Equilibrando el trabajo y la crianza

Cómo administrar el tiempo siendo Mamá

Publicado: 18 julio, 2020
Actualizado: 13 mayo, 2025

Ser mamá es una de las experiencias más hermosas y desafiantes que podemos vivir. Entre pañales, comidas, tareas escolares y, en muchos casos, responsabilidades laborales, nuestros días parecen no tener suficientes horas.

Si constantemente sientes que corres contra el reloj y que necesitas un plan más efectivo para organizar tu tiempo, no estás sola. Millones de madres en toda Latinoamérica enfrentamos diariamente el reto de equilibrar múltiples responsabilidades mientras intentamos disfrutar plenamente de la maternidad sin sentirnos agotadas.

En este artículo, te compartiremos estrategias prácticas y consejos realistas que te ayudarán a administrar mejor tu tiempo, reducir el estrés y encontrar esos valiosos momentos para ti misma.

Porque ser una buena madre no significa sacrificarlo todo, sino encontrar un equilibrio que te permita cuidar de tu familia sin olvidarte de tus propias necesidades.

Importancia de administrar el tiempo

Cuando te conviertes en madre, te encuentras en una carrera constante contra el reloj – alimentar al bebé, cambiar pañales, programar visitas al médico, y sin mencionar las tareas domésticas.

Es una danza diaria de multitareas que puede elevar los niveles de estrés si no se maneja correctamente. Aquí es donde la gestión efectiva del tiempo se convierte en un salvavidas.

La Importancia de Administrar el Tiempo

  • Permite un descanso adecuado: No puedes dar lo que no tienes. Necesitas descansar y relajarte para cuidar adecuadamente de tu bebé. A medida que aprendes a manejar tu tiempo con eficacia, puedes crear huecos para el descanso necesario y la relajación.
  • Reduce el estrés: Lidiar con tareas interminables sin un plan claro puede agobiar a cualquiera. La gestión efectiva del tiempo te permite abordar las tareas de manera organizada y reduces la sensación de estrés y agobio.
  • Aumenta la productividad: Cuando tienes un plan y sabes exactamente qué hacer y cuándo hacerlo, puedes hacer más cosas. Te vuelves más eficiente y productiva en tus tareas diarias.
  • Proporciona tiempo para la autodesarrollo: Para ser la mejor madre posible, necesitas cuidarte a ti misma también. Con una buena gestión del tiempo, puedes crear espacio para tu desarrollo personal, ya sea aprender un nuevo hobby, leer un libro, hacer ejercicio o simplemente tomar una taza de café en paz.

En resumen, la gestión del tiempo para las madres no solo se trata de hacer las cosas que necesitan hacerse. Se trata de balancear y tener tiempo para ti misma, para que puedas recargar, crecer y devolver con amor a tu familia. Recuerda, una mamá feliz significa una familia feliz.

Los principales obstáculos para la gestión del tiempo de las madres

Antes de buscar soluciones, es importante identificar qué nos está impidiendo administrar eficientemente nuestro tiempo. Reconocer estos obstáculos es el primer paso para superarlos y desarrollar estrategias que realmente funcionen en nuestra vida diaria como madres.

Entre los principales desafíos que enfrentamos al intentar organizar nuestro tiempo se encuentran:

  • Interrupciones constantes: Los niños pequeños requieren atención frecuente e impredecible, lo que dificulta completar tareas sin interrupciones.
  • Multitarea excesiva: Intentar hacer demasiadas cosas a la vez reduce nuestra eficiencia y aumenta la sensación de estrés y agotamiento.
  • Expectativas poco realistas: Presionarnos para ser «madres perfectas» nos lleva a asumir más responsabilidades de las que podemos manejar de forma saludable.
  • Dificultad para decir «no»: Aceptamos compromisos adicionales por temor a decepcionar a otros, sobrecargando nuestra ya apretada agenda.
  • Falta de sistemas organizativos: Sin rutinas establecidas o métodos de planificación, es fácil perder tiempo en decisiones repetitivas o tareas desorganizadas.
  • Agotamiento físico y mental: El cansancio acumulado disminuye nuestra capacidad para enfocarnos y tomar decisiones eficientes sobre nuestro tiempo.
  • Culpa materna: Dedicar tiempo a nuestras necesidades personales o profesionales a menudo viene acompañado de sentimientos de culpa que nos impiden establecer límites saludables.
  • Escasez de apoyo: Muchas madres enfrentan la mayoría de las responsabilidades familiares con poco apoyo, lo que dificulta encontrar momentos para descansar o reorganizarse.

