física
Tercer trimestre (semanas 27-40):
- Las contracciones de Braxton Hicks son más evidentes
- Pueden confundirse con contracciones de parto
- Los cólicos asociados a la presión del bebé sobre órganos internos aumentan
- Pueden presentarse con mayor frecuencia e intensidad
- A veces están relacionados con la posición del bebé
¿Cómo identificar un cólico típico del embarazo? Presta atención a estas características:
- Dolor que viene y va (no es constante)
- Cambia de intensidad
- Suele aliviarse con cambios de posición
- No se acompaña de otros síntomas preocupantes como sangrado o fiebre
- Generalmente dura poco tiempo y luego desaparece
Llevar un registro de cuándo ocurren tus cólicos, su duración e intensidad puede ser muy útil para identificar patrones y compartir esta información con tu médico durante tus consultas prenatales.
Diferencias entre cólicos normales y señales de alarma
Es fundamental que puedas distinguir entre los cólicos normales del embarazo y aquellos síntomas que requieren atención médica inmediata. Esta distinción puede ser crucial para tu bienestar y el de tu bebé.
Cólicos normales durante el embarazo:
- Son intermitentes (vienen y van)
- Cambian con la posición o actividad
- No se acompañan de sangrado vaginal
- Son de intensidad leve a moderada
- No impiden que realices tus actividades diarias
- Se alivian con descanso o remedios caseros simples
- No están acompañados de fiebre ni vómitos frecuentes
Señales de alarma (consulta médica inmediata):
- Dolor abdominal intenso y constante
- Dolor acompañado de sangrado vaginal
- Cólicos con expulsión de líquido por la vagina
- Dolor que se irradia a la espalda o los hombros
- Cólicos acompañados de fiebre
- Dolor al orinar o sensación de ardor
- Vómitos persistentes junto con el dolor
- Más de 4-5 contracciones por hora antes de la semana 37
- Disminución notable de los movimientos del bebé
Algunas condiciones que pueden causar cólicos severos que requieren atención médica incluyen:
- Embarazo ectópico: Generalmente en las primeras 12 semanas, causa dolor unilateral agudo.
- Amenaza de aborto: Dolor similar a cólicos menstruales intensos con sangrado.
- Desprendimiento de placenta: Dolor súbito, intenso y constante.
- Preeclampsia: Dolor en la parte superior del abdomen, especialmente en el lado derecho.
- Trabajo de parto prematuro: Contracciones regulares antes de la semana 37.
Ante cualquier duda sobre la naturaleza de tus cólicos, especialmente si se presentan con cualquiera de las señales de alarma mencionadas, no dudes en contactar inmediatamente a tu médico o acudir a urgencias.
Remedios naturales y seguros para aliviar los cólicos

Cuando experimentas cólicos durante el embarazo, existen varias estrategias naturales y seguras que pueden brindarte alivio sin necesidad de recurrir a medicamentos. Recuerda siempre consultar con tu médico antes de implementar cualquier remedio, incluso los naturales.
- Calor local: Aplicar una almohadilla térmica a temperatura moderada sobre la zona del dolor puede relajar los músculos y proporcionar alivio inmediato. Asegúrate de que no esté demasiado caliente y no la apliques directamente sobre la piel.
- Baños tibios: Sumergirte en una tina con agua tibia (no caliente) por 15-20 minutos puede ayudar a reducir la tensión muscular general y aliviar los cólicos.
- Cambios de posición: A veces, simplemente cambiar de postura puede aliviar la presión. Prueba recostarte de lado (preferentemente del lado izquierdo), ponerte en posición fetal, o inclinar suavemente tu cuerpo hacia adelante mientras estás sentada.
- Técnicas de respiración y relajación: La respiración profunda, la meditación y otras técnicas de relajación pueden reducir la tensión muscular y disminuir la intensidad de los cólicos.
- Masajes suaves: Un masaje suave en la espalda baja o el abdomen (evitando presionar fuertemente) puede aliviar la tensión. Si tu pareja o un ser querido puede ayudarte con esto, suele ser más efectivo.
- Ejercicio moderado: Caminar suavemente o realizar ejercicios específicos para embarazadas puede ayudar a reducir los cólicos causados por gases o estreñimiento.
- Bandas de soporte prenatal: Estas bandas especialmente diseñadas pueden ayudar a sostener el abdomen, reduciendo la presión sobre los ligamentos y músculos, especialmente en el segundo y tercer trimestre.
- Acupresión: Aplicar presión suave en ciertos puntos específicos puede aliviar el dolor. Este método es mejor realizarlo con la guía de un profesional capacitado en acupresión para embarazadas.
