Hemorroides en el embarazo: Lo que debes saber

Publicado: 9 julio, 2022
Actualizado: 9 mayo, 2025

¡Hola, futura mamá! Sabemos que el embarazo es una etapa llena de cambios maravillosos, pero también trae consigo algunos desafíos físicos que quizás no esperabas.

Entre estos, las hemorroides son un tema del que pocas hablan abiertamente, pero que afecta a muchas mujeres durante esta dulce espera. Si estás leyendo esto, probablemente estés experimentando esta molestia o quieras prevenirla. No te preocupes, estamos aquí para acompañarte.

En este artículo, vamos a conversar como amigas sobre todo lo que necesitas saber acerca de las hemorroides durante el embarazo: qué son, por qué aparecen, cómo puedes prevenirlas y aliviarlas, y cuándo es momento de consultar con tu médico.

Porque creemos que estar informada es el primer paso para cuidarte a ti y a tu bebé de la mejor manera posible.

¿Qué son las hemorroides?

Aunque pueda sonar un poco intimidante, las hemorroides son simplemente venas inflamadas en la zona del recto y el ano. Piensa en ellas como venas varicosas, pero en un área más sensible.

Todos tenemos estas estructuras vasculares naturalmente; forman parte de nuestro cuerpo y cumplen una función importante: ayudan a controlar las evacuaciones. El problema surge cuando estas venas se inflaman y se dilatan.

Existen dos tipos principales de hemorroides:

• Hemorroides internas: Se desarrollan dentro del recto y generalmente no son visibles ni causan dolor, aunque pueden sangrar.
• Hemorroides externas: Aparecen bajo la piel alrededor del ano y pueden causar molestias significativas, picazón, dolor y, en ocasiones, sangrado.

Durante el embarazo, puedes experimentar cualquiera de estos tipos o ambos al mismo tiempo. Lo importante es recordar que, aunque incómodas, las hemorroides no representan un riesgo para tu bebé y son completamente tratables.

¿Por qué son comunes durante el embarazo?

Si te preguntas por qué justamente ahora estás experimentando este problema, hay varias razones que explican por qué casi el 50% de las mujeres embarazadas desarrollan hemorroides:

• Aumento de la presión en el abdomen: A medida que tu útero crece para acomodar a tu bebé, ejerce más presión sobre las venas de la zona pélvica y rectal. Esta presión dificulta el retorno venoso (el flujo de sangre que regresa al corazón), lo que puede causar que las venas se inflamen.
• Cambios hormonales: Durante el embarazo, tus niveles de progesterona aumentan significativamente. Esta hormona, tan necesaria para mantener un embarazo saludable, también tiene un efecto secundario: relaja las paredes de tus venas, lo que puede facilitar su inflamación.
• Estreñimiento: Muchas futuras mamás experimentan estreñimiento debido a los cambios hormonales, la suplementación con hierro y la presión del útero sobre el intestino. El esfuerzo al evacuar puede empeorar o causar hemorroides.
• Aumento del volumen sanguíneo: Durante el embarazo, el volumen de sangre en tu cuerpo aumenta hasta en un 50%. Este incremento ejerce mayor presión sobre tus venas, incluidas las del área rectal.

Es importante que sepas que las hemorroides suelen ser más comunes durante el tercer trimestre, cuando la presión abdominal es mayor, y también durante el trabajo de parto, debido al esfuerzo al pujar.

No es nada de lo que debas avergonzarte; es una consecuencia natural de los cambios que tu cuerpo está experimentando para dar vida.

Síntomas: ¿Cómo reconocerlas?

