Publicado: 7 mayo, 2022
Actualizado: 7 mayo, 2022
El hablar de sexualidad con los hijos es una situacion que inocentemente nos presentan los niños, por lo regular siempre llegan a incomodar a los adultos.
Para responder a ellas, los adultos han buscado miles de formas de tratar esos temas, desde el cuanto de la cigüeña, la abejita, hasta los extremistas que les dan toda una clase de biología y sexología completa, dejando al niño en una especie de shock y utilizando conceptos que a su corta edad, no logra comprender.
En este artículo
Como tratar el tema de la sexualidad con los hijos
Los psicólogos aseguran que la mejor manera de tratar las preguntas del niño en relación con el sexo es responder tan completa y francamente como esté al alcance de la comprensión del niño y dentro de los límites del propio conocimiento del pequeño.
En dado caso que el niño realice una pregunta, de la cual usted no conozca la respuesta certera, es preferible decir que no sabe. Y si puede usted responder, es mejor proceder a explicar en términos anatómicos sencillo y términos médicos entendibles, en vez de recurrir a eufemismos. El no hablarle a los infantes de manera directa, le da a entender al niño que hay algo de secreto y de prohibido en todo lo relacionado con el tema.
También es importante destacar que en algunas sociedades, están convencidas de que todo lo relacionado con el sexo debe ser tratado exclusivamente por los padres, por el círculo familiar cercano, porque consideran que las respuestas a estos cuestionamientos, implica cuestiones delicadas y controvertidas que, en varios de los casos, están relacionado con las creencias espirituales y normas culturales de las familias.
Ciertamente, estos padres hacen cuanto pueden por mantener la educación sexual fuera de la escuela a la que acuden sus hijos. Desde luego cualquiera de estas dos posturas son totalmente respetables y comprensibles y como padres usted debe de actuar con autenticidad y siguiendo sus creencias.
Actualmente, tratar el tema del sexo en las escuelas, es más común que antes y se considera como cualquier otro tema de estudio cuyo conocimiento es ventajoso para el niño, convirtiéndose en algo menos secreto y prohibido y algo más que forma parte de nuestro cuerpo humano, de nuestro sistema reproductor, de nuestro funcionamiento biológico.
La importancia de hablar de sexualidad
Cuando le preguntas a un padre como es la comunicación en cuanto a sexualidad en casa y que esperan de la vida sexual de sus hijos la respuesta más común es que no quieren embarazos a temprana edad ni infecciones por enfermedades de transmisión sexual, a menudo toma un tiempo antes de expresen «Espero que tengan una buena vida sexual.» En la mayoría de los casos nunca hacen referencia a esto.
La idea es que desde edad temprana nuestros hijos sean capaces de:
- Apreciar su propio cuerpo.
- Expresar su amor e intimidad de forma apropiada.
- Disfrutar de las sensaciones sexuales sin pensar que esto es un pecado.
- Practiquen la prevención en salud como por ejemplo: realizarse chequeos regulares de mamas y autoexamen testicular.
- Usen métodos anticonceptivos.
- Contemplen el significado de tener relaciones sexuales.
La menstruación, el coito, las eyaculaciones, la homosexualidad y otras cuestiones deberían ser todas explicadas al niño, obvio que no todas al mismo tiempo sino, cuando quiera que empiece a preguntar acerca de ellas o a tener curiosidad por saber que está pasando en su cuerpo.
Si a la edad de diez años, no lo ha preguntado, es importante que usted empiece a hablar sobre el tema, de poco a poco, antes que los cambios hacia la adolescencia los empiecen a asustar o hacer que se encierren en ellos mismos por sentirse extraños y no comprender lo que le está pasando a su cuerpo.
Desde luego, una niña debería saber exactamente todo lo relacionado con la menstruación antes de que ocurra la primera regla. De no ser así, la pequeña sufrirá una terrible impresión y se sentirá sumamente angustiada. Si usted no se considera capaz de informarla al respecto, entonces permita que alguna persona en cuyo criterio y madurez tenga usted confianza, le explique de que se trata este hecho y el desarrollo del mismo.
La importancia de hablar de sexualidad con nuestros niños
La sensualidad es después de todo uno de los principales componentes de la sexualidad, negar esto puede disminuir nuestra credibilidad tenemos que hablar con nuestros hijos sobre la apreciación de sus cuerpos, lo que son capaces de hacer, cómo se sienten y sobretodo que hacer para mantenerse sanos, todo el mundo tiene la necesidad de ser tocado, sostenido, o acariciado, este aspecto placentero de la sexualidad es fundamental para el desarrollo normal y saludable.
Cuando los bebés pasan por el proceso de descubrir sus cuerpos están aprendiendo lo que se siente bien, es importante permitir este descubrimiento ya que muchos padres alejan las manos del bebé de sus genitales, haciendo caras, o diciendo cosas como: «No toques eso», o «Está sucio,» debemos evitar dar mensajes negativos ya que estos serán la base para experiencias futuras, el primer paso para ayudar a los niños a conocer su cuerpo es nombrando los genitales por su nombre correcto así como lo hacemos con los ojos, nariz o boca simplemente es otra zona del cuerpo humano.