- Yoga prenatal: Posturas específicas del yoga para embarazadas pueden estirar y fortalecer los músculos, mejorando la circulación y aliviando la presión que causa cólicos.
Recuerda que estos remedios funcionan mejor para cólicos leves a moderados que son parte normal del embarazo. Si el dolor persiste o se intensifica a pesar de usar estos métodos, es importante consultar con tu médico.
Cambios en la alimentación que pueden ayudar
Tu alimentación durante el embarazo puede tener un impacto significativo en la frecuencia e intensidad de los cólicos, especialmente aquellos relacionados con el sistema digestivo. Aquí te presentamos modificaciones dietéticas que pueden ayudarte:
Hidratación adecuada: Beber suficiente agua (8-10 vasos diarios) es fundamental para prevenir el estreñimiento, una causa común de cólicos.
Comidas pequeñas y frecuentes: En lugar de tres comidas grandes, opta por cinco o seis comidas más pequeñas distribuidas a lo largo del día. Esto reduce la presión sobre el sistema digestivo y previene la distensión abdominal.
Alimentos que pueden ayudar:
- Fibra: Frutas frescas, verduras, cereales integrales y legumbres ayudan a prevenir el estreñimiento. Introdúcelos gradualmente para evitar la producción excesiva de gases.
- Jengibre: En pequeñas cantidades, como té o añadido a las comidas, puede aliviar náuseas y mejorar la digestión.
- Manzanilla: Un té de manzanilla ocasional puede calmar el sistema digestivo (consulta con tu médico primero).
- Probióticos: Yogur natural, kéfir o suplementos probióticos recomendados por tu médico pueden mejorar la salud intestinal.
Alimentos para evitar o reducir:
- Comidas picantes o muy condimentadas: Pueden causar acidez e irritar el sistema digestivo.
- Alimentos fritos o muy grasos: Ralentizan la digestión y pueden provocar malestar abdominal.
- Alimentos productores de gases: Col, brócoli, coliflor, frijoles, bebidas carbonatadas y ciertos edulcorantes artificiales pueden aumentar la producción de gases intestinales.
- Cafeína: Reduce el consumo de café, té negro y refrescos con cafeína, ya que pueden causar deshidratación y empeorar el estreñimiento.
- Lácteos: Si tienes intolerancia a la lactosa (algo que puede intensificarse durante el embarazo), considera alternativas vegetales.
Consejos prácticos para la alimentación:
- Come despacio y mastica bien los alimentos
- Evita hablar mientras comes para reducir la ingestión de aire
- No te acuestes inmediatamente después de comer
- Mantén un horario regular de comidas
- Lleva un diario de alimentos para identificar cuáles te provocan malestar
Recuerda que cada organismo es diferente, y lo que funciona para otras embarazadas podría no ser ideal para ti. Observa cómo reacciona tu cuerpo a distintos alimentos y consulta con tu nutricionista o médico para recibir recomendaciones personalizadas según tus necesidades específicas.
Cuándo consultar al médico
Aunque la mayoría de los cólicos durante el embarazo son normales y no representan un riesgo, existen situaciones en las que es fundamental buscar atención médica. Esta sección te ayudará a identificar claramente cuándo debes contactar a tu médico o acudir a urgencias.
Consulta inmediata (emergencia):
- Dolor abdominal intenso que no cede
- Cualquier sangrado vaginal, desde manchado hasta hemorragia
- Cólicos acompañados de fiebre (temperatura superior a 38°C)
- Dolor al orinar, junto con urgencia urinaria o sensación de ardor
- Vómitos persistentes que acompañan al dolor
- Desmayos o mareos severos
- Hinchazón repentina de cara, manos o pies junto con dolor abdominal
- Contracciones regulares antes de la semana 37 (más de 4-5 por hora)
- Liberación de líquido por la vagina (posible ruptura de membranas)
- Ausencia o disminución notable de movimientos fetales
Consulta programada (no urgente pero necesaria):
- Cólicos leves pero persistentes que interfieren con tu vida diaria
- Molestias abdominales que, sin ser intensas, no desaparecen tras 24 horas
- Estreñimiento severo que no mejora con cambios en la dieta
- Dolor que aumenta gradualmente con los días
- Cólicos que aparecen en un patrón regular
Durante la consulta médica, será útil que puedas proporcionar la siguiente información:
- Cuándo comenzaron los cólicos (fecha y hora aproximada)
- Localización exacta del dolor (utiliza referencias como «debajo del ombligo», «en el costado derecho», etc.)
- Intensidad del dolor en una escala del 1 al 10
- Si el dolor es constante o intermitente
- Qué actividades lo empeoran o mejoran
- Síntomas asociados como náuseas, cambios en las evacuaciones, etc.