Identificar cuáles de estos obstáculos están presentes en tu vida te permitirá abordarlos de manera específica y encontrar soluciones personalizadas para tu situación particular.

Técnicas para planificar y priorizar actividades diarias

Una planificación efectiva es la base de una buena administración del tiempo. Cuando sabemos exactamente qué necesitamos hacer y establecemos prioridades claras, podemos enfrentar el día con mayor confianza y menor estrés. La clave está en adoptar técnicas que se adapten a nuestra realidad como madres.

Aquí te compartimos métodos prácticos para planificar y priorizar tus actividades diarias:

  • La técnica de los «Tres Más Importantes»: Cada noche o temprano en la mañana, identifica las tres tareas más importantes que necesitas completar ese día. Concéntrate en terminar estas antes de pasar a otras actividades menos prioritarias.
  • Método Pomodoro adaptado: Trabaja en bloques de tiempo concentrado de 15-25 minutos (en lugar de los tradicionales 25-30), seguidos de descansos cortos. Esta adaptación reconoce la realidad de las madres, que rara vez disponen de períodos largos ininterrumpidos.
  • Matriz de Eisenhower para mamás: Clasifica tus tareas en cuatro categorías: urgente e importante (hazlo ya), importante pero no urgente (programa tiempo específico), urgente pero no importante (delega si es posible), ni urgente ni importante (elimina o pospón).
  • Planificación por bloques de energía: Programa actividades que requieren más concentración durante tus horas de mayor energía, y tareas más sencillas cuando estés más cansada o cuando los niños requieran más atención.
  • Lista de «No hacer»: Identifica actividades que consumen tu tiempo sin aportar valor significativo a tu vida familiar o personal, y comprométete conscientemente a eliminarlas o reducirlas.
  • Planificación semanal con revisión diaria: Dedica 30 minutos cada domingo para hacer un plan general de la semana, y luego 5-10 minutos cada noche para ajustar el plan del día siguiente según lo que haya ocurrido.
  • Técnica de agrupación de tareas: Realiza actividades similares juntas para evitar el «cambio de contexto» mental, que reduce la eficiencia. Por ejemplo, hacer todas las llamadas seguidas o preparar comidas para varios días a la vez.
  • Límites de tiempo realistas: Asigna más tiempo del que crees que necesitarás para cada tarea, especialmente cuando involucran a los niños. Es mejor terminar antes que sentirse frustrada por no cumplir con tiempos demasiado ajustados.

Recuerda que la flexibilidad es esencial. El objetivo no es cumplir rígidamente con un plan perfecto, sino tener una estructura que te guíe y te ayude a recuperar el rumbo cuando surjan imprevistos, como inevitablemente ocurrirá.

Crear Rutinas y Horarios

Ser mamá es una de las labores más desafiantes que puedes asumir. Con tantas actividades que requieren tu atención, puede ser complicado administrar el tiempo. Sin embargo, establecer rutinas y horarios puede ser la clave para mantener todo en orden.

Aquí les comparto algunas estrategias que puedes implementar al crear rutinas y horarios:

  • Bloques de tiempo: Se trata de dividir el día en segmentos de tiempo donde se realiza una actividad específica. Por ejemplo, puedes asignar un bloque de tiempo por la mañana para tareas domésticas y otro por la tarde para actividades con los niños.
  • Ser flexible: Si bien son importantes, las rutinas y horarios no deben ser rígidos. Deben permitirte ser flexible para adaptarte a imprevistos. Recuerda, ¡el objetivo es facilitar tu vida, no complicarla!
  • Programar tiempo para ti: Algo que aprendí a lo largo de mi maternidad es la importancia de dedicar tiempo para mí misma. Esto puede ser tan simple como tomar un café tranquila o hacer ejercicio.

Para ayudarte a visualizar, aquí te dejo un ejemplo de cómo puedes organizarte

HoraActividad
7:00 AMDespertar y preparar desayuno
8:00 AMBañar y vestir a los niños
9:00 AMTiempo de juego interactivo
10:00 AMTareas del hogar
11:00 AMPreparar comida
12:00 PMAlmuerzo
1:00 PMSiesta de los niños
2:00 PMTiempo personal
3:00 PMActividades educativas
4:00 PMSalir a caminar
5:00 PMPreparar cena
6:00 PMCena
7:00 PMRutina de noche para los niños
8:00 PMTiempo libre/ Descanso

Recuerda, cada familia y situación es diferente, esto es sólo un ejemplo. Lo importante es que encuentres un ritmo que se adapte a las necesidades de tu familia. Espero que estos consejos te sean de ayuda.

