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Tener un bebé puede ser una experiencia a la vez emocionante y desalentadora para cualquier pareja. Como padres primerizos, es importante dar prioridad a la relación entre usted y su pareja en medio de los cambios que conlleva tener un recién nacido. Este artículo proporciona información útil sobre cómo las parejas pueden cuidar su vínculo incluso después de dar la bienvenida al mundo a su bebé. Desde asegurarse de que ambos descansan lo suficiente hasta programar citas nocturnas, hay muchas estrategias que las parejas pueden utilizar para mantener una relación sana durante esta etapa tan especial.
Cuidar el amor de pareja
Una de las tareas más importantes para las parejas después del nacimiento del bebé es permanecer conectados el uno con el otro. Puede ser difícil encontrar tiempo para estar juntos, sobre todo cuando hay tantas responsabilidades nuevas que conlleva tener un bebé. Las parejas deben esforzarse por reservar tiempo para ellos dos solos, ya sea saliendo por la noche o simplemente pasando un rato tranquilos juntos por la noche.
Mantener las líneas de comunicación abiertas y sinceras también es esencial durante esta etapa; hablar de los sentimientos, las preocupaciones y los cambios en la relación puede ayudar a ambos miembros de la pareja a seguir por el buen camino y a generar confianza en el otro.
Cuidar el amor de pareja también implica crear un plan de crianza compartida en el que ambos progenitores acuerden cómo se tomarán las decisiones sobre el bebé. Esto ayuda a aclarar las expectativas de cada miembro de la pareja y garantiza que ninguno sienta que está haciendo más de lo que le corresponde.
Los padres también deben acordarse de tomarse descansos de las obligaciones parentales siempre que sea posible; esto no significa descuidar a su hijo, sino tomarse el tan necesario tiempo libre para relajarse sin sentirse culpables por ello. Realizar actividades por separado o en familia puede ayudar a mantener la conexión entre las parejas y, al mismo tiempo, permitir que todos los implicados disfruten de momentos de calidad juntos.
Prepararse para el bebé
Una vez que nace el bebé, es fácil que las parejas se sientan abrumadas por la nueva responsabilidad y se olviden de su propia relación. Para mantener un fuerte vínculo amoroso tras el nacimiento del bebé, las parejas pueden seguir varios pasos.
En primer lugar, dedicarse tiempo el uno al otro. Esto puede significar dedicar una o dos horas al día mientras otra persona cuida del bebé o programar citas nocturnas con regularidad una vez que se sientan cómodos dejando al recién nacido en buenas manos.
Aunque sólo sean unos minutos, ese tiempo compartido permite a las parejas reconectar y recordarse mutuamente que siguen siendo importantes como personas, además de como padres.
En segundo lugar, no te olvides de mostrarte afecto. Es fácil dejarse llevar por los cuidados del pequeño, pero no olvides demostrar a tu pareja cuánto la quieres con actos sencillos como cogerse de la mano, abrazos o besos a lo largo del día. Asegurarse de que ambos se sienten apreciados ayudará a mantener un vínculo fuerte, incluso en medio de todo el caos que supone criar a un recién nacido.
Afrontar los cambios de rutina
La llegada de un bebé puede alterar considerablemente las rutinas de la pareja. Puesto que la pareja tiene que adaptarse a esta nueva situación, es importante crear una nueva rutina con la que ambos estén de acuerdo. La pareja debe hacer un esfuerzo por reservarse tiempo para sí misma cada día y conectar con el otro de forma regular. Esto puede incluir pasear juntos, jugar a juegos de mesa o simplemente hablar de su día.
También es importante que las parejas cuiden su salud mental y emocional durante este periodo de transición. Programar citas semanales o escapadas de fin de semana les ayudará a mantener viva la chispa en su relación, mientras que centrarse en actividades de autocuidado como descansar lo suficiente, comer sano, hacer ejercicio con regularidad y participar en actividades para reducir el estrés como el yoga o la meditación son esenciales para su bienestar.
Por último, buscar ayuda profesional de un psicólogo o consejero especializado en dinámica familiar puede ayudar a las parejas a hacer frente a cualquier problema no resuelto que pueda surgir debido a los cambios de rutina causados por tener un bebé. Estos profesionales pueden aconsejar sobre la mejor manera de comunicarse entre sí y ofrecer estrategias sobre la mejor manera de gestionar las expectativas dentro de la relación en la transición a la paternidad.
