Publicado: 8 agosto, 2022
Actualizado: 3 junio, 2025
La mastitis es una de las complicaciones más comunes durante la lactancia materna, pero también una de las más incomprendidas. Si estás amamantando a tu bebé y experimentas dolor en el pecho, enrojecimiento o síntomas similares a los de la gripe, es posible que estés enfrentando esta condición.
Aunque puede resultar preocupante y dolorosa, la mastitis tiene tratamiento y, con el manejo adecuado, no tiene por qué interrumpir tu hermoso viaje de lactancia.
En esta guía completa, te acompañaremos paso a paso para entender qué es la mastitis, cómo reconocerla, tratarla y, lo más importante, cómo prevenirla para que puedas continuar disfrutando de la lactancia con confianza y tranquilidad.
En este artículo
¿Qué es la Mastitis?
La mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede ocurrir con o sin infección. Durante la lactancia, esta condición afecta aproximadamente entre el 3% y el 33% de las mujeres que amamantan, aunque estudios más recientes sugieren que la incidencia real es menor al 10%.
La mastitis puede presentarse en cualquier momento durante la lactancia, pero es más común durante las primeras 12 semanas después del parto, especialmente entre la segunda y tercera semana.
Tipos principales de mastitis
- Mastitis aguda: La forma más común y fácil de diagnosticar, con síntomas claros y visibles
- Mastitis subclínica: Más difícil de detectar, caracterizada principalmente por dolor sin otros síntomas evidentes
- Mastitis infecciosa: Cuando hay presencia de bacterias que requieren tratamiento antibiótico
La mastitis puede afectar uno o varios cuadrantes de la mama y, contrario a lo que muchas personas creen, no es motivo para suspender la lactancia materna.
Síntomas de la Mastitis

Reconocer los síntomas de la mastitis de manera temprana es fundamental para un tratamiento efectivo. Los síntomas pueden desarrollarse gradualmente o aparecer de forma súbita.
Síntomas locales en la mama
- Enrojecimiento: Aparición de una zona rojiza en la mama, generalmente en forma de cuña o triángulo
- Dolor intenso: Sensación de dolor punzante, quemazón o pinchazos que pueden irradiarse hacia la espalda o el brazo
- Hinchazón: Inflamación notable en la zona afectada
- Calor: La zona se siente caliente al tacto
- Sensibilidad: Dolor al roce o presión ligera
- Endurecimiento: Área que se siente más firme o con nódulos
Síntomas generales
- Fiebre: Temperatura corporal de 38.5°C o superior
- Escalofríos: Sensación de frío intenso, especialmente al inicio del cuadro
- Fatiga extrema: Sensación de agotamiento que va más allá del cansancio normal de la maternidad
- Dolor de cabeza: Cefalea que puede ser intensa
- Dolores musculares: Molestias similares a las de un estado gripal
- Náuseas: En algunos casos, pueden presentarse náuseas o malestar estomacal
Es importante destacar que en la mastitis subclínica, los síntomas pueden ser más sutiles, presentándose principalmente como dolor mamario persistente sin signos visibles de inflamación, lo que puede llevar a un diagnóstico tardío.
Causas y Factores de Riesgo
Understanding las causas de la mastitis te ayudará a tomar medidas preventivas efectivas. La mastitis puede desarrollarse por múltiples factores que a menudo se combinan entre sí.
Causas principales
- Obstrucción de conductos lácteos: La acumulación de leche en los conductos crea un ambiente propicio para la inflamación e infección
- Vaciado inadecuado del pecho: Cuando la mama no se vacía completamente durante las tomas
- Infección bacteriana: Principalmente por Staphylococcus aureus, que puede ingresar a través de grietas en el pezón
- Alteración de la microbiota mamaria: Desequilibrio en las bacterias beneficiosas del tejido mamario
Factores de riesgo más comunes
- Grietas o lesiones en el pezón: Proporcionan una vía de entrada para las bacterias
- Técnica de lactancia inadecuada: Posicionamiento incorrecto del bebé o agarre deficiente
- Tomas espaciadas o irregulares: Dejar pasar mucho tiempo entre las tomas
- Estrés y fatiga materna: El cansancio extremo puede debilitar el sistema inmunológico
- Uso de sostenes muy ajustados: Pueden comprimir los conductos lácteos
- Presión externa en la mama: Dormir boca abajo o cargadores de bebé mal ajustados
- Destete abrupto: Suspender la lactancia de manera repentina
- Antecedentes previos de mastitis: Aumenta el riesgo de episodios recurrentes
Factores adicionales a considerar
- Cambios hormonales: Fluctuaciones en los niveles de hormonas durante la lactancia
- Sistema inmunológico debilitado: Por estrés, mala alimentación o enfermedades
- Tabaquismo: Las madres fumadoras tienen mayor predisposición a desarrollar mastitis
- Problemas anatómicos del bebé: Como frenillo lingual corto que afecta la succión
Diagnóstico de la Mastitis

El diagnóstico de la mastitis es principalmente clínico, basado en los síntomas y el examen físico. Sin embargo, existen herramientas adicionales que pueden ser útiles en ciertos casos.