Cómo delegar tareas y pedir ayuda sin culpa

Cómo delegar tareas y pedir ayuda sin culpa

Muchas madres asumimos la responsabilidad de mantener todo bajo control, lo que puede llevarnos al agotamiento. Aprender a delegar y solicitar ayuda no solo nos libera tiempo valioso, sino que también fortalece los vínculos familiares y enseña responsabilidad a los más pequeños.

Sin embargo, para muchas, este paso viene acompañado de culpa o la sensación de estar «fallando» como madres.

Para superar estas barreras y delegar efectivamente:

  • Identifica tus zonas de tensión: Reconoce aquellas tareas que te generan más estrés o que consumen desproporcionadamente tu energía. Estas son las primeras candidatas para delegar.
  • Acepta que «diferente» no significa «incorrecto»: Una de las principales resistencias a delegar es pensar que nadie hará las cosas exactamente como tú. Recuerda que existen múltiples formas válidas de realizar una misma tarea.
  • Asigna responsabilidades según capacidades: Involucra a tus hijos en tareas apropiadas para su edad. Incluso niños de 2-3 años pueden colaborar con actividades simples como guardar sus juguetes o colocar la ropa sucia en el cesto.
  • Considera la economía del tiempo familiar: A veces vale la pena invertir en servicios que liberen tu tiempo para actividades de mayor valor, como contratar ayuda doméstica ocasional o utilizar servicios de lavandería.
  • Crea sistemas visuales de responsabilidades: Elabora tablas o calendarios donde se visualicen claramente las tareas asignadas a cada miembro de la familia, incluyendo a la pareja si la hay.
  • Practica la comunicación asertiva: Aprende a expresar tus necesidades de forma clara y directa, sin disculparte excesivamente por requerir apoyo. «Necesito tu ayuda con…» es más efectivo que «¿Te molestaría mucho si…?».
  • Reconoce y agradece la ayuda: Expresa genuinamente tu gratitud cuando alguien colabora, pero evita el agradecimiento excesivo que implica que la otra persona te está «haciendo un favor» en vez de cumplir con su responsabilidad compartida.
  • Construye redes de apoyo mutuo: Conecta con otras madres de tu comunidad para crear sistemas de ayuda recíproca, como turnarse para cuidar a los niños o compartir trayectos escolares.
  • Define claramente lo esencial: No todas las tareas requieren el mismo nivel de atención. Determina qué aspectos son realmente importantes y cuáles pueden realizarse con un estándar más relajado.
  • Practica la paciencia durante el aprendizaje: Cuando delegues una tarea por primera vez, especialmente a niños, prevé que tomará más tiempo hasta que adquieran la habilidad. Esta inversión inicial se traduce en ahorro de tiempo a largo plazo.

Recuerda que pedir ayuda no solo te beneficia a ti, sino que contribuye al desarrollo de la autonomía y la responsabilidad en tus hijos, y fortalece las dinámicas de cooperación familiar. Delegar no es un signo de debilidad, sino de inteligencia emocional y gestión efectiva del tiempo.

Establecer Límites y Decir «No»

Dominar el arte de establecer límites y aprender a decir «no» es crucial para mantener un equilibrio saludable entre ser madre y los demás roles y responsabilidades en tu vida.

Aquí te dejo algunos consejos prácticos que he reunido a lo largo de mi trayectoria como coach de embarazo.

  • Identifica tus prioridades: Es necesario identificar cuáles son tus tareas más importantes y asignarles prioridad. Esto puede variar según el día, la semana o incluso la hora.
  • Aprende a decir «no»: Este es un reto para muchas mamás. Pero recuerda, el hecho de decir «no» a algo, no te convierte en una mala persona. Al contrario, te permite priorizar las cosas que son realmente importantes para ti y para tu familia.
  • Establece límites claros: Es importante tener límites claros con tus hijos, tu pareja, tu familia, tus amigos y tus compromisos laborales. Esto puede aportar una estructura necesaria y predecible a tu vida.
  • Delega cuando sea posible: No todas las tareas tienen que recaer sobre ti. Recluta a tu pareja, amigos o incluso contrata ayuda si tus finanzas lo permiten.

Como madre y coach de embarazo, sé cuán difícil puede ser establecer límites y decir «no». Pero con práctica, se convierte en una herramienta esencial para una vida equilibrada. Recuerda siempre que debes cuidar de ti misma para ser capaz de cuidar a los demás.

