Publicado: 30 mayo, 2022
Actualizado: 30 mayo, 2022
Los dispositivos electrónicos han generado, en numerosas ocasiones, en el entorno familiar, muchos desacuerdos. Las discusiones parecen interminables por las horas excesivas que los hijos pasan frente a la computadora o con el celular. Y no falta la expresión en los padres: “en mis tiempos era diferente”.
Muchos llegan a ver el PC o móvil como ese amigo “mala influencia” con quien pasan mucho tiempo los hijos. Pero si vamos a ser honestos, las cosas no son todas culpa ni de la tecnología, ni de “estas nuevas generaciones”.
En este artículo
La importancia de dar el ejemplo y poner límites a nuestros hijos
Pero, cuando los padres quieren interactuar con sus hijos, se dan contra la pared del problema. Los hijos no están interesados en esa interacción. Quieren conversar con sus hijos o pedirles apoyo en casa, y ellos simplemente se niegan. Logrando que accedan solo luego de amenazas y horas de discusión. Ese tipo de ambientes no es para nada saludable, ni para los padres, ni para los hijos.
Otro factor influyente sobre los hijos y su interacción con los dispositivos móviles, es el ejemplo de los propios padres. Siempre los ven con el teléfono celular en la mano. Estos llegan del trabajo, y lo primero que hacen es sentarse a consultar el teléfono celular. Ya sea a socializar o a seguir trabajando desde su teléfono celular. Están platicando y están mirando el teléfono celular. Están comiendo y están mirando el teléfono celular. Después de cierto tiempo no será raro ver al niño con el mismo patrón de conducta.
No vamos a negar que un teléfono celular en estos días es indispensable, sobre todo en el mundo laboral. Pero tanto adultos como niños, adolescentes y jóvenes necesitamos límites. Es necesario aprender a usar con disciplina las herramientas que se van creando. No se puede pedir a los hijos comportamientos que los padres no modelan. Si quieres que tus hijos usen moderadamente los dispositivos digitales, tú debes aprender a hacer lo mismo.
Consecuencias del uso de tecnología en niños muy pequeños
Como dijimos los aparatos digitales se han vuelto indispensables. Lo que antes era un lujo ahora es necesidad. Hoy se necesitan no sólo como herramienta de comunicación, sino laboral y académico incluso. Es imposible pretender que los hijos no tengan ningún contacto con los dispositivos digitales. Hasta en casa hay más de dos seguramente.
No obstante, es necesario procurar lo más posible, que los niños muy pequeños en casa, no estén expuestos a estas tecnologías.
Además, tendrán problemas para interactuar con otras personas, aun de su misma edad. Los acostumbrará a una vida sedentaria y muy probablemente experimenten trastornos del sueño.
Los aparatos digitales, las redes, están diseñados para crear adicción. Estos liberan dopamina en el cerebro para crear una sensación de bienestar. Y si para un adulto es difícil despegarse de su celular, ahora imagine un niño. Por eso, cuando se les intenta quitar reaccionan con llanto y rabietas. No quieren dejar la sensación de bienestar que les produce el aparato.
Y como un problema genera otro, mejor evite de raíz lo que puede surgir al darle a su hijo un celular. Los expertos recomiendan que no se disponga de un celular y redes sociales antes de los 16 años. Pero, seamos realistas, no encontraremos muchos casos de chicos de 12 años sin celular y sin redes. Incluso llegan a poseerlos a menos edad.
Entendiendo la necesidad del adolescente
La adolescencia comprende de los 12 a los 20 años. En este tiempo, la necesidad de integración y de pertenencia toman mayor importancia. El adolescente buscará un lugar y un grupo al cual formar parte. Es natural. Conscientes o no de ello, todos lo hacemos. Pero, los tiempos han cambiado.
