Conoce como funcionan las glándulas mamarias

Publicado: 7 marzo, 2023
Actualizado: 7 marzo, 2023

Las glándulas mamarias son responsables de la producción de leche para alimentar a los recién nacidos. Este proceso comienza durante el embarazo, cuando el cuerpo produce hormonas que indican a las glándulas mamarias que se preparen para la lactancia.

El aumento de progesterona y estrógenos hace que crezcan unas estructuras llamadas alvéolos en todas las glándulas, mientras que la prolactina estimula la producción de leche. Los senos están formados por tejido adiposo, tejido conjuntivo y pequeños conductos que transportan la leche desde los alvéolos hasta los pezones, donde puede liberarse cuando el bebé se alimenta.

La liberación de oxitocina también desempeña un papel importante en este proceso; cuando un bebé se agarra al pecho de su madre, estimula unos receptores nerviosos que, a su vez, liberan oxitocina en el torrente sanguíneo. Esta hormona es la responsable de estimular la producción y expulsión de leche a través de unas contracciones musculares llamadas células mioepiteliales situadas cerca de cada alvéolo. También ayuda a crear un vínculo emocional entre madre e hijo mediante la liberación de hormonas que hacen que la mujer se sienta relajada, contenta y conectada con su bebé después de amamantarlo.

Por último, la prolactina proporciona un suministro constante de nutrientes, como hidratos de carbono, grasas, proteínas, minerales y vitaminas, necesarios para el desarrollo saludable de los lactantes, además de facilitar la digestión.

También ayuda a regular las funciones del sistema inmunitario, como la producción de anticuerpos que protegen a los bebés de las infecciones hasta que desarrollan plenamente su propio sistema inmunitario, alrededor de los seis meses. Las glándulas mamarias son componentes esenciales de la anatomía femenina que proporcionan alimento no sólo físico, sino también emocional.

Anatomía: estructura y localización

Las glándulas mamarias, también conocidas como glándulas productoras de leche, son un par de órganos situados en la zona del tórax. Están compuestas por varios lóbulos que contienen alvéolos, que constituyen las unidades básicas de la lactancia. Los alvéolos producen leche y la secretan en pequeños canales llamados conductos. Estos conductos recogen y transportan la leche hasta los pezones, donde puede ser expulsada al exterior durante la lactancia o amamantamiento.

Las glándulas mamarias tienen un rico riego sanguíneo debido a su necesidad de hormonas como la progesterona y el estrógeno para desarrollarse plenamente y producir leche. Además, contienen nervios que les permiten responder a la estimulación de las hormonas (como cuando se amamanta a un bebé) o del tacto (que puede provocar la lactancia sin embarazo). Esta capacidad es posible gracias a unas células especializadas llamadas mioepiteliales, que ayudan a contraer la glándula cuando la activan señales nerviosas u hormonales.

Además, las glándulas mamarias también desempeñan un papel importante en la protección inmunitaria tanto de la madre como del lactante, ya que algunos componentes de la leche materna sirven como agentes antimicrobianos que pueden proteger contra enfermedades como la neumonía y la diarrea. Esto ayuda a garantizar que los lactantes reciban una nutrición adecuada y se mantengan sanos durante las primeras etapas de su desarrollo.

Hormonas y desarrollo

Las glándulas mamarias son las responsables de la producción de leche en los mamíferos lactantes. Estas glándulas están situadas en las mamas y su desarrollo está estrechamente ligado a los niveles hormonales durante la pubertad y el embarazo.

El estrógeno, la progesterona y la prolactina son hormonas clave que intervienen en el control del crecimiento y la función de las glándulas mamarias. Durante la pubertad, el aumento de los niveles de estrógenos hace que las células de la glándula mamaria se expandan rápidamente y se diferencien en componentes activos productores de leche llamados alvéolos. Este crecimiento se ve favorecido además por la progesterona, que hace que los lobulillos de los alvéolos se llenen de células secretoras, así como de tejido adiposo que ayuda a sostenerlos.