Eliminar Distracciones

Ser madre es una tarea hermosa, pero a veces puede ser un gran desafío, especialmente cuando se trata de administrar el tiempo. Siendo madre y embarazada, puedo dar fé de esto. Eliminar distracciones es un aspecto vital para un buen uso del tiempo, y esto se hace aún más crucial cuando eres madre.

Cómo minimizar las distracciones y mejorar la eficiencia

  • Determinar qué es una distracción: Lo primero que una madre debe identificar son las distracciones. Para algunos, esto podría ser el móvil o las redes sociales, para otros, la televisión o un libro absorbente. Si te das cuenta que pierdes mucho tiempo en ciertas actividades, podrías considerarlas distracciones.
  • Asignar momentos para las distracciones: No se trata de eliminar por completo todas las distracciones. Todos necesitamos un momento de descompresión. Simplemente asigna un tiempo específico para estas distracciones.
  • Crea un ambiente de trabajo libre de distracciones: Cuando necesitas centrarte en algo, asegúrate de tener un espacio de trabajo tranquilo.
  • Usar una técnica de gestión del tiempo: Existen diversas técnicas para administrar mejor el tiempo, como la Técnica Pomodoro, que implica trabajar durante bloques de tiempo específicos con descansos intermedios.

Una vez que empieces a aplicar estos métodos, te sorprenderás de cuánto más productiva puedes ser. Y recuerda, ser madre es un trabajo duro. Así que no te critiques demasiado duramente si hay días en que te encuentras lidiando con las distracciones más de lo que te gustaría. Todos tenemos esos días. Lo más importante es seguir intentándolo y hacer lo mejor que podamos.

Establecer Metas Realistas

Ser una mamá es un reto maravilloso, pero también complicado. Con tantas responsabilidades y tareas por hacer, a veces puede parecer imposible encontrar tiempo para ti misma. Aun así, es posible administrar el tiempo de manera efectiva si estableces metas realistas.

Para lograrlo, los siguientes puntos pueden ser de gran ayuda:

  • Busca la calidad, no la cantidad: No te sometas a la presión de tener que cumplir una lista interminable de tareas. En lugar de eso, establece metas de alta calidad que realmente importan y aportan valor a tu vida y la de tu familia.
  • Identifica tus prioridades: No todas las tareas tienen la misma importancia. Identifica las tareas que realmente importan y concéntrate en ellas. Esto permitirá que administres tu tiempo de manera efectiva.
  • Establece metas a corto y largo plazo: Al tener metas tanto a corto como a largo plazo, podrás planificar tu tiempo de manera más efectiva. Las metas a corto plazo pueden ser diarias o semanales, mientras que las metas a largo plazo pueden ser mensuales o anuales.
  • Acepta la imperfección: Nadie es perfecto, y eso está bien. La perfección es un objetivo inalcanzable que solo genera estrés y frustración. Acepta que algunas veces las cosas no saldrán como las planeaste y está bien.

Ser una mamá puede ser abrumador, pero con las herramientas y técnicas adecuadas, es posible mantener un equilibrio saludable entre las responsabilidades y la tranquilidad personal.

Practicar el Auto-Cuidado

Administrar el tiempo - saca tiempo para ti

Ser madre es una tarea increíblemente gratificante, pero también puede ser muy exigente. Las largas horas, los compromisos interminables y el cuidado constante de una nueva vida pueden llevar a un agotamiento emocional.

Por eso, practicar el auto-cuidado es vital para mantenerse equilibrada y feliz. Aquí, comparto algunas formas de cómo puedes practicar el auto-cuidado siendo madre.

Actividad de Auto-CuidadoSugerencia para Implementarla
Baño RelajantePlanea un día a la semana después de acostar a los niños para sumergirse en un baño caliente con sales de Epsom y aceites esenciales
LecturaTrata de leer 30 minutos antes de acostarte en lugar de ver televisión
EjercicioHaz ejercicio mientras los niños están en la escuela o durante su siesta. También puedes incluirlos en tus rutinas de ejercicio para hacerlo más divertido
Buena AlimentaciónPrepara tus comidas con anticipación para asegurarte de que estés consumiendo alimentos saludables a pesar de tu ajetreado horario
Sueño SuficienteTrata de acostarte a la misma hora cada noche y de levantarte a la misma hora cada día
Tiempo para tiTrata de dejar a los niños con su padre o con un cuidador una vez a la semana para que puedas tener un tiempo solo para ti

Continúa encontrando formas de auto-cuidado que se acomoden a tu horario y estilo de vida. Recuerda, eres el pilar de tu familia y por ello mereces el cuidado y respeto hacia ti misma.

