Publicado: 7 marzo, 2022
Actualizado: 15 mayo, 2022
La cesárea es una cirugía en la que su bebé nace a través de un corte que el doctor hace en el abdomen y en el vientre (útero).
La gran mayoría de las mujeres y bebés optan por esta vía al contrario de la vaginal ya que es menos riesgoso.
En este artículo
Breve historia de la cesárea
La cesárea aparece tempranamente en la cultura occidental formando parte de mitos donde del resultado de este procedimiento nacían niños vivos de madres sanas.
Debe resaltarse lo incierto de los relatos, ya que no hay registros reales de mujeres que hayan sobrevivido a esta operación hasta el siglo XVI.
En la mitología griega Asclepius o Esculapio, dios de las ciencias médicas, nace del abdomen de su madre (otros dicen de la pierna). Existen referencias sobre esta operación en antiguos relatos de la cultura egipcia, india y china.
Su significado
Hasta es oscuro el origen de la palabra cesárea. Se atribuye erróneamente a Julio César el haber nacido por cesárea ya que se sabe que su madre, Aurelia, sobrevivió largamente al nacimiento de su hijo. Durante la época romana sólo se practicaba una cesárea a las mujeres por morir para intentar salvar al hijo. Otra posible fuente es el verbo latín caedare que significa cortar.
Durante los últimos 2000 años la cesárea ha cambiado su significado para las distintas culturas así como también sus indicaciones (y ni que hablar de su frecuencia).
Las primeras prácticas exitosas
Inicialmente se practicaba muchas veces para separar al niño de su madre moribunda y poder enterrarlo y bautizarlo, como ordenaban preceptos religiosos.
El primer reporte de una cesárea donde sobreviven madre e hijo proviene de Suiza. Alrededor de 1500, el granjero Jacobo Nufer efectúa esta operación a su esposa, probablemente recurriendo a conocimientos que le brindaba su experiencia con animales (criaba cerdos).
Probablemente el ámbito rural haya favorecido a la sobrevida de las primeras operaciones reduciendo la tasa de infecciones al alejarse de los contaminados hospitales de la antigüedad donde los médicos trabajaban sin guantes y muchas veces sin lavarse las manos.
Con la llegada del Renacimiento
Mejoraron los estudios sobre el cuerpo humano y de esta forma se pudo acceder a una base científica para poder efectuar la cesárea con conocimientos anatómicos.
En De Corporis Humani Fabrica, Vesalio en 1543 describe con bastante fidelidad al aparato reproductor femenino.
Estos conocimientos fueron manejados exclusivamente por los hombres, pero no a las mujeres que hasta ese momento se habían dedicado al proceso del parto (comadronas). A principio de los 1600 el clan Chamberlain introduce el fórceps para extraer vivo al feto del canal del parto. Antes se recurría a la craneotomía que resultaba en la muerte segura del mismo. Hasta el siglo XIX la mujer fue excluida de la realización de la cesárea.
Paradójicamente, la primera cesárea exitosa de la que se tiene registro en el Imperio Británico fue efectuada por una mujer, Stuart Barry, disfrazada (¡!) de hombre en instalaciones del Hospital de la Royal Army en Sudáfrica.
En la misma época, viajeros al África contaban operaciones cesáreas en Uganda con técnicas poco ortodoxas desde nuestra óptica, efectuadas por los nativos. Utilizaban alcohol de banana para desinfectar y para adormecer a la mujer, siendo el resto del procedimiento bastante similar al realizado en nuestros días salvo que no suturaban el útero. En esa época, debe remarcarse, en Occidente tampoco lo hacían.
El parto por cesárea como alternativa médica
El parto por cesarea puede ser sugerido por su doctor debido a complicaciones que pueden ser peligrosas para realizarlo por parto vaginal. Por ejemplo: cuando hay problemas con la placenta, no se olvide que la placenta crece en el útero y suministra alimentos y oxígeno al bebé a través del cordón umbilical.
Las complicaciones de la placenta pueden causar sangrado peligroso durante el parto vaginal. Si se tiene una infección como el VIH o herpes vaginal. Si se ha tenido una cesárea anterior u otra cirugía en el útero (matriz). Una condición crónica de salud, como alta presión arterial o diabetes, la cual necesita tratamiento. Estar embarazada con más de un bebé mellizos, trillizos o más.
De igual manera existe la cirugía de la cesárea cuando hay una serie de complicaciones en el parto como: el bebé tiene las nalgas o pies hacia abajo o se encuentra en posición transversal, con el hombro hacia abajo.
