Como Controlar el Reflujo en Bebés

Publicado: 2 marzo, 2023
Actualizado: 2 marzo, 2023

El reflujo en bebés es un problema digestivo frecuente en el que los alimentos y los ácidos del estómago vuelven a la garganta, causando intensas molestias al bebé.

Afortunadamente, hay formas de tratar el reflujo del bebé y ayudarle a aliviar los síntomas.

¿Qué es el reflujo?

El reflujo es una afección que se produce cuando los ácidos del estómago vuelven al esófago, provocando una incómoda sensación de ardor en el pecho o la garganta. La causa más frecuente es la debilidad del esfínter esofágico inferior (EEI), que permite que el contenido del estómago retroceda e irrite la mucosa del esófago.

El reflujo también puede estar causado por otros factores, como la obesidad, la ropa ajustada alrededor del abdomen o acostarse después de comer. El tratamiento suele consistir en cambios en el estilo de vida, como elevar la cabeza del bebé mientras duerme y evitar los alimentos ácidos. En algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos para reducir los síntomas del reflujo.

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los antagonistas de los receptores de histamina-2 (ARH2) son dos tipos de medicamentos que se utilizan para tratar el reflujo en los lactantes, aunque se ha comprobado que los IBP son más eficaces que los ARH2 para controlar los síntomas. En casos graves de reflujo, puede recomendarse la cirugía para ayudar a fortalecer el músculo EEI y evitar que el ácido vuelva al esófago.

Reflujo en bebés

El reflujo en los bebés puede controlarse con cambios en el estilo de vida, como mantener al bebé erguido después de comer, evitar la sobrealimentación y limitar el azúcar. Eructar también es importante para ayudar a reducir los síntomas del reflujo; haga eructar al bebé varias veces durante la toma. Si es necesario, pueden recetarse medicamentos como antiácidos o bloqueadores H2 para reducir la producción de ácido estomacal y facilitar la digestión.

En los casos más graves, puede recomendarse una intervención quirúrgica para solucionar los problemas anatómicos que puedan estar causando el reflujo. Hacer comidas más pequeñas con más frecuencia también puede ayudar a aliviar los síntomas del reflujo en los bebés al reducir la cantidad de comida que ingieren de una vez, lo que ayuda a controlar las regurgitaciones.

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Sin embargo, si el reflujo de tu bebé persiste a pesar de estas intervenciones o empieza a interferir en su sueño o desarrollo, es importante que hables con tu pediatra sobre otras opciones de tratamiento lo antes posible.

Causas del reflujo en los bebés

El reflujo gastroesofágico (RGE) es un síntoma frecuente en los bebés, ya que su aparato digestivo aún está en desarrollo. Puede deberse a diversos factores, desde la dieta hasta los cambios posturales. Conocer las posibles causas ayudará a los padres a gestionar y controlar mejor el reflujo del bebé.

Una de las causas más frecuentes es la debilidad de un músculo situado en la parte inferior del esófago, que permite que el contenido del estómago se devuelva al esófago. Este músculo, conocido como esfínter esofágico inferior (EEI), se fortalece con el tiempo. En los bebés más pequeños, esta válvula aún no se ha desarrollado lo suficiente, por lo que el RGE puede producirse con mayor frecuencia.

Otra causa puede estar relacionada con cómo y qué come el bebé. La sobrealimentación puede aumentar la presión sobre el EEI y hacer que el ácido estomacal o los alimentos parcialmente digeridos vuelvan a la garganta o la boca. Además, algunos alimentos como la leche de vaca o las bebidas con cafeína, difíciles de digerir por el sistema digestivo inmaduro de los niños, también pueden provocar síntomas de RGE en algunos bebés.

Cómo tratar el reflujo en los bebés

Si tu bebé sufre reflujo, es importante reconocer los signos y tomar medidas para reducir sus molestias. El signo más común de reflujo es la regurgitación o los vómitos después de comer. Otros síntomas pueden ser irritabilidad durante o después de las tomas, arqueamiento de la espalda, tos o ahogo durante las tomas, rechazo o dificultad para comer, o hipo frecuente.

El tratamiento del reflujo en bebés suele consistir en cambios en la dieta, como espesar la leche de fórmula con cereales de arroz y mantener al bebé en posición vertical durante 30 minutos después de las tomas. También puede probar a darle cantidades más pequeñas a lo largo del día, en lugar de una comida copiosa cada vez. En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos como reductores de ácido si las modificaciones del estilo de vida no alivian suficientemente los síntomas del bebé.

Además del tratamiento médico, hay otras cosas que puedes hacer para minimizar las molestias asociadas al reflujo en los bebés, como utilizar una cuna inclinada para que permanezcan elevados mientras duermen; mantenerlos erguidos después de mamar y hacerles eructar con regularidad; evitar la ropa ajustada alrededor del estómago; y hacer pausas durante las tomas si se agitan o se angustian. Si reconoces los signos y sigues estos consejos, podrás asegurarte de que tu bebé obtiene el alivio que necesita para los síntomas del reflujo.

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Técnicas de alimentación para evitar el reflujo en los bebés

Cuando se trata de controlar el reflujo de un bebé, una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta es su técnica de alimentación. Si se toman el tiempo necesario para ajustar su técnica de alimentación, los padres pueden ayudar a reducir el riesgo de que su bebé sufra reflujo.