Evaluación clínica inicial
El profesional de la salud realizará una evaluación completa que incluye la observación directa de la mama afectada, palpación para identificar zonas de endurecimiento o dolor, y evaluación del estado general de la madre. También se revisará la técnica de lactancia y se evaluará la succión del bebé.
Cuándo se requieren exámenes adicionales
- Cultivo de leche materna: Se solicita cuando no hay mejoría después de 24-48 horas de tratamiento, en casos de mastitis recurrente, cuando se sospecha resistencia antibiótica, o en mastitis graves
- Ecografía mamaria: Puede ser útil para descartar abscesos o evaluar la estructura de los conductos lácteos
- Análisis de laboratorio: En casos severos, pueden solicitarse análisis de sangre para evaluar signos de infección sistémica
Tipo de Examen | Cuándo se Solicita | Información que Proporciona |
---|---|---|
Cultivo de leche | Falta de respuesta al tratamiento, mastitis recurrente | Identifica bacteria causante y sensibilidad antibiótica |
Ecografía | Sospecha de absceso, evaluación de conductos | Estructura mamaria, presencia de colecciones |
Hemograma | Mastitis severa, signos sistémicos | Estado general, signos de infección |
Criterios diagnósticos importantes
Para el cultivo de leche materna, se considera positivo cuando se encuentran más de 10,000 unidades formadoras de colonias por mililitro, junto con un aumento en el recuento de leucocitos.
La técnica correcta de recolección de la muestra es fundamental para obtener resultados confiables.
Tratamiento de la Mastitis
El tratamiento de la mastitis debe ser integral y comenzar lo antes posible para prevenir complicaciones. La estrategia terapéutica se basa en tres pilares fundamentales: vaciado efectivo de la mama, medidas de confort y, cuando sea necesario, tratamiento antibiótico.
Medidas inmediatas (primeras 24-48 horas)
El primer y más importante paso es asegurar el vaciado frecuente y efectivo de la mama afectada. Esto incluye continuar con la lactancia materna del lado afectado, ya que la leche no representa riesgo para el bebé y el vaciado ayuda a resolver la obstrucción.
Si el dolor es muy intenso o hay grietas que dificultan la lactancia directa, se puede usar un extractor de leche de buena calidad.
Manejo del dolor y la inflamación
- Ibuprofeno: 400 mg cada 6-8 horas, es el antiinflamatorio de elección por su efectividad y compatibilidad con la lactancia
- Compresas: Aplicar calor húmedo antes de las tomas para favorecer la bajada de leche, y frío después para reducir la inflamación
- Masajes suaves: Realizar movimientos circulares desde la zona afectada hacia el pezón durante las tomas
Tratamiento antibiótico
Se indica cuando no hay mejoría después de 24-48 horas de medidas conservadoras, o desde el inicio en casos severos con síntomas sistémicos importantes.
Antibióticos de primera línea:
- Cloxacilina: 500 mg cada 6 horas por 10-14 días
- Cefadroxilo: 1 gramo cada 12-24 horas por 10-14 días
En casos de alergia a penicilinas:
- Clindamicina: 300-600 mg cada 12 horas por 10-14 días
Para sospecha de Staphylococcus aureus resistente (SARM):
- Trimetoprim-sulfametoxazol: 160/800 mg cada 12 horas por 7-10 días
Es fundamental completar todo el curso antibiótico, incluso si los síntomas mejoran antes, para prevenir recurrencias y desarrollo de resistencia bacteriana.
