10 Consejos para cuando tu bebé tiene fiebre

Publicado: 11 abril, 2023
Actualizado: 14 mayo, 2025

La fiebre en los bebés es una de las preocupaciones más comunes que enfrentamos como madres. Ese momento en que tocas la frente de tu pequeño y la sientes caliente puede desencadenar una avalancha de inquietudes.

¿Es grave? ¿Necesita medicamentos? ¿Debo llevarlo al médico ahora mismo? Tranquila, mamá. La fiebre, aunque alarmante, es generalmente un signo de que el sistema inmunológico de tu bebé está trabajando correctamente para combatir una infección.

En este artículo, te compartiremos 10 consejos prácticos y efectivos para manejar los episodios de fiebre de tu bebé, ayudándote a actuar con calma y seguridad cuando la temperatura de tu pequeño se eleve.

Aprende a tomar la temperatura correctamente

Aprende a tomar la temperatura correctamente

Tomar la temperatura de manera adecuada es el primer paso para manejar la fiebre de tu bebé. Un termómetro digital es la opción más recomendada por su precisión y facilidad de uso.

Para bebés menores de 3 meses, la temperatura rectal ofrece la lectura más precisa. A partir de los 6 meses, puedes utilizar la temperatura axilar, aunque es menos exacta. Los termómetros de oído se recomiendan para niños mayores de 6 meses, mientras que los termómetros infrarrojos de frente son convenientes pero pueden variar en precisión.

Pasos para tomar la temperatura:

  • Asegúrate de que el bebé esté tranquilo y relajado
  • Si usas termómetro rectal, lubrica la punta con vaselina
  • Mantén el termómetro en posición el tiempo necesario (según las instrucciones)
  • Limpia el termómetro después de cada uso con agua y jabón o alcohol
  • Anota la temperatura, la hora y cualquier síntoma adicional para informar al médico

Mantén a tu bebé hidratado

La hidratación es crucial cuando tu bebé tiene fiebre, ya que la temperatura elevada aumenta la pérdida de líquidos a través de la sudoración y la respiración más rápida. Un bebé deshidratado puede empeorar y complicar su condición.

Para bebés que solo toman leche materna, ofrece el pecho con mayor frecuencia durante episodios de fiebre. Si tu bebé toma fórmula, puedes ofrecerle tomas más pequeñas pero más frecuentes. En bebés mayores de 6 meses, además de la leche, puedes ofrecer pequeñas cantidades de agua.

Señales de que tu bebé está bien hidratado:

  • Orina clara y regular (al menos 4-6 pañales mojados en 24 horas)
  • Lágrimas al llorar
  • Mucosas húmedas (boca y labios)
  • Fontanela (mollera) no hundida

Viste a tu bebé con ropa ligera

El exceso de abrigo puede aumentar la temperatura corporal de tu bebé y dificultar que el cuerpo libere calor naturalmente. Vestir a tu pequeño con ropa liviana favorece la regulación de su temperatura y puede ayudar a reducir su malestar.

La ropa de algodón es ideal por ser transpirable y cómoda. Evita múltiples capas de ropa, mantas gruesas o gorros mientras el bebé tiene fiebre, a menos que esté temblando por escalofríos. En ese caso, puedes abrigarlo temporalmente hasta que pase el escalofrío.

Consejos sobre la vestimenta:

  • Usa ropa holgada y fresca, preferiblemente de algodón
  • Reduce las capas de ropa y mantas
  • Mantén la habitación a una temperatura agradable (20-22°C)
  • Ajusta la ropa según la temperatura del bebé (si tiene escalofríos, abriga un poco; si está sudando, alivia la ropa)

Controla la temperatura ambiente

Controla la temperatura ambiente

El entorno donde se encuentra tu bebé puede influir significativamente en su comodidad y en cómo maneja la fiebre. Una habitación demasiado caliente puede aumentar la temperatura corporal, mientras que un ambiente fresco puede ayudar a reducir la fiebre naturalmente.

Mantén la habitación del bebé a una temperatura confortable, idealmente entre 20°C y 22°C (68°F y 72°F). Asegúrate de que haya buena circulación de aire, pero evita corrientes directas hacia el bebé.

Estrategias para controlar la temperatura ambiente:

  • Usa un ventilador para circular el aire (nunca apuntando directamente al bebé)
  • Mantén persianas o cortinas cerradas durante las horas más calurosas del día
  • En climas calientes, considera el uso moderado del aire acondicionado
  • Verifica la temperatura de la habitación con un termómetro ambiental

Ofrece baños con agua tibia

Un baño con agua a temperatura tibia puede ayudar a bajar la fiebre de forma natural y hacer que tu bebé se sienta más cómodo. Es importante destacar que el agua debe estar tibia, nunca fría, ya que el agua fría puede causar escalofríos que elevan aún más la temperatura.