Identificar las hemorroides a tiempo puede ayudarte a tratarlas antes de que se vuelvan más molestas. Estos son los síntomas más comunes que podrías experimentar:

• Molestia o picazón en el área anal: Podrías sentir incomodidad o comezón alrededor del ano, especialmente después de ir al baño.
• Dolor o sensibilidad: Particularmente al sentarte, durante la limpieza después de evacuar, o incluso al caminar.
• Bultos cerca del ano: Las hemorroides externas pueden formar pequeños bultos sensibles alrededor del ano. Pueden ser suaves al tacto o sentirse firmes si se ha formado un coágulo de sangre.
• Sangrado: Podrías notar pequeñas cantidades de sangre roja brillante en el papel higiénico, en la taza del inodoro o en las heces. Este sangrado suele ser indoloro.
• Sensación de protuberancia: Podrías sentir como si tuvieras algo en el ano, una sensación de plenitud o como si hubiera quedado algo después de evacuar.
• Filtración de mucosidad: En algunos casos, las hemorroides pueden causar secreción de mucosidad que puede manchar tu ropa interior.

Es importante destacar que aunque estos síntomas son típicos de las hemorroides, cualquier sangrado rectal durante el embarazo debe ser consultado con tu médico para descartar otras condiciones. No asumas automáticamente que es por hemorroides sin una evaluación profesional.

Prevención: Consejos prácticos

La buena noticia es que existen muchas formas de prevenir las hemorroides durante el embarazo. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos que puedes incorporar fácilmente a tu rutina diaria:

• Mantente hidratada: Beber suficiente agua (al menos 8 vasos al día) ayuda a ablandar las heces, facilitando su paso y reduciendo la necesidad de esfuerzo al evacuar.
• Aumenta tu consumo de fibra: Incluye en tu dieta alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, granos enteros y legumbres. La fibra ayuda a prevenir el estreñimiento, uno de los principales desencadenantes de las hemorroides.
• No retengas las ganas de ir al baño: Cuando sientas la necesidad de evacuar, hazlo lo antes posible. Retrasar las evacuaciones puede contribuir al estreñimiento y aumentar la presión en las venas rectales.
• Evita estar sentada o de pie por períodos prolongados: Cambia de posición frecuentemente y realiza pequeños paseos durante el día. Si tu trabajo requiere que estés sentada, levántate y camina unos minutos cada hora.
• Realiza ejercicio moderado regularmente: Actividades como caminar, nadar o yoga prenatal mejoran la circulación y ayudan a prevenir el estreñimiento. Siempre consulta con tu médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios durante el embarazo.
• Practica ejercicios de Kegel: Estos ejercicios fortalecen los músculos del suelo pélvico, lo que puede mejorar la circulación en el área rectal y prevenir las hemorroides.
• Duerme de lado izquierdo: Esta posición puede aliviar la presión sobre las venas principales que retornan sangre desde la parte inferior del cuerpo, mejorando así la circulación en el área rectal.
• Usa ropa interior de algodón y prendas holgadas: La ropa ajustada puede aumentar la presión y el calor en el área genital y rectal, empeorando las hemorroides existentes o contribuyendo a su formación.

Recuerda que la constancia es clave. Estos cambios en tu estilo de vida no solo te ayudarán a prevenir las hemorroides, sino que también contribuirán a un embarazo más saludable y confortable en general.

Tratamientos caseros y seguros durante el embarazo

Si ya estás experimentando hemorroides, no te desesperes. Existen varios remedios caseros seguros que pueden aliviar tus síntomas durante el embarazo:

• Baños de asiento: Sumergir tu área rectal en agua tibia (no caliente) durante 10-15 minutos, 2-3 veces al día, puede reducir la inflamación y aliviar el dolor. Puedes añadir sales de Epsom al agua para un mayor alivio, pero consulta antes con tu médico.
• Compresas frías: Aplicar una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en una toalla sobre el área afectada durante 10-15 minutos varias veces al día puede reducir la inflamación y adormecer el dolor.
• Almohadillas de witch hazel: Las toallitas o almohadillas impregnadas con witch hazel (hamamelis) pueden proporcionar alivio inmediato de la picazón y el dolor. Asegúrate de que no contengan alcohol u otros ingredientes potencialmente dañinos.
• Mantén el área limpia: Después de cada evacuación, limpia suavemente el área con toallitas húmedas sin perfume o con papel higiénico humedecido con agua tibia. Evita frotar, ya que esto puede irritar más la zona.
• Alimentación adecuada: Además de aumentar la fibra en tu dieta, considera incluir alimentos que suavicen las heces, como ciruelas pasas, kiwi o papaya.
• Cremas y ungüentos seguros durante el embarazo: Existen cremas específicas para hemorroides que son seguras durante el embarazo. Siempre consulta con tu médico antes de usar cualquier medicamento, incluso los de venta libre.
• Almohada en forma de dona: Sentarte sobre una almohada especial con forma de dona puede aliviar la presión en el área rectal cuando necesites estar sentada.
• Elevación de piernas: Acostarte con las piernas elevadas puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la presión en las venas rectales.