Medidas de apoyo
- Descanso adecuado: Es esencial para la recuperación y fortalecimiento del sistema inmunológico
- Hidratación: Mantener una ingesta adecuada de líquidos
- Alimentación nutritiva: Una dieta balanceada apoya el proceso de curación
- Manejo del estrés: Técnicas de relajación y apoyo emocional
Prevención de la Mastitis

La prevención de la mastitis es posible mediante la adopción de buenas prácticas de lactancia y cuidado personal. Estas medidas son especialmente importantes durante los primeros meses de lactancia.
Técnica correcta de lactancia
Asegurar un posicionamiento adecuado del bebé es fundamental. El bebé debe estar frente a la mama, con su cuerpo alineado (oreja, hombro y cadera en línea recta), y la boca debe abarcar no solo el pezón sino gran parte de la areola. Los signos de un buen agarre incluyen mejillas redondeadas del bebé, movimiento de succión profundo y rítmico, y ausencia de dolor en la madre.
Frecuencia y duración de las tomas
- Lactancia a demanda: Ofrecer el pecho siempre que el bebé muestre señales de hambre
- Vaciado completo: Permitir que el bebé termine de mamar de un pecho antes de ofrecer el otro
- Alternancia de posiciones: Cambiar las posiciones de lactancia para asegurar el vaciado de todos los conductos
- Evitar horarios rígidos: La flexibilidad en los horarios de toma es clave
Cuidado de los pezones
- Higiene suave: Lavar con agua tibia, evitando jabones agresivos
- Secar al aire: Permitir que los pezones se sequen naturalmente después de las tomas
- Uso de lanolina pura: En caso de sequedad o pequeñas grietas
- Evitar productos irritantes: Como alcohol, lociones perfumadas o toallitas con químicos
Cuidado personal y estilo de vida
- Sostenes adecuados: Usar sostenes de lactancia bien ajustados pero no apretados, preferiblemente sin aros
- Posición para dormir: Evitar dormir boca abajo o en posiciones que compriman las mamas
- Manejo del estrés: Practicar técnicas de relajación y buscar apoyo cuando sea necesario
- Alimentación balanceada: Mantener una dieta nutritiva rica en vitaminas y minerales
- Hidratación adecuada: Beber suficiente agua a lo largo del día
Medidas específicas para prevenir recurrencias
- Identificar factores desencadenantes: Reconocer qué situaciones han precedido episodios anteriores de mastitis
- Graduales cambios en la rutina: Realizar modificaciones lentas en la frecuencia de las tomas si es necesario
- Consulta temprana: Buscar ayuda profesional ante los primeros signos de molestias
Mastitis y Continuación de la Lactancia

Una de las preocupaciones más comunes entre las madres que desarrollan mastitis es si pueden o deben continuar amamantando. La respuesta es clara: en la mayoría de los casos, no solo es seguro continuar con la lactancia, sino que es altamente recomendado para la resolución del cuadro.
¿Por qué es seguro continuar amamantando?
La leche materna de una madre con mastitis no representa riesgo para el bebé. Las bacterias que causan mastitis son las mismas que normalmente habitan en la boca del bebé, y los anticuerpos presentes en la leche materna incluso pueden ofrecer protección adicional. Además, el vaciado frecuente del pecho es una de las medidas terapéuticas más efectivas.
Beneficios de continuar la lactancia durante la mastitis
- Resolución más rápida: El vaciado constante ayuda a eliminar las bacterias y reduce la congestión
- Menor riesgo de abscesos: El drenaje natural previene la acumulación de material infectado
- Mantenimiento de la producción de leche: Evita problemas de suministro de leche a largo plazo
- Bienestar del bebé: Mantiene la alimentación óptima sin interrupciones
Compatibilidad de medicamentos con la lactancia
La mayoría de los medicamentos utilizados para tratar la mastitis son compatibles con la lactancia materna. Los antibióticos recomendados como cloxacilina, cefadroxilo y clindamicina se consideran seguros durante la lactancia. El ibuprofeno también es la opción preferida para el manejo del dolor y la inflamación.