En mi experiencia personal, el auto-cuidado fue clave en mis primeros años como madre. Aprendí que para cuidar de mi hijo adecuadamente, primero necesitaba cuidar de mí misma. Me embarqué en un viaje de auto-descubrimiento y auto-cuidado que, hasta el día de hoy, ha mejorado notablemente mi vida y mi capacidad para ser una madre paciente y amorosa. Y estoy segura de que si te das permiso para cuidarte, también verás los beneficios en tu vida.

Flexibilidad y Adaptabilidad

La maternidad es una aventura llena de sorpresas y cambios inesperados. Lograr equilibrar todas las responsabilidades puede ser complicado, especialmente si tienes el doble papel de madre y profesional. Para conquistar este desafío, dos cualidades esenciales son la flexibilidad y la adaptabilidad.

Por otro lado, la adaptabilidad es la habilidad para ajustarte a nuevas circunstancias o rutinas con rapidez. Durante mi trabajo con madres embarazadas, he visto que las mujeres más adaptativas tienden a manejar mejor los cambios que vienen con la maternidad. Aquí les dejo algunos consejos:

Ideas para mejorar la Flexibilidad

  • Aprende a priorizar: No todos los compromisos valen la misma cantidad de tu tiempo y energía. Identifica lo que es realmente importante y aprende a decir no a lo que no lo es.
  • Date permiso para fallar: Nadie es perfecto, y está bien si todo en tu lista de tareas no se cumple.
  • Acepta la ayuda: No tienes que hacerlo todo tu misma. Si alguien se ofrece a colaborar, déjale.

Estrategias para aumentar la Adaptabilidad

  • Practica la paciencia: Los cambios no suelen venir de la noche a la mañana, y eso está bien.
  • Desarrolla una mentalidad abierta: Este es un enfoque más proactivo hacia la adaptación, en lugar de simplemente reaccionar ante los cambios.

En resumen, la flexibilidad y la adaptabilidad son dos herramientas esenciales para administrar el tiempo siendo mamá. Ayudan a equilibrar las responsabilidades, aceptar el cambio y manejarlo de manera eficaz, y finalmente, disfrutar plenamente de la increíble aventura de la maternidad.

Celebrar los Logros

La maternidad, sin duda, es uno de los trabajos más exigentes, pero también uno de los más gratificantes. Cada madre tiene sus propios retos, pero una cosa es cierta para todas: celebrar los logros, ya sean pequeños o grandes, es vital para motivarse y reconocer el esfuerzo hecho.

Por lo tanto, aquí estoy para compartir contigo algunas ideas sobre cómo celebrar estos logros y porqué es tan importante hacerlo.

Por qué Celebrar los Logros

  • Motivación: Cuando celebramos un logro, nos motivamos para lograr la próxima meta.
  • Reconocimiento: Te permite valorar tu esfuerzo y el progreso que has hecho.
  • Confianza: Mejora tu autoconfianza y autoestima.
  • Relajación: Te concede un merecido descanso y momento de alegría.

Cómo Celebrar los Logros

  • Recompénsate a ti misma: Esto podría ser una pequeña indulgencia, como una hora de lectura tranquila, un baño relajante o incluso un pequeño postre que amenizas.
  • Comparte tu logro: Comparte tus logros con tus seres queridos.
  • Haz algo que te gusta: Esto podría ser ver tu programa favorito, hacer ejercicio, o incluso pasar tiempo en tu jardín.
  • Registra tus logros: Llevar un registro de tus logros puede ser una forma increíblemente satisfactoria de celebrar tus éxitos.

En resumen, celebrar los logros no es solo sobre el logro en sí, sino también sobre cómo te haces sentir a ti misma en el proceso.

Personalmente, he encontrado que al celebrar mis logros, me siento más motivada, realizada y feliz en mi papel como madre. Y sobre todo, recuerda que, sin importar lo que estés haciendo, cada pequeño paso cuenta y merece ser celebrado.

Consejos para equilibrar trabajo y familia

Lograr un equilibrio satisfactorio entre las responsabilidades laborales y familiares representa uno de los mayores desafíos para las madres modernas. Ya sea que trabajes fuera de casa, desde el hogar o te dediques exclusivamente a las labores familiares, encontrar armonía entre estas áreas es fundamental para tu bienestar y el de tu familia.