En primer lugar, es importante que los bebés se mantengan erguidos durante la toma. Mantenerlos en posición vertical ayuda a evitar que la comida vuelva a subir con tanta facilidad. También es beneficioso que los padres dejen de hacer eructar al bebé hasta que haya terminado de comer. Así se evitan burbujas de aire adicionales, que pueden provocar más gases y aumentar las probabilidades de que el bebé sufra episodios de reflujo.

Además, mantener una cantidad relativamente baja de leche o fórmula en cada toma también puede ayudar a reducir el riesgo de reflujo en los bebés. Alimentar al bebé con pequeñas cantidades frecuentes a lo largo del día permitirá que su sistema digestivo tenga tiempo suficiente para procesar adecuadamente lo que come antes de que coma demasiado y sufra episodios de indigestión o reflujo ácido más adelante.

Alimentos que debes evitar para reducir el reflujo en los bebés

Leche de vaca: La leche de vaca, que es una causa común de reflujo en los bebés, debe evitarse siempre que sea posible. Las proteínas de la leche de vaca son difíciles de digerir y pueden irritar el esfínter esofágico inferior (EEI). Si su bebé se alimenta con leche artificial, considere la posibilidad de cambiarla por otra de fácil digestión que no contenga proteínas de leche de vaca.

Frutas y verduras muy ácidas: Deben evitarse los tomates, las naranjas, los limones y otras frutas y verduras ácidas, ya que pueden exacerbar los síntomas del reflujo en algunos bebés. Además de evitar estos alimentos directamente, también es importante limitar las salsas o aderezos que contengan tomate o zumos de cítricos.

Alimentos con alto contenido en grasa: Los alimentos con alto contenido en grasa pueden ralentizar la digestión, lo que hace que el ácido estomacal tenga más tiempo para subir hacia el EEI. Alimentos como los fritos o los productos lácteos enteros deben limitarse en la medida de lo posible cuando se intenta reducir los síntomas de reflujo del bebé.

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Ajustes del estilo de vida para evitar el reflujo en bebés

Hábitos de alimentación: Preste mucha atención a los hábitos alimentarios de su bebé y ajuste la ingesta de leche artificial o materna en consecuencia. Intente que las tomas sean más pequeñas y frecuentes que las grandes y evite la sobrealimentación. Evitar los alimentos ácidos, como los cítricos, también puede ayudar a reducir el reflujo en los bebés.

Posición: En cuanto a la postura, mantén a tu bebé erguido durante 30 minutos después de cada toma e intenta elevar su colchón entre 20 y 30 grados mientras duerme. Esto ayudará a mantener los ácidos estomacales bajos mientras duermen.

Movimiento: El balanceo suave también puede ser beneficioso para reducir el reflujo en los bebés. Esto se puede hacer a través de columpios, cochecitos, paseos en coche, etc, pero asegúrese de que el ritmo es suave y constante, ya que esto ayuda a proporcionar comodidad para su pequeño.

Medicamentos para el reflujo en bebés

Un método para ayudar a controlar el reflujo de tu bebé es cambiar la forma de alimentarlo. Darle de comer en cantidades más pequeñas y más frecuentes y mantenerle erguido durante la toma puede ayudar a reducir la cantidad de ácido que sube. Si le das el biberón, también puede ser beneficioso espesar la leche de fórmula con cereales de arroz. No obstante, consulta a tu médico antes de intentarlo, ya que debe hacerse bajo su supervisión.

Los probióticos se han explorado como posible tratamiento del reflujo en bebés y han mostrado resultados prometedores en varios estudios. Los probióticos son bacterias vivas que pueden mejorar el equilibrio de bacterias buenas en el intestino y reducir la inflamación asociada al reflujo. Sin embargo, es necesario seguir investigando para determinar si los probióticos tienen algún efecto duradero en el control de los síntomas del reflujo en los bebés.

También pueden utilizarse medicamentos como los bloqueadores H2 y los inhibidores de la bomba de protones para tratar el reflujo ácido en bebés cuando los cambios en el estilo de vida no alivian suficientemente los síntomas. Los bloqueadores H2 disminuyen la producción de ácido estomacal, mientras que los inhibidores de la bomba de protones la detienen por completo; ambos tipos de medicamentos pueden ayudar a reducir las molestias asociadas a la enfermedad del reflujo infantil, pero sólo deben utilizarse bajo supervisión médica.

Conclusión

En conclusión, controlar el reflujo de su bebé puede ser un proceso difícil, pero no imposible. Es importante que colabore con su pediatra para determinar el mejor plan de tratamiento para su hijo y asegurarse de que está haciendo todo lo posible para ayudarle a sentirse mejor.

Tener en cuenta todos los consejos mencionados a lo largo de esta entrada del blog, así como cualquier consejo que le dé su médico, debería ayudarle a controlar el reflujo de su bebé y proporcionarle alivio a sus molestias. Recuerda: el éxito en el tratamiento del reflujo del bebé requiere paciencia, constancia y dedicación para encontrar lo que mejor funciona para ti y para tu pequeño.

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