Es importante recordar que estos remedios caseros no curan las hemorroides, pero pueden aliviar significativamente los síntomas mientras tu cuerpo se recupera. Si los síntomas persisten o empeoran a pesar de estos tratamientos, es momento de consultar con tu médico.

¿Cuándo consultar al médico?

Aunque las hemorroides durante el embarazo suelen ser una molestia temporal y no un problema grave de salud, hay situaciones en las que deberías buscar atención médica:

• Sangrado rectal: Si notas sangre en tus heces o en el papel higiénico, consulta con tu médico. Aunque el sangrado suele ser causado por hemorroides, es importante descartar otras condiciones.
• Dolor intenso: Si experimentas dolor severo que no se alivia con los remedios caseros, podría indicar una complicación como una hemorroide trombosada (con un coágulo de sangre).
• Hemorroides que no mejoran: Si tus síntomas no mejoran después de una semana de cuidados en casa, es recomendable buscar ayuda profesional.
• Infección: Signos de infección como fiebre, enrojecimiento intenso, calor en el área o secreción con mal olor requieren atención médica inmediata.
• Cambio en los hábitos intestinales: Si notas cambios significativos en tus hábitos intestinales junto con los síntomas de hemorroides, como diarrea persistente o estreñimiento severo.
• Mareo o debilidad: Si experimentas mareos o debilidad junto con sangrado rectal, busca atención médica de inmediato, ya que podría indicar una pérdida de sangre significativa.

Tu médico puede recomendarte tratamientos adicionales seguros durante el embarazo, como cremas o supositorios específicos. En casos muy raros y severos, podría ser necesario un procedimiento médico, pero esto generalmente se evita durante el embarazo a menos que sea absolutamente necesario.

Recuerda que tu equipo de atención prenatal está ahí para ayudarte con todos los aspectos de tu salud durante el embarazo, incluso con temas que puedan resultarte incómodos de discutir. No dudes en comunicarles cualquier preocupación que tengas.

7 Mitos sobre las Hemorroides en el Embarazo

Existen muchos mitos sobre las hemorroides durante el embarazo que pueden causarte preocupación innecesaria. Vamos a aclarar algunos de ellos:

1. Mito: Las hemorroides durante el embarazo son inevitables. Realidad: Aunque son comunes, no todas las mujeres embarazadas desarrollan hemorroides. Con las medidas preventivas adecuadas, puedes reducir significativamente tu riesgo.
2. Mito: Las hemorroides pueden afectar al bebé. Realidad: Las hemorroides no afectan directamente al desarrollo o la salud de tu bebé. Son una condición que afecta solo a la madre.
3. Mito: Una vez que tienes hemorroides durante el embarazo, las tendrás para siempre. Realidad: La mayoría de las hemorroides que aparecen durante el embarazo mejoran o desaparecen por completo después del parto, especialmente con los cuidados adecuados.
4. Mito: No puedes hacer nada para aliviar las hemorroides durante el embarazo. Realidad: Existen muchos remedios seguros y efectivos que puedes utilizar durante el embarazo para aliviar los síntomas de las hemorroides.
5. Mito: El parto empeorará drásticamente las hemorroides. Realidad: Aunque el esfuerzo durante el parto puede agravar temporalmente las hemorroides existentes o causar nuevas, muchas mujeres experimentan una mejora significativa en las semanas posteriores al parto a medida que la presión abdominal se reduce.
6. Mito: Las hemorroides siempre sangran. Realidad: No todas las hemorroides causan sangrado. Muchas veces, los síntomas principales son la hinchazón, el dolor y la picazón.
7. Mito: Los alimentos picantes causan hemorroides. Realidad: Los alimentos picantes no causan hemorroides, aunque pueden irritar las ya existentes en algunas personas. La clave está en conocer tu propio cuerpo y evitar los alimentos que te causan molestias.