Cuándo considerar la suspensión temporal
Existen muy pocas situaciones en las que se debe considerar la suspensión temporal de la lactancia del lado afectado:
- Presencia de absceso mamario activo: Hasta que se resuelva con tratamiento médico
- Lesiones severas del pezón con sangrado abundante: Hasta que cicatricen adecuadamente
- Malestar extremo de la madre: En casos muy severos donde la lactancia directa cause dolor insoportable
En estas situaciones excepcionales, es importante mantener la extracción de leche para preservar la producción y permitir la pronta reanudación de la lactancia directa.
Estrategias para facilitar la lactancia durante la mastitis
- Comenzar por el lado no afectado: Esto favorece la bajada de leche y hace más tolerable la lactancia del lado afectado
- Usar diferentes posiciones: Algunas posiciones pueden ser más cómodas que otras
- Aplicar calor antes de las tomas: Facilita el flujo de leche y reduce el dolor
- Realizar masajes suaves: Durante la toma, masajear desde la zona afectada hacia el pezón
Complicaciones de la Mastitis
Aunque la mastitis generalmente responde bien al tratamiento apropiado, pueden presentarse complicaciones si no se maneja adecuadamente o si se retrasa el tratamiento. Conocer estas posibles complicaciones ayuda a las madres a buscar atención médica oportuna y tomar medidas preventivas.
Absceso mamario
Esta es la complicación más seria de la mastitis no tratada o mal tratada. Un absceso es una colección de pus encapsulada que requiere drenaje quirúrgico o aspiración con aguja.
Los signos que sugieren desarrollo de absceso incluyen empeoramiento del dolor a pesar del tratamiento, área fluctuante o blanda en la mama, fiebre persistente después de 48-72 horas de antibióticos, y malestar general severo.
Mastitis recurrente
Algunas madres pueden experimentar episodios repetidos de mastitis.
Esto puede ocurrir por tratamiento antibiótico inadecuado o incompleto, persistencia de factores predisponentes como técnica de lactancia deficiente, presencia de bacterias resistentes, o factores anatómicos del bebé que afectan la succión efectiva.
Mastitis crónica
En casos raros, la mastitis puede volverse crónica, caracterizada por dolor mamario persistente, episodios recurrentes de inflamación, y posible formación de tejido cicatricial.
Esta condición requiere evaluación especializada y manejo multidisciplinario.
Impacto en la lactancia
- Reducción en la producción de leche: Especialmente si la mastitis es recurrente o severa
- Abandono prematuro de la lactancia: Por dolor persistente o consejo médico inadecuado
- Ansiedad y estrés: Que pueden afectar la bajada de leche y la experiencia de lactancia
Complicaciones sistémicas
En casos severos no tratados, la mastitis puede progresar a sepsis, una condición potencialmente grave que requiere hospitalización y tratamiento intensivo.
Los signos de alarma incluyen fiebre muy alta (mayor a 39°C), escalofríos incontrolables, frecuencia cardíaca elevada, y confusión o alteración del estado mental.
Prevención de complicaciones
- Tratamiento temprano: Buscar atención médica ante los primeros síntomas
- Adherencia al tratamiento: Completar todo el curso de antibióticos prescrito
- Seguimiento médico: Mantener comunicación con el profesional de salud sobre la evolución
- Evaluación de factores de riesgo: Identificar y corregir problemas subyacentes
Cuándo Buscar Ayuda Médica
Reconocer cuándo es necesario buscar atención médica profesional es crucial para el manejo efectivo de la mastitis y la prevención de complicaciones. Aunque muchos casos pueden manejarse inicialmente con medidas conservadoras, ciertas situaciones requieren evaluación médica inmediata.
