Publicado: 6 enero, 2023
Actualizado: 27 junio, 2023
La lactancia materna es un fenómeno bio — cultural: se trata de un proceso biológico determinado por la cultura. La lactancia materna es el reflejo de normas, creencias y prácticas culturales diversas. Veamos cómo es en diversas culturas:
En este artículo
En Asia
En Camboya, en China y Vietnam, los alimentos están clasificados en «calientes» y «fríos» según su naturaleza. Después del parto, las mujeres deben «pasar el mes». Durante los 28 o 30 días que siguen el parto, se piensa que las mujeres son vulnerables al frío y a la magia. La madre debe quedarse en su casa, evitar el frío, bañarse y andar a pasos muy pequeños.
Durante este primer mes, la madre no puede comer nada más que alimentos «calientes» como pollo, cerdo, jengibre, sal, pimienta, arroz hervido y té. Estas recomendaciones ayudan a prevenir los problemas de salud del niño y de la propia madre. El puré de repollo, las zanahorias o coliflor y patatas, están considerados como favorecedor de la lactancia. Los niños nacidos en estos países son alimentados con leche materna más de un año.
Los productos preparados son demasiado caros y son indisponibles. La lactancia es normal. El calostro se juzga como «viejo» y es rechazado. Los primeros días, el bebé es alimentado con té o con agua azucarada. En Hong Kong y otras grandes ciudades asiáticas donde la lactancia es de más corta duración (3 o 4 meses), la utilización del biberón es más frecuente.
En Japón, la salud de los niños tiene un gran valor. La lactancia se recomienda. Dura bastante tiempo, pero la alimentación mixta (seno y biberón) está en aumento. Se cree que un régimen a base de arroz y sopa puede aumentar la producción de leche. Además a la madre se le otorga una pequeña figura a la que puede rezar para conseguir producir más leche. Los japoneses también creen en las virtudes de los alimentos «calientes».
En India, la lactancia no parece ser elegida por muchas madres (alrededor del 25%). En las regiones rurales, las mujeres amamantan a sus hijos hasta el siguiente nacimiento. La madre utiliza el velo para cubrirse cuando da el pecho. Según la tradición, las recientes madres no salen de casa durante los primeros 40 días. Van a vivir en casa de su madre durante este tiempo. Ello les ayuda a restablecerse y favorecer la lactancia.
En Sri Lanka, la lactancia materna se encuentra generalizada. Los alimentos que las madres consumen favorecen la producción de leche (pescado fresco, pollo y verduras). Los alimentos sólidos se introducen en la dieta de los niños a los 6 meses y en las niñas a los 7 meses en una ceremonia que se lleva a cabo en un templo en la que se da arroz azucarado al pequeño.
En América Latina
En Méjico, el 80% de las madres alimentan a su bebé dándole el pecho y el 38% de los niños son alimentados de esta manera en exclusiva, hasta que cumplen los tres años. Sin embargo, los dos tercios de las mujeres que viven en la ciudad dejan de amamantar mucho más temprano. Desde hace algunos meses, el gobierno de Méjico ha decidido promover la lactancia materna.
En Perú, el 99% de los bebés son alimentados con leche materna y el 60% lo siguen siendo al año de vida. En la totalidad de la cultura hispánica, la madre debe someterse a la «cuarentena», un período de reposo de cuarenta días. Los alimentos juzgados demasiado ácidos se evitan y los que favorecen la lactancia se consumen más (queso blanco, tortillas, café con leche, cacao, pollo).
Los alimentos considerados ‘calientes’ se consumen más para beneficiar a la madre y al bebé. Se piensa que el frío disminuye la producción de leche y que el exceso de calor hace que la leche se digiera mal. Las especias se evitan, al igual que el perejil y las legumbres. Sin embargo, la cerveza negra y la malta son buenos para la lactancia. El calostro es percibido como alimento «sucio» y las madres esperan algunos días antes de amamantar.
Las mujeres latino americanas estiman que el estrés provoca «leche perturbada». Pueden optar por el biberón para proteger al bebé de estos efectos nocivos. Estos bebés dejan de tomar el pecho a los 3 meses o, como muy tarde, al comienzo de un nuevo embarazo ya que estas mujeres estiman que la leche se vuelve demasiado diluida y podría ser negativa para el niño.
En Africa
Durante mucho tiempo, la lactancia materna exclusivamente durante un largo período de tiempo era la norma en Africa. Hoy en día ya no es el caso, gracias a los programas de distribución de leche. Pero, en conjunto, los bebés conviven con las madres durante mucho tiempo (les llevan a la espalda) y son alimentados según demanda.
En Kenia, la lactancia materna es una regla que no provoca problemas. Muchas mujeres completan la lactancia con otros alimentos cuando el niño cumple 3 meses.
En Congo, pocas mujeres pueden permitirse la leche en polvo, por lo que la lactancia materna está muy extendida.
En Mali, se cree que la leche materna crea un lazo sanguíneo entre la madre y el hijo, por eso la leche en polvo son raramente utilizadas. Los niños se destetan alrededor de los dos años.
En Somalia, la lactancia dura mucho tiempo y es considerada indispensable para la supervivencia del bebé. En este país, la costumbre de quedarse en casa 40 días. La madre se alimenta a base de alimentos ricos en grasas para favorecer la lactancia. El calostro es juzgado nefasto y se tira. Incluso si la lactancia dura mucho tiempo, otros complementos líquidos y sólidos se introducen muy temprano.
En Europa del Este y Europa Central
La lactancia se recomienda y todas las madres dan el pecho cuando salen del hospital, aunque sólo el 30% lo siguen haciendo 2 o 3 meses después. Después de cada toma, es común utilizar un complemento ya que se tiene la convicción de que la leche materna no es suficiente.
Además, la boca del bebé y el pezón se desinfectan después de cada toma. La leche de sustitución y otros preparados no se encuentran muy disponibles y son muy caros, por eso, los alimentos sólidos se introducen desde muy pronto.
El Islam
El Corán recomienda la lactancia materna. Dice que las mujeres deben amamantar a los niños durante dos años. Esta práctica es juzgada como positiva y normal para la madre y el niño. A las mujeres embarazadas y a las que dan el pecho se les dispensa de hacer el Ramadán (aunque deben hacer el ayuno más tarde). A menudo, el padre recita una oración especial antes de poner al bebé al pecho de la madre, aunque ésta lo puede hacer en ausencia del hombre.
En nuestra cultura
La lactancia materna se aconseja ya que se la considera el alimento más adaptado a las necesidades del bebé. Muchas madres pueden prolongar su baja por maternidad o tener facilidades para poder dar el pecho al niño cuando empieza a trabajar.
Esta visión de las diferentes culturas nos permite ver que la lactancia materna es importante, ya sea elegida por sus cualidades, por tradición o imposibilidad de elección. Sin embargo, para todas las madres que no pueden o no quieren amamantar, las leches de sustitución son muy válidas. Es mejor dar el biberón con convicción y ganas, que dar el pecho en contra de la voluntad.