- Qué remedios caseros has intentado y su efectividad
Recuerda que es preferible una consulta médica «innecesaria» que ignorar señales potencialmente importantes. Tu médico está ahí para apoyarte, y ninguna pregunta o preocupación es demasiado pequeña cuando se trata de tu bienestar y el de tu bebé.
Preguntas frecuentes sobre cólicos en el embarazo
¿Los cólicos pueden afectar a mi bebé? No, los cólicos normales del embarazo no afectan al bebé. Tu útero proporciona un ambiente protegido y tu pequeño está bien acolchado por el líquido amniótico. Sin embargo, si los cólicos son síntomas de una condición subyacente que requiere tratamiento, es importante buscar atención médica.
¿Es normal tener cólicos todos los días durante el embarazo? Aunque es normal experimentar cólicos ocasionales, tenerlos diariamente y con intensidad podría indicar algo que requiere atención. Si los cólicos son parte de tu rutina diaria, coméntalo con tu médico en tu próxima visita prenatal.
¿Puedo tomar medicamentos para aliviar los cólicos? Nunca tomes medicamentos por tu cuenta durante el embarazo, ni siquiera los de venta libre. Si los remedios naturales no alivian tus cólicos, consulta con tu médico, quien podrá recomendarte opciones seguras específicas para tu situación.
¿Los cólicos son más intensos en el primer embarazo? No necesariamente. Cada embarazo es único, y algunas mujeres reportan más cólicos en su segundo o tercer embarazo debido a que los músculos uterinos y abdominales pueden estar más relajados por embarazos previos.
¿El estrés puede causar o empeorar los cólicos durante el embarazo? Sí, el estrés puede aumentar la tensión muscular en todo el cuerpo, incluyendo el útero y el abdomen, lo que puede intensificar la sensación de cólicos. Las técnicas de relajación pueden ser particularmente útiles en estos casos.
¿Cómo puedo diferenciar entre contracciones de parto y cólicos normales? Las contracciones de parto suelen seguir un patrón regular, aumentan en intensidad y frecuencia con el tiempo, y no desaparecen al cambiar de posición o descansar. Además, suelen comenzar en la espalda y moverse hacia el frente del abdomen. Los cólicos normales son más irregulares y suelen aliviarse con reposo o cambios de posición.
¿Hay posiciones para dormir que pueden reducir los cólicos nocturnos? Dormir sobre el lado izquierdo no solo mejora la circulación hacia el bebé y la placenta, sino que también puede aliviar la presión sobre ciertos órganos y reducir los cólicos. Utilizar almohadas estratégicamente ubicadas (entre las rodillas, bajo el abdomen y detrás de la espalda) también puede proporcionar mayor comodidad.
¿Los cólicos pueden ser una señal de que el bebé está creciendo bien? Algunas molestias, como los dolores ligamentarios, están directamente relacionadas con el crecimiento del útero para acomodar a tu bebé en desarrollo. Sin embargo, los cólicos en sí mismos no son un indicador de que el bebé esté creciendo adecuadamente o no.
¿Existen ejercicios específicos que pueden prevenir los cólicos? Sí, ciertos ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico y estiramiento pueden ayudar. El yoga prenatal, la natación y caminar regularmente también pueden contribuir a reducir la frecuencia e intensidad de algunos tipos de cólicos.
Conclusión y mensaje de apoyo
Querida futura mamá, hemos recorrido juntas este camino de entendimiento sobre los cólicos durante el embarazo, desde sus causas más comunes hasta las estrategias para aliviarlos y cuándo es necesario buscar ayuda profesional.
Recuerda que el embarazo es una etapa de constantes cambios y adaptaciones en tu cuerpo, y los cólicos son, en muchos casos, parte de este proceso natural. Tu cuerpo está realizando un trabajo extraordinario al crear y nutrir una nueva vida, y estas sensaciones son a menudo un recordatorio de la increíble transformación que estás experimentando.
Es fundamental que:
- Escuches a tu cuerpo y respetes sus señales
- No dudes en consultar con tu equipo médico ante cualquier duda o preocupación
- Te permitas descansar cuando lo necesites
- Implementes las estrategias de alivio que mejor funcionen para ti
- Compartas tus experiencias con tu círculo de apoyo
Cada embarazo es único, así como cada mujer que lo vive. Lo que funciona para otras puede no ser exactamente lo adecuado para ti, por lo que es importante que desarrolles tu propia intuición y confíes en ella.
Nota importante: Este artículo tiene fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional. Ante cualquier duda o malestar durante tu embarazo, consulta siempre con tu médico o partera.