Estos consejos prácticos te ayudarán a encontrar un mejor equilibrio:

  • Establece límites claros entre trabajo y familia: Define horarios específicos para tus actividades laborales y respétalos tanto como sea posible. Comunica estos límites a tus colegas, supervisores y familia para gestionar expectativas.
  • Crea rituales de transición: Desarrolla pequeñas rutinas que marquen el paso del «modo trabajo» al «modo familia», como cambiarte de ropa, dar un breve paseo o practicar 5 minutos de meditación. Estos rituales ayudan a tu mente a hacer el cambio de contexto.
  • Aprovecha la tecnología a tu favor: Utiliza herramientas como calendarios compartidos, recordatorios automáticos y aplicaciones de productividad para coordinar eficientemente tus responsabilidades profesionales y familiares.
  • Busca opciones laborales flexibles: Explora posibilidades como horarios flexibles, trabajo remoto parcial o jornada reducida si tu situación lo permite. A veces, un pequeño ajuste puede mejorar significativamente el equilibrio.
  • Practica la presencia plena: Cuando estés con tus hijos, intenta estar completamente presente sin revisar constantemente el correo electrónico o pensar en pendientes laborales. La calidad del tiempo importa más que la cantidad.
  • Identifica tus horas de mayor productividad: Programa tus tareas laborales más demandantes durante tus horarios de mayor energía y concentración, para maximizar tu eficiencia.
  • Simplifica tu vida doméstica: Durante períodos laborales intensos, reduce expectativas y simpliifica rutinas hogareñas. Menús sencillos, sistemas de organización básicos y estándares razonables de orden te ayudarán a mantener el equilibrio.
  • Integra a tus hijos en ciertas actividades laborales cuando sea apropiado: Si trabajas desde casa, puedes convertir algunas tareas simples en momentos de aprendizaje. Por ejemplo, organizar archivos o preparar envíos puede ser una actividad compartida con niños mayores.
  • Comunica abiertamente en ambos frentes: Mantén conversaciones honestas tanto con tu familia sobre tus compromisos laborales como con tu entorno profesional sobre tus responsabilidades familiares, buscando soluciones colaborativas.
  • Renuncia a la idea de «balance perfecto»: Acepta que habrá períodos donde el trabajo demande más atención y otros donde la familia sea prioritaria. El equilibrio se evalúa en el largo plazo, no día a día.
  • Busca modelos positivos: Conéctate con otras madres trabajadoras que hayan encontrado estrategias efectivas para equilibrar sus múltiples roles, y adapta sus prácticas a tu situación particular.
  • Evalúa periódicamente tus prioridades: Cada pocos meses, reflexiona sobre cómo estás distribuyendo tu tiempo y energía, y si esto refleja lo que realmente valoras. Ajusta tu enfoque según sea necesario.

Recuerda que el concepto de «equilibrio trabajo-familia» es personal y evoluciona con el tiempo. Lo importante no es alcanzar un estándar externo de perfección, sino crear una dinámica que permita a tu familia y a ti misma prosperar tanto emocional como materialmente.

Conclusión

En definitiva, aprender a administrar el tiempo siendo mamá no es una tarea que se logra de la noche a la mañana. Requiere paciencia, práctica y, sobre todo, amor. No se trata de crear un horario estricto e inflexible, sino de encontrar el equilibrio entre nuestras responsabilidades y el tiempo de calidad que deseamos pasar con nuestros hijos.

Recordemos que ser mamá no nos define completamente, también somos mujeres, profesionales, amigas, y cuidar de nosotros mismos también debe ser una prioridad.

Por último, siempre tengo presente que cada mamá, cada familia y cada niño son diferentes. Lo que funciona para mí puede no funcionar para otra mamá, y viceversa. Sin embargo, al compartir mi experiencia y mis estrategias de gestión del tiempo como mamá, mi deseo es inspirar a otras madres a buscar su propio sentido de equilibrio y armonía.

Ser madre es una experiencia única e inolvidable, y aunque es una responsabilidad enormemente grande, también viene equipada con un amor y una satisfacción igualmente grandes. Hagamos nuestro mejor esfuerzo, y recordemos siempre que ser una buena mamá no significa ser perfecta, sino estar allí, presentes y amorosas para nuestros hijos.

Acerca Grupo Editor

Somos un colectivo de padres y madres que compartimos temas de maternidad, concepción, embarazo, parto, lactancia y crianza de niños en general.

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