Estar informada con datos precisos te ayudará a manejar mejor esta condición y a reducir la ansiedad que pueda causarte. Recuerda que las hemorroides, aunque molestas, son una condición temporal para la mayoría de las mujeres embarazadas.

Cuidados postparto

El período después del parto es crucial para la recuperación de las hemorroides. Aquí te ofrecemos algunos consejos para cuidarte durante este tiempo:

• Continúa con los baños de asiento: Estos siguen siendo efectivos para aliviar el dolor y la inflamación después del parto. Añadir sal de Epsom puede proporcionarte un alivio adicional.
• Usa compresas postparto frías: Muchos hospitales proporcionan compresas especiales que puedes enfriar y aplicar en el área. Estas pueden aliviar tanto las molestias de las hemorroides como las del perineo después del parto.
• Mantén una buena higiene: Limpia el área con agua tibia después de cada evacuación o cambio de toalla sanitaria. Puedes usar una botella de agua para rociar el área en lugar de usar papel higiénico, lo que puede ser menos irritante.
• Evita el estreñimiento: El miedo a la primera evacuación después del parto es común, especialmente si tuviste hemorroides o una episiotomía. Beber mucha agua, consumir alimentos ricos en fibra y, si tu médico lo recomienda, usar un ablandador de heces puede hacer este proceso más cómodo.
• Contracción del suelo pélvico: Una vez que tu médico te dé luz verde para hacer ejercicio, retomar los ejercicios de Kegel puede ayudar a mejorar la circulación en el área y promover la curación.
• Alivia la presión: Continúa usando la almohada en forma de dona cuando te sientes, especialmente si tuviste un parto vaginal.
• Medicamentos seguros durante la lactancia: Consulta con tu médico sobre cremas o medicamentos que sean seguros de usar si estás amamantando.
• Date tiempo para sanar: La recuperación del parto lleva tiempo, y esto incluye la mejora de las hemorroides. Sé paciente contigo misma y recuerda que tu cuerpo necesita tiempo para volver a su estado pre-embarazo.

La buena noticia es que para la mayoría de las mujeres, las hemorroides que aparecieron durante el embarazo mejoran significativamente o desaparecen por completo en las semanas posteriores al parto, a medida que la presión abdominal se reduce y los niveles hormonales se normalizan.

Conclusión y mensajes de apoyo

Querida mamá, sabemos que las hemorroides pueden ser un aspecto incómodo y a veces doloroso del embarazo, pero queremos que recuerdes que son temporales y tratables. A lo largo de este artículo, hemos explorado qué son las hemorroides, por qué son comunes durante el embarazo, cómo prevenirlas y tratarlas, y cuándo buscar ayuda médica.

El embarazo transforma tu cuerpo de maneras asombrosas para dar vida a tu bebé, y aunque algunas de estas transformaciones traen consigo molestias, cada una de ellas es parte del hermoso viaje hacia la maternidad. Las hemorroides, aunque incómodas, no representan un riesgo para tu bebé y generalmente mejoran después del parto.

No dudes en hablar abiertamente con tu equipo de atención prenatal sobre cualquier síntoma que experimentes. Están ahí para apoyarte en todos los aspectos de tu salud durante esta etapa.

Y recuerda, no estás sola en esto. Millones de mujeres embarazadas han experimentado hemorroides y han salido adelante. Con los cuidados adecuados y un poco de paciencia, tú también lo harás.

¿Tienes alguna otra preocupación sobre tu salud durante el embarazo? No dudes en dejarnos un comentario abajo. Estamos aquí para apoyarte en cada paso de este hermoso camino.

¡Te deseamos un embarazo saludable y una experiencia de parto maravillosa!