Lo primero, en este periodo los adolescentes no tienen la necesidad de pasar tanto tiempo con la familia. Eso no significa que no les importe, que ya no quieren a los padres o a los hermanos como antes. Es solo parte de su desarrollo psico-social, propio de la edad. No hay nada de malo en ello. Ahora, hay algunos comportamientos a los que se debe prestar atención, pero ese será otro tema.
Así que, los hijos estarán más pendiente de los amigos que de lo que pasa en casa. Ahora bien, en el pasado la forma de pasar tiempo con los amigos era pasar a buscarlos a su casa. Quizás jugar en la calle, ir al parque o simplemente estar en una esquina platicando. Pero esto ha cambiado, y con la nueva realidad sanitaria, ese tipo de actividades no se pueden realizar tan libremente.
Los adolescentes de este tiempo usan sus dispositivos digitales y las redes para socializar con sus pares. Por eso cuando no se les permite conectarse, sienten que los están sepultando en vida.
Comprensión sin negligencia
Y los más grandes pasan aún más tiempo. Entre recibir clases, hacer tareas y compartir con amigos, pueden pasar todo el día con la PC o el celular. Pero todo está en el equilibrio, la comunicación y los límites. Los padres deben hacer horarios con sus hijos para establecer cuáles serán esos momentos en que se desconectarán. Quizás para ayudar en casa, sacar a pasear al perro o alguna otra actividad productiva.
Todos necesitamos desconectarnos un momento y dejar de estar frente a una pantalla.
Es importante que los padres estén pendientes de lo que hacen sus hijos en las redes o con sus dispositivos. El tipo de información que suben a sus cuentas y comparten con otros debe delimitarse. Por el bien y la seguridad de ellos mismos y toda la familia. Las contraseñas deben ser conocidas por lo padres. Al menos entre más pequeños sean.
Claro, no es recomendable que niños pequeños tengan acceso a dispositivos digitales, menos tener redes sociales. Pero como se dijo, la situación que vivimos nos obliga al menos a lo primero.
Hable con sus hijos del uso correcto de los aparatos digitales y las redes. Muéstreles que va a depositar confianza en ellos, y también deje claro lo que pasará si esa confianza se quiebra. La comunicación es lo que sostiene cualquier relación.
Usa la tecnología como excusa para mejorar la comunicación con tus hijos
En lugar de discutir porque los hijos no quieren compartir con la familia, dele un giro a la situación. Pregúntale cómo puedes hacer alguna cosa que tenga que ver con los aparatos digitales. Pídele ayuda para realizar alguna actividad digital. Dile que te explique cómo funciona esto o aquello. Si te gustan las redes, pídale que te aclare en qué son diferentes, etc.
No se debe obligar a los hijos a hacer o hablar de las actividades que los padres quieren. Más bien, hay que prestar atención a lo que a ellos les interesa. Habla de los temas que son del interés de tus hijos y veras que ellos pueden pasar horas hablando. A veces no es que ellos no quieran compartir con los padres, es que no quieren compartir lo mismo. Y eso es diferente.
¿Sus hijos tienen Facebook? Inclúyete entre sus contactos. ¿Tienen Instagram? Únete a sus Live. ¿Tienen cuenta de TikTok? Síguelos y ayúdeles a grabar, o se parte del video. Quizás estas cosas no las puedas hacer todo el tiempo, pero que tus hijos sientan y vean que estás ahí. Que sientan que estás compartiendo con ellos, y de paso, te das cuenta de lo que hacen.
Mientras encuentran actividades que ambos gusten de ellas, únete a las que les gustan a sus hijos. Pero cuidado, nada de sobrepasarse, los hijos temen que sus padres los ridiculicen.
Ventajas de las redes y plataformas digitales
Conocimiento al alcance
Si, de todos modos, por temas educativos, los hijos necesitan tener dispositivos digitales, entonces que los usen para aprender. Claro, por lo general, el niño o adolescente no tomará su PC o celular para estudiar por su gusto. Pero puede establecer dentro de las reglas de uso, que al menos 3 cuentas que siga, sean de temas educativos. Establecer a qué hora verá ese contenido y que luego le comparta lo aprendido.