La posición más óptima del bebé para nacer es tener la cabeza hacia abajo. El cordón umbilical del bebé se cae en la vagina donde podría quedar aplastado o apretado durante el parto vaginal. Esto es conocido con el nombre de prolapso del cordón umbilical, éste es el que conecta al bebé con la placenta.
El bebé tiene una mayor talla para ser capaz de pasar sin ningún tipo de riesgo por la vagina. Igualmente tener frecuencia cardíaca lenta puede causar complicaciones en el parto, se conoce con el nombre de sufrimiento fetal.
Tener un tipo de defecto de nacimiento los cuales cambian la forma o función de una o más parte del cuerpo. Ocasionando problemas en la salud general y afectando el momento del parto vía vaginal. O el parto es demasiado lento y se detiene hace que el galeno opte por la cirugía de la cesárea. También por dificultades del desarrollo del feto como hidrocefalia o espina bífida.
Igualmente por dificultades de salud y antecedentes médicos en la madre, por presentar miomas uterino grandes cerca del cuello uterino. Infección por VIH en la madre, por cirugía uterina previa o enfermedad de esta como la cardiopatía, preclampsia o eclapia.
Es así, un parto por cesárea se lleva a cabo cuando no es posible o de alto riesgo para la madre dar a luz al bebé a través de la vagina. El corte del procedimiento se hace mientras la mujer está despierta.
El cuerpo está anestesiado desde el tórax hasta los pies, usando anestesia epidural o raquídea. Lo que el cirujano realiza es una incisión a través del abdomen justo por encima del área púbica. Se abre el útero (matriz) y el saco amniótico y luego se saca al bebé.
Después el equipo médico limpia los líquidos de la nariz y de la boca del bebé. Se entra a cortar el cordón umbilical. El pediatra constata que la respiración del bebé sea normal y que el bebé este estable.
Recomendaciones para después de una cesárea
Si la cesárea se ha llevado a cabo con anestesia epidural (90% de casos), es cada vez más frecuente dejar el catéter durante 24 o 48 horas para mantener una ligera anestesia que permitirá a la madre recuperarse sin sufrir demasiados dolores. Pero una vez que las dosis de calmantes finalizan, es bueno saber qué hacer para que la cicatriz no «tire» demasiado.
Cómo echarse en la cama
Las mujeres tienden a quedarse a medio acosar, con varios cojines rodeándola y las rodillas elevadas para que la cicatriz no moleste, pero esta no es la mejor posición ya que bloquea la circulación sanguínea en el vientre y además es mala para la espalda. Es preferible quedarse tumbada sobre la espalda, con una sola rodilla flexionada y el pie sobre el colchón. Cuando cambies de pierna, procura resbalar los pies para que el vientre y la zona lumbar no tengan que hacer esfuerzos.
Para sentarse en la cama
Las dos rodillas deben flexionarse hacia el pecho, después gírate en bloque. Con las rodillas puestas lo más alto posible, empuja con los brazos para colocarte en posición sentada. Puedes ayudarte con una cuerda atada en la parte baja de la cama.
Levantarse por primera vez
Para evitar los problemas circulatorios después de la intervención, se te pedirá que te levantes una vez transcurridas 24 horas de la cesárea. Muchas veces, levantarse por primera vez es doloroso y difícil. Aquí tienes algunos consejos :
Debes estar acompañada por una o dos enfermeras. Ellas te colocarán los tubos del suero etc para que puedas andar.
Empieza por sentarte en el borde de la cama, con los pies en el suelo. No mires hacia el suelo.
Sujeta por una enfermera, cruza un brazo por debajo del vientre para mantener la cicatriz cuando des los primeros pasos.
Intenta mantenerte todo lo recta que puedas. La mayor parte de las mujeres se doblan en dos cuando se levantan por primera vez.
Si sientes que te mareas, apóyate en la enfermera, cierra los ojos e intenta controlar tu respiración.
Para volver a acostarte, ponte de frente a la cama y luego sube a ella a cuatro patas.
El segundo día después de una cesárea suele ser el peor a causa del tránsito intestinal, que vuelve a ponerse en marcha. A pesar de todo intenta andar todo lo que puedas, ya que cuanto más andes, menos tardará la cicatriz en curarse.
Para ponerte de pie
Intenta utilizar los músculos del vientre lo menos que puedas. Para levantarte de la cama o del sofá, ponte en el borde de la cama, estira las piernas y empuja el trasero hacia delante para que el peso de tu cuerpo no recaiga directamente en los pies.