Encontrar tiempo el uno para el otro
Dedicar tiempo el uno al otro como pareja es clave para mantener una relación fuerte y sana, especialmente cuando el bebé acaba de nacer. Puede resultar difícil dedicarse tiempo el uno al otro con todas las responsabilidades que conlleva la paternidad, pero es esencial. He aquí algunos consejos para encontrar tiempo el uno para el otro:
Crea un horario que funcione para los dos y cúmplelo. Busquen formas de incorporar citas a su rutina; túrnense para planear salidas especiales o noches en las que puedan disfrutar de un tiempo de calidad juntos. Plantéate contratar a una canguro o preguntar a familiares o amigos si estarían dispuestos a cuidar del bebé mientras salís de casa en pareja.
Busque actividades en las que ambos puedan participar y comprometerse juntos, como pasear con el cochecito, salir a cenar, asistir a clases o talleres en su centro comunitario local o hacer excursiones de un día. Participar en estas actividades ayudará a mantener fuerte la conexión entre la pareja incluso después de tener a su bebé. Asegúrense también de dedicarse tiempo a solas; ¡no se olviden de ustedes mismos!
Dar prioridad a la comunicación
Ser padre o madre es un trabajo duro que a menudo afecta a la relación de pareja. Hacer de la comunicación una prioridad es una de las mejores maneras de garantizar que la relación sobreviva y prospere tras la llegada del bebé. Esto significa reservar tiempo para hablar abiertamente, con sinceridad y sin juzgar.
Asegúrese de que ambos son sinceros sobre sus sentimientos y necesidades para llegar a un acuerdo. Además, esfuércense por expresarse afecto el uno al otro para mantener viva la chispa.
No olvides que una relación de calidad requiere pasar tiempo juntos, no sólo como padres, sino también como pareja. Encontrad pequeñas formas de conectar el uno con el otro a lo largo del día para poder seguir creciendo juntos a pesar de los nuevos retos o responsabilidades.
Por último, tened paciencia con vosotros mismos en este nuevo capítulo de vuestras vidas: no siempre será perfecto, pero si hacéis de la comunicación una prioridad, sin duda ayudaréis a cultivar el entendimiento entre vosotros.
Buscar apoyo y consejo
Cuando uno se convierte en padre, puede resultar difícil dedicar tiempo a su relación. Sin embargo, es importante recordar que cuidarse mutuamente es parte integrante de la paternidad. Puede ayudar a reforzar el vínculo de pareja y crear una base sólida para formar una familia.
Una forma de cuidar la relación después de la llegada del bebé es reservar tiempo para estar juntos sin el niño. Ya sea en una cita nocturna o simplemente desayunando en la cama el fin de semana, dedicar tiempo a la pareja os permitirá reconectar a un nivel íntimo y poneros al día el uno con el otro.
Buscar el apoyo y el consejo de amigos que también son padres también puede ser beneficioso. Pueden darte consejos útiles sobre cómo afrontar la paternidad, así como apoyo emocional en los momentos difíciles. Incluso puedes crear un «grupo de paternidad» con amigos que tengan hijos más o menos de la misma edad: así todos tendréis a alguien de confianza con quien hablar de cualquier problema o preocupación que surja en vuestros respectivos hogares.
Conclusión: Aceptar la nueva normalidad
La nueva normalidad de la paternidad puede traer mucha incertidumbre y ansiedad, pero no tiene por qué ser todo pesimismo. Las parejas deben asegurarse de que se toman el tiempo necesario para volver a conectar el uno con el otro y, al mismo tiempo, darse espacio para adaptarse. Es importante que las parejas encuentren actividades que les gusten hacer juntos y que se dediquen tiempo cada semana, aunque sólo sean 15 minutos.
Dedicar unos minutos al día a hablar de cómo ha ido la jornada o de qué planes tienen para los próximos días puede ayudar a evitar que se acumule el resentimiento. Además, las parejas deberían empezar a mantener conversaciones sinceras sobre el tipo de apoyo que necesitan el uno del otro para prosperar juntos en este nuevo entorno.
Al reconocer sus necesidades individuales y las de su pareja, las parejas pueden crear una relación aún más fuerte que antes de la llegada del bebé. Aceptar esta nueva normalidad permite a las parejas salir adelante con unos cimientos sólidos basados en la confianza, la comprensión y la comunicación.