A continuación, la prolactina actúa sobre estos componentes para estimular la producción de leche durante la gestación o la lactancia. Cuando una madre deja de amamantar o cuando una mujer llega a la menopausia, la disminución de los niveles hormonales hace que las estructuras de las glándulas mamarias vuelvan a encogerse hasta volver a un estado inactivo.

El proceso de lactancia

Una vez que el bebé ha nacido y está listo para alimentarse, las glándulas mamarias de la madre son estimuladas por las hormonas de su cuerpo. La hormona prolactina indica a las glándulas mamarias que produzcan leche. Este proceso se conoce como lactogénesis.

A medida que el bebé mama, se liberan otras hormonas, como la oxitocina, que contribuyen a la producción de leche y a su expulsión del pecho. Cuando un bebé mama, su succión desencadena receptores en el pezón que hacen que los músculos del pecho se contraigan y expulsen la leche para su distribución a través de unos pequeños canales llamados conductos hasta la boca del lactante.

Conoce como funcionan las glándulas mamarias

Después, la leche restante vuelve a los sacos de almacenamiento para ser utilizada en otro momento. La composición de esta leche puede cambiar en función de la fase de lactancia en la que se encuentre -temprana o tardía-, así como de factores como la dieta y los niveles de hidratación del organismo de la madre.

Ciclo de producción de leche

Las glándulas mamarias, importantes para la producción de leche, constan de varias partes bien diferenciadas. Los alvéolos, o células productoras de leche, segregan leche desde los senos y conductos galactóforos hacia el pezón durante la lactancia.

Las células mioepiteliales del epitelio rodean cada alvéolo y ayudan a mover la leche por los conductos para que sea expulsada de la mama. Además, el tejido adiposo proporciona un aislamiento que ayuda a mantener calientes las glándulas mamarias y protege contra las infecciones.

Durante la lactancia, hormonas como la oxitocina estimulan las contracciones de las células musculares lisas que hacen que las células mioepiteliales se contraigan y expulsen la leche de los alvéolos a los conductos cercanos.

A medida que las cisternas de los pezones se llenan, se comprimen contra otras cisternas y empujan más leche hacia conductos colectores más grandes; esto se conoce como «reflejo de bajada» o «reflejo de eyección de leche». Este proceso continúa hasta que toda la leche ha sido expulsada de los pezones por la contracción de las células mioepiteliales que los rodean. Una vez expulsada, está lista para ser consumida tanto por el ganado como por el ser humano.

Conclusiones: Función esencial de las glándulas mamarias

Las glándulas mamarias desempeñan un papel esencial en el desarrollo de bebés sanos y en crecimiento. La glándula mamaria es un órgano especializado que produce leche rica en nutrientes y anticuerpos para contribuir al crecimiento y desarrollo del lactante. La leche producida por las glándulas mamarias también ayuda a proteger a los bebés de enfermedades infecciosas y otras dolencias. Además, las glándulas mamarias ayudan a fortalecer el vínculo entre la madre y el bebé al proporcionar contacto físico durante la lactancia, lo que ayuda a promover un fuerte vínculo emocional entre ellos.

La producción de leche de las glándulas mamarias también tiene efectos beneficiosos para las madres, ya que libera hormonas como la oxitocina que ayudan a reducir los niveles de estrés, disminuir los síntomas de depresión posparto, estimular las contracciones uterinas durante el parto para expulsar la placenta, regular los ciclos menstruales y facilitar una rápida cicatrización tras el parto.

En conclusión, se puede ver que las glándulas mamarias son órganos esenciales que proporcionan numerosos beneficios no sólo a los bebés, sino también a las madres. Su producción de leche nutritiva ayuda a garantizar una nutrición adecuada para los bebés y fortalece su sistema inmunitario, mientras que la liberación de hormonas beneficiosas ayuda a las madres en la recuperación posparto.

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