Buscar atención médica inmediata si presentas:
- Fiebre alta: Temperatura de 38.5°C o superior
- Síntomas sistémicos severos: Escalofríos intensos, debilidad extrema, o sensación de malestar general importante
- Dolor severo: Que no mejora con analgésicos o interfiere significativamente con las actividades diarias
- Cambios en la piel: Enrojecimiento que se extiende rápidamente, aparición de estrías rojas, o cambios en la coloración
- Signos de absceso: Área fluctuante, muy dolorosa, o que parece contener líquido
Buscar evaluación médica en 24-48 horas si:
- No hay mejoría: Con medidas conservadoras después de 24-48 horas
- Empeoramiento gradual: De cualquiera de los síntomas a pesar del tratamiento inicial
- Dificultad para continuar la lactancia: Por dolor extremo o problemas técnicos
- Dudas sobre el manejo: Especialmente en madres primerizas o con antecedentes de mastitis
Seguimiento médico recomendado:
- Durante el tratamiento antibiótico: Comunicarse con el médico si no hay mejoría en 48-72 horas
- Al completar el tratamiento: Para asegurar resolución completa del cuadro
- En casos de mastitis recurrente: Para evaluación de factores predisponentes y ajuste del plan de manejo
Cuándo consultar especialistas:
- Consultor en lactancia: Para evaluación y corrección de la técnica de lactancia
- Pediatra: Si hay preocupaciones sobre el bebé o problemas de succión
- Ginecólogo o mastólogo: En casos de mastitis recurrente o complicada
Información importante para proporcionar al médico:
- Duración y evolución de los síntomas
- Tratamientos previos intentados y su efectividad
- Historial de lactancia y técnica utilizada
- Medicamentos actuales y alergias conocidas
- Antecedentes de mastitis u otros problemas de lactancia
Apoyo y Recursos
El manejo exitoso de la mastitis va más allá del tratamiento médico; requiere un sistema de apoyo sólido y acceso a recursos confiables. Durante este período, es fundamental que las madres reciban el apoyo emocional, práctico e informativo necesario para superar esta dificultad y continuar con una lactancia exitosa.
Apoyo familiar y social
El apoyo de la pareja, familia y amigos es invaluable durante un episodio de mastitis. Este apoyo puede incluir ayuda con las tareas domésticas para permitir que la madre descanse, cuidado de otros hijos si los hay, preparación de comidas nutritivas, y apoyo emocional durante los momentos de dolor y preocupación.
Recursos profesionales
- Consultores en lactancia certificados: Profesionales especializados que pueden evaluar la técnica de lactancia, identificar problemas de agarre o posicionamiento, y proporcionar estrategias personalizadas para prevenir futuros episodios
- Grupos de apoyo a la lactancia: Tanto presenciales como virtuales, donde las madres pueden compartir experiencias y recibir consejos de otras que han pasado por situaciones similares
- Profesionales de la salud especializados: Incluyendo pediatras, ginecólogos, y médicos familiares con experiencia en lactancia materna
Recursos informativos confiables
Es importante acceder a información basada en evidencia científica. Algunas fuentes recomendadas incluyen organizaciones profesionales de pediatría y lactancia, sitios web especializados verificados por profesionales de la salud, y publicaciones científicas actualizadas sobre lactancia materna.
Líneas de apoyo y consulta
Muchas regiones cuentan con líneas telefónicas de apoyo a la lactancia atendidas por profesionales capacitados, disponibles para consultas urgentes o dudas sobre el manejo de problemas como la mastitis.
Apoyo emocional
La mastitis puede generar estrés, ansiedad y sentimientos de frustración. Es normal sentirse abrumada, especialmente si es tu primera experiencia con lactancia materna. Hablar con otras madres, buscar apoyo profesional si es necesario, y recordar que la mastitis es temporal y tratable puede ayudar a mantener una perspectiva positiva.
Conclusión
La mastitis, aunque común durante la lactancia, no tiene por qué convertirse en un obstáculo insuperable en tu viaje de lactancia materna. Con el conocimiento adecuado, tratamiento oportuno y el apoyo necesario, es una condición que se puede manejar efectivamente, permitiéndote continuar brindando a tu bebé todos los beneficios incomparables de la leche materna.
Recuerda que cada experiencia de lactancia es única, y lo que funciona para una madre puede necesitar ajustes para otra. No dudes en buscar ayuda profesional cuando la necesites, y confía en tu capacidad para superar este desafío. La mastitis es temporal, pero los beneficios de la lactancia materna perduran toda la vida, tanto para ti como para tu bebé.
Enlaces externos sobre la mastitis
- Organización Mundial de la Salud – Lactancia Materna – Información oficial sobre recomendaciones de lactancia materna y manejo de complicaciones.
- Asociación Española de Pediatría – Comité de Lactancia Materna – Guías basadas en evidencia para profesionales y padres sobre lactancia materna.
- UNICEF – Lactancia Materna – Recursos e información sobre los beneficios de la lactancia materna y apoyo para madres lactantes.
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/mastitis/symptoms-causes/syc-20374829
- https://www.healthline.com/health/es/remedios-caseros-para-la-mastitis
- https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-seno/afecciones-no-cancerosas-de-los-senos/mastitis.html