Cuando los niños pequeños y preescolares tocan sus genitales lo hacen porque se siente bien no porque están fantaseando con cosas sexuales a esa edad, no podemos reaccionar de forma exagerada a la exploración genital temprana de nuestros hijos, ya que estamos dando el mensaje equivocado otorgándole misterio y por ende curiosidad al tema que tarde o temprana el niño tendrá la necesidad de explorar.
Solo debemos indicarlo que esa actividad se hace en privado o que todavía son muy pequeños, es muy útil hablar de esto tan simple como sea posible y sin avergonzar al niño, después de todo queremos que nuestros hijos crezcan sabiendo cómo funciona el cuerpo y lo que les da placer.
La pubertad es un momento emocionante que desafía tanto a nosotros como a nuestros hijos frente a múltiples cambios físicos, mentales y emocionales que ocurren entre las edades de 10 y 14 años, las niñas iniciaran el desarrollo del pecho y lo más probable es que tengan su primer período menstrual experimentando calambres que acompañan sus períodos y malestar emocional por los cambios bruscos generales.
Las madres pueden tranquilizar a sus hijas hablando de sus experiencias a la misma edad ampliando la discusión compartiendo aspectos positivos y placenteros de este proceso, parte de la conversación puede ser acerca de las sensaciones sexuales que a menudo vienen a esta edad y cómo estos sentimientos pueden ser administrados.
Los chicos siempre suelen experimentar sus primeros sueños húmedos durante la pubertad y a veces pensamientos o sentimientos sexuales que los acompañan, estos necesitan escuchar que los sueños húmedos son normales al igual que los pensamientos que junto a estos siendo parte de un proceso.
Las conversaciones con los niños y niñas acerca de la diferencia entre fantasía y realidad pueden fluir naturalmente de esta discusión, proporcionando orientación anticipada sobre lo que podría suceder en la vida real cuando el niño empieza a salir, en las discusiones es posible incluir formas de tomar decisiones sobre el comportamiento sexual basado en la comunicación abierta y honesta.
La importancia de hablar de sexualidad con adolecentes
Cuando le preguntas a un padre como es la comunicación en cuanto a sexualidad en casa y que esperan de la vida sexual de sus hijos la respuesta más común es que no quieren embarazos a temprana edad ni infecciones por enfermedades de transmisión sexual, a menudo toma un tiempo antes de expresen «Espero que tengan una buena vida sexual.» En la mayoría de los casos nunca hacen referencia a esto.
La realidad es que como padres queremos que nuestros hijos tengan una buena vida sexual al crecer y hasta mejor de la que hemos tenido, el dilema es encontrar estrategias para apoyar su desarrollo sexual de una forma saludable sin caer en los extremos de liberalismo pero tampoco represión total, la Federación de Planificación Familiar de América tiene una meta importante para asegurar que la sexualidad sea entendida como un aspecto esencial de la vida del ser humano, que se celebra con respeto, apertura y reciprocidad.
No estamos acostumbrados de hablar de sexualidad como algo bueno pero la pregunta es ¿Cómo apoyamos a nuestros hijos sin promover una conducta sexual temprana o inapropiada?
Primero que nada debemos decir la verdad, cuando hablamos con los jóvenes siempre nos enfocamos en los peligros de la conducta sexual y dejamos a un lado los sentimientos positivos. Cada adolescente en algún momento ha sentido deseo y conoce las sensaciones placenteras que vienen con tener una atracción intensa por alguien, por eso esta conocer las responsabilidades que abarcan la palabra sexo.
Es muy útil recordarle a los jóvenes que hay muchas maneras saludables de expresar sentimientos sexuales y que el acto sexual es sólo una forma, las reacciones de los jóvenes a menudo hacen que quieran estar cerca de la otra persona para abrazarlo, besarlo o hasta tener relaciones sexuales, estos sentimientos son de enorme importancia en el desarrollo de la juventud.
Debemos respetar los sentimientos de nuestros hijos y guiarlos en todo el proceso además recordar que es totalmente sano explorar su sexualidad como parte de un proceso para alcanzar la madurez sexual.
Los adolescentes se benefician de las conversaciones que identifican las diferencias entre amor y lujuria además la autoestima que viene de la gestión responsable de estos sentimientos, una parte de esta conversación es sobre el sentimiento positivo de intimidad que la gente puede tener sin tener relaciones sexuales, expresar nuestros sentimientos por otra persona teniendo la esperanza de que sean devueltos.
Si nuestras conversaciones continúan para equilibrar los mensajes acerca de la responsabilidad, toma de decisiones saludables y valores con mensajes sobre los aspectos positivos y placenteros de desarrollar relaciones, podemos seguir teniendo relaciones estrechas y afectuosas con nuestros adolescentes apoyando su desarrollo sexual.