Recuerda que no basta poner una regla, hay que dar seguimiento. Así que, aprovecha el sinnúmero de canales con buena información que sus hijos pueden aprender.
Habilidades comunicativas
Con la aplicación de una nueva modalidad de aprendizaje, clases en línea, los niños pueden aprender una nueva habilidad. Sería sincero decir que no todas las personas se sienten cómodas con hablar a una cámara o frente a una pantalla. Pero los niños y adolescentes están haciéndolo naturalmente, esto ayuda a prepararse para las nuevas formas de trabajo también.
Incluso, se ha observado que, en clases virtuales, niños y adolescentes que en presencial no eran muy participativos, ahora los son. Esto les ha ayudado a poder soltarse y expresarse. Lo que ha colaborado en la autoconfianza y validación de sí mismos.
Fortalece las relaciones familiares
Sí, vas a decir que en casa está pasando todo lo contrario. Pero recuerda que no todas las familias viven un caos por el mal uso de la tecnología. Eso depende de la dinámica familiar en cada hogar. Pero en este punto, estamos hablando específicamente de la familia que está lejos. Esos familiares que sólo se miraban una vez al año, ahora pueden verse todos los días si se quiere.
Recuerda que debes tener el control
- Explica los nuevos cambios: Antes de tomar acción, explica al niño que ya no usará tanto el celular o la Tablet. No le digas esto cuando esté enojado o enojada. Porque entre gritos y tonos fuertes no hay comprensión.
- No retires el dispositivo de golpe: En lugar de tratar de desaparecer el dispositivo de un día a otro, recorta el tiempo de uso. Puedes decirle que mientras coma no lo puede tener cerca. O que no se permitirás el celular, la Tablet o la portátil en el cuarto.
- Sustituye por otras actividades: Sin mencionarle que, en lugar del celular, haga… mejor propónle una actividad diferente en esos momentos en donde tiene permitido usar el dispositivo. Así irá acortando más el uso sin que su hijo se dé cuenta. Será mucho mejor si te involucras en la actividad en lugar de solo mandarlo a…
- Mantén fuera de la vista los dispositivos: Mientras tu hijo no use el aparato digital, será mejor que no lo vea, esto disminuirá la ansiedad por tomarlo.
- Se solidario: No le hagas más difícil al niño modificar un hábito que usted no tiene. Si no le tienes permitido al niño usar el celular en cierto momento, no lo uses tu tampoco.
- No ofrezcas el dispositivo como premio: Si lo que quieres es menguar el tiempo de uso del aparato digital, ofrecerlo como premio, no ayudará en nada. Cuando quieras reforzar un buen comportamiento, hazlo con otras actividades. Salir al parque, hacerle palomitas, cocinar su plato favorito, un improvisado certificado de buen comportamiento, etc. Alguna cosa creativa, que le haga sentir reconocido su esfuerzo, sin volver a caer en lo que quiere evitar.
- Se fuerte, ten paciencia y muestra amor: Quizás al inicio tengas una reacción fuerte por parte del niño. Vélo como un síndrome de abstinencia, porque es justo eso. Sin embargo, debes ser firme hasta lograr cambios en los hábitos de su hijo, que sean saludables. Ten paciencia para ver resultados. Porque el tiempo para ver cambios dependerá de cuánto tiempo pasaste antes de intentar modificar la conducta dependiente. Y, sobre todo, disciplina con amor.
Los dispositivos digitales no son buenos ni malos, el uso que le damos lo es. Si como adultos no enseñamos a los hijos a hacer un correcto uso de ellos, obviamente será perjudicial. Comunicarnos con ellos es lo primero y lo mejor que podemos hacer. Establecer reglas desde el inicio. No propiciar la dependencia en ellos. La tarea comienza en el adulto que modelará la conducta que los niños han de imitar.