La temperatura ideal del agua debe ser ligeramente inferior a la temperatura corporal normal, aproximadamente entre 36°C y 37°C (96.8°F y 98.6°F). El baño no necesita ser largo; con 5-10 minutos es suficiente para ayudar a refrescar al bebé.

Consideraciones para el baño:

  • Nunca dejes solo a tu bebé en el baño, ni por un segundo
  • Comprueba la temperatura del agua con el codo o un termómetro de baño
  • Mantén el cuarto de baño cálido para evitar cambios bruscos de temperatura
  • Seca suavemente a tu bebé después del baño, sin frotar
  • No uses alcohol o vinagre para bajar la fiebre, ya que pueden ser absorbidos por la piel y resultar tóxicos

Administra medicamentos solo cuando sea necesario

Los medicamentos para reducir la fiebre pueden ser útiles cuando tu bebé está incómodo o la temperatura es muy alta, pero no siempre son necesarios. La fiebre moderada (menos de 38.9°C o 102°F) en un bebé que se ve relativamente bien puede no requerir medicación.

Los dos medicamentos más comunes para bajar la fiebre en bebés son el paracetamol (acetaminofén) y el ibuprofeno. El paracetamol puede usarse desde el nacimiento, mientras que el ibuprofeno solo se recomienda a partir de los 6 meses de edad.

Pautas para el uso de medicamentos:

  • Consulta siempre con el pediatra antes de administrar cualquier medicamento
  • Sigue estrictamente las dosis recomendadas según el peso y edad de tu bebé
  • Usa el dosificador que viene con el medicamento para medir con precisión
  • Anota las horas de administración para evitar sobredosis
  • No alternes medicamentos sin indicación médica
  • Nunca administres aspirina a bebés o niños por el riesgo de síndrome de Reye

Observa otros síntomas y comportamientos

Además de la temperatura, es importante observar cómo se comporta tu bebé y qué otros síntomas presenta. A veces, la forma en que tu bebé actúa es más reveladora sobre su estado de salud que el número en el termómetro.

Un bebé con fiebre que juega, sonríe y se alimenta normalmente probablemente tenga una infección leve. Por otro lado, un bebé irritable, letárgico o que rechaza alimentarse puede tener una condición más seria, incluso si la fiebre no es muy alta.

Síntomas importantes a monitorear:

  • Nivel de actividad y respuesta
  • Alimentación e hidratación
  • Patrones de sueño
  • Llanto (tono, intensidad, si es consolable)
  • Presencia de erupciones cutáneas
  • Dificultad para respirar
  • Vómitos o diarrea
  • Fontanela abultada o hundida

Lleva un registro de la fiebre

Lleva un registro de la fiebre

Documentar la evolución de la fiebre y los síntomas de tu bebé puede proporcionar información valiosa para el pediatra y ayudarte a identificar patrones. Un registro detallado facilita la toma de decisiones médicas y puede tranquilizarte al ver cómo progresa la situación.

En tu registro, incluye la temperatura, la hora de la medición, los medicamentos administrados con sus dosis y horarios, y cualquier cambio en los síntomas o comportamiento del bebé.

Elementos para incluir en tu registro:

  • Temperatura y hora de cada medición
  • Método usado para tomar la temperatura (rectal, axilar, etc.)
  • Medicamentos administrados, dosis y hora
  • Ingesta de líquidos y alimentos
  • Cambios en el comportamiento (más somnoliento, irritable, etc.)
  • Presencia de otros síntomas (tos, congestión, diarrea, etc.)
  • Respuesta a los tratamientos

Proporciona comodidad emocional

Cuando tu bebé tiene fiebre, no solo sufre malestar físico sino también emocional. Los pequeños pueden sentirse asustados, irritables o simplemente necesitan más amor y atención durante estos episodios. Tu contacto y presencia son medicinas poderosas.

El consuelo emocional no solo hace que tu bebé se sienta mejor, sino que también puede ayudar a reducir la ansiedad, lo que a su vez puede disminuir la percepción del malestar físico.

Formas de proporcionar confort emocional:

  • Cárgalo y abrázalo con frecuencia
  • Habla suavemente y canta sus canciones favoritas
  • Ofrece su juguete de apego o manta preferida
  • Mantén la calma, ya que los bebés perciben nuestra ansiedad
  • Si tu bebé es amamantado, ofrece el pecho con más frecuencia (proporciona consuelo además de hidratación)
  • Permanece cerca mientras duerme para supervisar y responder rápidamente si te necesita

Confía en tu intuición de madre

Como madre, tienes una conexión especial con tu bebé y a menudo puedes percibir cuando algo no está bien, incluso antes de que aparezcan signos evidentes. Esta intuición materna es valiosa y no debe ser subestimada.

Si sientes que algo no está bien con tu bebé, aunque los síntomas no parezcan graves o la fiebre no sea muy alta, es perfectamente válido buscar atención médica para tu tranquilidad. Es mejor una consulta que resulte ser innecesaria que ignorar una situación potencialmente seria.

Recuerda:

  • Tú conoces a tu bebé mejor que nadie
  • No dudes en contactar al pediatra si algo te preocupa
  • Busca una segunda opinión si no te sientes satisfecha con las respuestas
  • La telemedicina es una opción válida para consultas menos urgentes
  • Prepara de antemano una lista de preguntas para el médico

¿Cuándo debes consultar al médico inmediatamente?

Aunque la mayoría de las fiebres en bebés son manejables en casa y se resuelven sin complicaciones, hay situaciones en las que debes buscar atención médica sin demora. Es mejor prevenir que lamentar, especialmente cuando se trata de la salud de los más pequeños.

Es fundamental conocer las señales de alarma que indican que tu bebé necesita evaluación médica urgente. La edad de tu bebé también influye en la urgencia de la consulta; los recién nacidos tienen sistemas inmunológicos más vulnerables y requieren atención más pronta.

Busca atención médica inmediata si tu bebé:

  • Es menor de 3 meses y tiene cualquier fiebre (temperatura rectal de 38°C/100.4°F o más)
  • Tiene entre 3-6 meses con fiebre de 38.9°C (102°F) o más
  • Tiene cualquier edad con fiebre superior a 40°C (104°F)
  • Presenta una erupción cutánea que no blanquea al presionarla (prueba del vaso)
  • Muestra signos de deshidratación (boca seca, ausencia de lágrimas, pañales secos por más de 6-8 horas)
  • Tiene dificultad para respirar o respira muy rápido
  • Llora de manera inconsolable o gime al tocarlo
  • Está extremadamente somnoliento, letárgico o difícil de despertar
  • Muestra rigidez en el cuello o parece tener dolor intenso
  • Tiene convulsiones o movimientos inusuales
  • Presenta fontanela (mollera) abultada o hundida
  • Tiene los labios o uñas azulados
  • La fiebre persiste más de 2-3 días
  • Parece empeorar en lugar de mejorar
  • Tiene vómitos o diarrea severos

Mitos comunes sobre la fiebre infantil

Alrededor de la fiebre en los niños existen numerosos mitos y conceptos erróneos que pueden generar ansiedad innecesaria en los padres. Desmentir estos mitos nos ayuda a enfrentar los episodios febriles con mayor conocimiento y serenidad.

La «fobia a la fiebre» es un término que describe el miedo exagerado que experimentan muchos padres ante cualquier elevación de temperatura en sus hijos. Este temor puede llevar a tratamientos excesivos o búsqueda innecesaria de atención de emergencia.

Mito 1: La fiebre alta puede causar daño cerebral

Realidad: Las fiebres causadas por enfermedades no dañan el cerebro. Solo temperaturas extremadamente altas (por encima de 42°C/107.6°F), que generalmente son causadas por factores externos como golpes de calor, pueden ser peligrosas para el cerebro. Las fiebres por infecciones rara vez superan los 40.5°C (105°F).

Mito 2: Toda fiebre necesita ser tratada con medicamentos

Realidad: No siempre es necesario bajar la fiebre con medicamentos. Si tu bebé se siente cómodo y está activo a pesar de la temperatura elevada, los antipiréticos podrían no ser necesarios. El tratamiento debe enfocarse en el confort del niño, no solo en el número del termómetro.

Mito 3: La intensidad de la fiebre indica la gravedad de la enfermedad

Realidad: La altura de la fiebre no siempre se correlaciona con la gravedad de la infección. Algunas infecciones virales leves pueden causar fiebres altas, mientras que infecciones bacterianas serias pueden manifestarse con temperaturas moderadas o incluso normales.

Mito 4: La dentición causa fiebre alta

Realidad: Aunque la dentición puede causar un ligero aumento de temperatura (menor a 38°C/100.4°F), no provoca fiebres altas. Si tu bebé tiene fiebre significativa durante la dentición, es probable que también tenga una infección no relacionada con la salida de los dientes.

Mito 5: Abrigar más a un bebé con fiebre ayuda a «sudar la fiebre»

Realidad: Abrigar excesivamente a un bebé con fiebre puede aumentar su temperatura y empeorar su malestar. La ropa ligera y un ambiente fresco ayudan al cuerpo a regular mejor su temperatura.

Mito 6: Si la fiebre baja con antipiréticos, la condición no es grave

Realidad: La respuesta a los medicamentos para bajar la fiebre no indica necesariamente la gravedad de la enfermedad. Algunas infecciones serias pueden mostrar reducción temporal de la fiebre con antipiréticos, pero los síntomas generales y el comportamiento del niño son mejores indicadores.

Mito 7: Los baños de alcohol o vinagre ayudan a bajar la fiebre

Realidad: Estos métodos son peligrosos y nunca deben utilizarse. El alcohol puede absorberse a través de la piel o inhalarse, causando toxicidad. Los baños con agua tibia (no fría) son una alternativa segura para ayudar a reducir la fiebre.

Preguntas frecuentes sobre la fiebre en bebés

Las dudas sobre la fiebre son muy comunes entre madres y padres. Responder a estas preguntas frecuentes puede ayudar a aclarar conceptos y manejar mejor los episodios febriles de tu bebé.

¿La fiebre siempre indica una infección?

Aunque las infecciones son la causa más común de fiebre en bebés, no es la única posibilidad. La fiebre también puede ser resultado de:

  • Vacunas recientes (especialmente dentro de las 48 horas posteriores)
  • Sobrecalentamiento por exceso de ropa o temperatura ambiental elevada
  • Deshidratación
  • Procesos inflamatorios no infecciosos
  • Algunas enfermedades autoinmunes (raras en bebés)

¿Es normal que la fiebre aumente por la noche?

Sí, es normal que la fiebre sea más alta en la tarde y noche. Esto se debe al ritmo circadiano natural del cuerpo, que hace que la temperatura corporal sea naturalmente más alta en esos momentos del día. Además, al final del día, los niños suelen estar más cansados, lo que puede hacer que los síntomas parezcan más intensos.

¿Debo despertar a mi bebé para darle medicamento para la fiebre?

Si tu bebé está durmiendo cómodamente a pesar de tener fiebre, generalmente es mejor no despertarlo. El sueño es reparador y ayuda al cuerpo a combatir la infección. Sin embargo, si la fiebre es muy alta o tu bebé parece incómodo mientras duerme, puede ser razonable despertarlo brevemente para administrar medicación.

¿Es peligroso que la fiebre suba y baje durante varios días?

Las fiebres fluctuantes son comunes en muchas infecciones virales y pueden durar de 3 a 5 días. Este patrón por sí solo no es preocupante. Lo importante es observar el comportamiento general del bebé y la presencia de otros síntomas. Si la fiebre persiste más de 3 días o tu bebé parece empeorar, consulta al médico.

¿Los bebés pueden tener convulsiones febriles?

Aproximadamente 2-5% de los niños entre 6 meses y 5 años pueden experimentar convulsiones febriles. Estas convulsiones, aunque atemorizantes para los padres, generalmente no causan daño cerebral ni conducen a epilepsia. Sin embargo, si tu bebé tiene una convulsión, debes buscar atención médica inmediata para descartar otras causas.

¿Puedo dar paracetamol e ibuprofeno al mismo tiempo?

No se recomienda administrar ambos medicamentos simultáneamente de forma rutinaria. En algunos casos específicos, el médico puede indicar alternar paracetamol e ibuprofeno, pero esto solo debe hacerse bajo supervisión médica y siguiendo un horario estricto para evitar sobredosificación.

¿La fiebre puede volver después de terminar un tratamiento antibiótico?

Si la fiebre regresa después de un tratamiento con antibióticos, es importante consultar nuevamente al médico. Esto podría indicar que:

  • La infección no era bacteriana sino viral (los antibióticos no tratan virus)
  • La bacteria era resistente al antibiótico utilizado
  • Se ha desarrollado una infección secundaria o complicación
  • La dosis o duración del antibiótico no fue suficiente

Conclusión

La fiebre en los bebés, aunque preocupante, es generalmente una respuesta natural y beneficiosa del cuerpo para combatir infecciones. Como madre, equiparte con conocimiento sobre cómo manejar estos episodios te ayudará a cuidar a tu pequeño con mayor confianza y tranquilidad.

Recuerda que lo más importante no es solo el número en el termómetro, sino cómo se comporta tu bebé y qué otros síntomas presenta. Un bebé con fiebre moderada pero activo y alerta generalmente estará bien, mientras que un bebé sin fiebre pero letárgico puede necesitar atención médica urgente.

Confía en tu intuición materna y no dudes en consultar al pediatra cuando tengas dudas. Ninguna preocupación es demasiado pequeña cuando se trata de la salud de tu bebé. El equilibrio entre vigilancia y calma es la clave para manejar estos momentos con sabiduría.

Con estos consejos prácticos y el conocimiento adecuado, estarás mejor preparada para enfrentar los episodios de fiebre de tu bebé, proporcionándole el cuidado y confort que necesita mientras su pequeño cuerpo trabaja para recuperarse. Recuerda siempre que cada episodio febril es una oportunidad para que el sistema inmunológico de tu bebé aprenda y se fortalezca para el futuro.

Acerca Grupo Editor

Somos un colectivo de padres y madres que compartimos temas de maternidad, concepción, embarazo, parto, lactancia y crianza de niños en general.

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